viernes, 31 de agosto de 2018

LOS JUGADORES DE AJEDREZ DE THEO MICHAEL


Pintor de vocación tardía, el chipriota Theo Michael es un fanático del cine negro, cuya atmósfera intenta recrear en buena parte de sus pinturas sobre las que proyecta un áura misteriosa que a veces hace que no sepamos muy bien qué pasa en sus lienzos.

Quizá para paliar en parte esto, en el blog incluido en su página web encontramos una serie de relatos breves inspirados en sus pinturas. En el de la que estamos comentando, titulado también «Los jugadores de ajedrez», se cuenta una partida de ajedrez en el que se mezclan las bromas pesadas y las venganzas sutiles en un tono que es una parodia de distintos elementos de la película «El padrino».

No cofundir con el griego Theo Michael, artista de obra mucho más arriesgada tanto formal como temáticamente. Esto de la duplicidad de nombres es un rollo, ¿no creen?

jueves, 30 de agosto de 2018

EL COMBATE AJEDRECÍSTICO DE SANTA CASILDA


Colgado de un barranco se yergue el impresionante santuario de Santa Casilda, en la Bureba burgalesa. Lugar milagroso desde que la santa que le da nombre recuperara allí la salud, es el lugar elegido por Luis Martín Santos (1921-1988) —no confundir con Luis Martín-Santos, el autor de Tiempo de silencio— para ambientar su novela de 1980 El combate de santa Casilda.

En pleno siglo XVIII, mientras la fe y la razón están disputando una sangrienta batalla, en el castellano santuario de santa Casilda se presenta René, un médico francés partidario de la ciencia y el progreso, a retar a Hilario, un ermitaño taumaturgo y milagrero, a una partida de ajedrez que dirima de una vez por todas de qué lado está la verdad.
Sentados en la losa, el trujimán divino y el representante de la ciencia estaban separados solo por el paño y las treinta y dos piezas del ajedrez. El oscuro rey negro, reflexivo, lento en su alto coturno, frente al rey de Hilario, con la palidez de un teólogo de Trento. La reina morena, voraz, ligera, como el dragón de la vida y la muerte, y la reina blanca, alferez y vírgen, llevando un estandarte acuchillado. Los dos alfiles negros, imaginativos, penetrantes, ante los blancos, oblicuos y astutos como dos Ulises de pálida espuma mediterránea. Cuatro caballos, dos con pezuñas de azabache y arnés de cordobán, y dos con gualdrapas blancas de condottiero papal, van a lanzarse al centro del combate, saltando por encima de las huestes, para volver rápidos junto a su rey. Y las torres, máquinas de guerra que se lanzan ciegamente contra el espesor del enemigo. Y los peones, codo con codo, dispuestos a entregarse los primeros, sobrios, humildes; unos, tórridos, otros, nieve.
Ambos convocan lo mejor de sus armas, himnos, jaculatorias y exorcismos por parte de Hilario; el conocimiento por parte de René. Sin embargo, otros mecanismos se activan y —«pues misión es de la iglesia corregir los fallos cometidos por la providencia»— cuando la posición de la partida se vuelve desesperada para Hilario, estos mecanismos entran en juego. 

El ajedrez es el escenario donde se enfrentan la ciencia y la razón, por un lado, frente a la superstición y la fe, por el otro. La victoria en el tablero de René será pírrica. La turba, excitada por los predicadores, le dará muerte. Tampoco Hilario saldrá indemne. Su incapacidad de hacer un milagro que enmendara el rumbo de la partida frente al médico francés, merma definitivamente su credibilidad de curandero. También morirá allí mismo.

No se apene el lector pensando que le he destripado la novela, aunque lo haya hecho, porque este libro es de los que no es tan importante lo que se dice como la forma en que se dice. La riqueza de los personajes, la riqueza de implicaciones —lo que he contado es solo un pálido reflejo de lo que contiene el libro— y sobre todo la riqueza del lenguaje con que está escrito hacen muy recomendable su lectura.

miércoles, 29 de agosto de 2018

EN EL CENTRO DE LA TIERRA


Apunte de Catherine Gout, dibujante y espeleóloga, realizado en la sima de Padirac, en el Mediodía francés, en una expedición realizada para conmemorar el centésimo vigésimo aniversario de su primera exploración.

La expedición duró ocho días, del 24 al 31 de octubre de 2009 y durante ella hubo tiempo de aprender a jugar al ajedrez. Este dibujo, titulado La lección de ajedrez, conmemora el hecho.

martes, 28 de agosto de 2018

BERNI POR FERNÁNDEZ


El pintor argentino Antonio Berni (1905-1981) retratado en su estudio por el fotógrafo —entre otras cosas, también fue pianista y escritor— Pepe Fernández en 1972. Fernández (1928-2006), quien se afincó en París en 1960, es el autor de innumerables retratos de la intelectualidad argentina del siglo XX.

lunes, 27 de agosto de 2018

DUÉRMETE NIÑO...


Caricatura del checo Miroslav Barták (1938). Dotado de un humor delicado e inteligente, Barták es, además de caricaturista, ilustrador editorial y autor de películas de animación.

viernes, 24 de agosto de 2018

THORSTEN OVERGAARD

Thorsten Overgaard (1965) es un fotógrafo danés especializado en retrato y en fotografía documental. También es importante su labor pedagógica y de divulgación de la técnica fotográfica. En paralelo a su carrera fotográfica, Overgaard también es escritor y editor.

El fotógrafo danés es famoso por su fidelidad a la marca Leica, hasta el punto que en su blog analiza cuidadosamente todas las novedades de la casa alemana. Curiosamente para criticar un cambio en el diseño de un modelo de cámara, un cambio que afectaba a algo que había sido de una manera concreta casi desde el origen de la fotografía, recurrió a una analogía con el ajedrez:
Si juegas al ajedrez, sabrás que siempre se dispone el juego de la misma manera. No importa si juegas al ajedrez en un pequeño tablero de madera o en uno grande y elegante hecho de mármol. Es siempre igual. Incluso en los ordenadores parece... bueno... ajedrez.
El cambio en cuestión era prescindir de las indicaciones gráficas en el botón que controlaba la apertura de diafragma por lo que el fotógrafo tenía que mirar por el visor y pulsar el disparador para ver qué nº f estaba seleccionado. Tiene razón Overgaard. Si funciona, no lo toques.

A lo largo de su carrera, Overgaard ha retratado multitud de escenas ajedrecísticas.  Veamos una cuantas.

«Zach y Carolina disputando una partida de ajedrez en un balcón en Hollywood». Hollywood, 2014

«Ajedrez en Sidney». Sidney, 2013-2016

Sidney, 2016

«Bar del Fico». Roma, 2016

«Todas las tardes juegan al ajedrez a las puertas del bar del Fico». Roma, 2016

«Jugando al ajedrez a la sombra» en la Piazza del Fico. Roma, 2017

Jugando al ajedrez en Cuba. 2018

jueves, 23 de agosto de 2018

ARTISTA JUGANDO AL AJEDREZ


John Ennis (1953) es un ilustrador y pintor norteamericano. La primera parte de su carrera se centró en realizar ilustraciones para las cubiertas de los libros de diversas editoriales de los EE. UU. Posteriormente, ha desarrollado una fecunda obra retratistica, fundamentalmente mediante comisiones institucionales.

En 2005 se pintó a sí mismo jugando al ajedrez. Con esta obra ganó el primer premio de la Portrait Society of America en la categoría de autorretratos.

miércoles, 22 de agosto de 2018

LOS GENIECILLOS DOMINICALES

Los geniecillos dominicales (1965) es la segunda novela del peruano Julio Ramón Ribeyro (1929-1994), considerado de forma casi unánime uno de los grandes cuentistas iberoamericanos. En el prólogo a la segunada edición peruana de esta novela, Washington Delgado dice que significó el cambio entre una novela clásica, de tema agrario, factura realista y enfoque épico a una novela moderna de tema urbano, subjetiva, sicológica y centrada en las clases medias de las ciudades.

Un estudiante de Derecho con veleidades literarias, Ludo Totem, es el protagonista de la novela. En ella se cuenta su descenso a los infiernos que va en paralelo a la decadencia de su otrora prominente familia. Un descenso en el que se enreda en toda suerte de actividades disparatadas: organizar una orgía, cortejar a una protituta o perseguir a pequeños delincuentes por cuenta de un abogado de prestigio. Acompañado de un grupo de personajes tan perdidos como él —los geniecillos dominicales del título— y por una patulea de seres cínicos tan asociales como amorales, Ludo recorre la noche limeña en un viaje sin sentido ni esperanza.

Todo lo que emprende le sale mal: la orgía se convierte en un patético intento de violación, el macró de la prostitua le propina una tremenda paliza para que deje de molestarla y pierde todos los casos que el abogado le encarga. Desnortado, se abisma en una espiral autodestructiva que bordea el delito o el crímen.

A lo largo de la historia se hacen diversas referencias al ajedrez. Su hermano Armando tiene un tablero en su cuarto y juega con frecuencia. De hecho, prácticamente todo lo que hace es jugar al ajedrez o entregarse a la molicie. Esto lleva a Ludo a preguntarse si su hermano no será una suerte de sabio o de filósofo: «un libro inútil, una partida de ajedrez, un cine por las noches y luego la cama solitaria»; así es su vida.

Ludo también se deja arrastrar por el juego en «tormentosos torneos» disputados con sus amigos bien provistos de alcohol y de tabaco. En medio de la deriva que lleva su existencia...
...Ludo se aprestaba a echar una mirada al tablero, pensando en ese momento que el atractivo de este juego consistía en que nos daba una imagen simplificada de la vida, sometida a reglas estrictas y perfectamente lógicas.
Así pues, como se ha especulado con frecuencia sobre determinados caracteres obsesionados con el ajedrez, lo que Ludo encontraba en el tablero era lo que no encontraba en la vida: orden. La posiblidad de una existencia vicaria, en un  mundo ordenado, limpio y mensurable. Según avanza en su proceso autodestructivo, incide en la misma idea.
Allí está el secreto, pensó Ludo al pasar por delante del cuarto de Armando, se convierte la vida en piezas, se la miniaturiza, se la vive cada vez sobre el tablero, se la reproduce, se la corrige, se le encuentra una explicación, en una palabra, se la domina.
Ludo desearía poder vivir su vida como si fuera un juego, un juego que permitiera  otros comienzos, un juego en el que se pudiera empezar de cero constantemente y emplear lo aprendido en las partidas precedentes. Pero, evidentemente, la vida no funciona así. A veces, ni siquiera el ajedrez.

Julio Ramón Ribeyro jugando al ajedrez con sus hijos
FICHA TÉCNICA
JULIO RAMÓN RIBEYRO
LOS GENIECILLOS DOMINICALES
EDITORIAL MILLA BATRES. LIMA, 973

JULIO RAMÓN RIBEYRO EN ARTEDREZ

martes, 21 de agosto de 2018

MARC RIBOUD


Fotógrafo autodidacta, miembro de la legendaria agencia Magnum, destacado representante de la fotografía humanista y ejemplo del fotógrafo comprometido que quería Cornell Capa, además de ser el autor de una de las más famosas fotos antibelicistas de la historia, el francés Marc Riboud pasó tres meses en la URSS en 1960 documentando el modo de vida del ciudadano soviético medio.

La mayoría de las fotos de dicho trabajo muestran escenas fácilmente comprensibles: parejas tonteando en los bancos públicos, niños en la escuela, ciudadanos soportando las ventiscas y aprovechando la nieve para esquiar o patinar, militares cargados de condecoraciones, mujeres en el mercado y, por todas partes, los grandes carteles en los que el régimen publicitaba sus políticas. Escenas de la vida cotidiana.

Con la foto que encabeza esta nota, la cosa no es tan fácil. ¿Qué hace esa gente en medio de un bosquecillo? Aparentemente cada uno está dedicado a una ocupación diferente. Leer, jugar, fumar... Aunque la foto tiene interés por sí misma —nos permite saber que en Moscú en 1960 eran tendencia las amplias solapas y las bufandas de cuadros, por ejemplo; aunque, personalmente, me intrigaba mucho lo que pudiera tener en la mano que mantiene oculta bajo el abrigo el joven de las gafas— la presencia de un tablero de ajedrez en las manos de este mismo joven despertaba mi curiosidad. Pero el pie de foto del libro sobre Riboud en el que descubrí esta foto solo decía «Moscú, 1960». 

Pasaron los años. Un día repasando libros antiguos volví a dar con esta foto y resolví investigar un poco más. En la página web de la agencia Magnum di con la clave. El subtítulo de la fotografía reza: Parque Gorki. Campeonato del Mundo de Ajedrez, 1960.

El campeonato del Mundo de Ajedrez de 1960 enfrentó a Mijaíl Botvinnik contra Mijaíl Tahl, quien se proclamaría octavo Campeón del Mundo de Ajedrez. La conmoción que el juego del aspirante había causado en el mundo del ajedrez, con sus arriesgados sacrificios y su juego eminentemente táctico, se tradujo en un interés extraordinario por presenciar el match. El teatro Pushkin, donde se celebró el encuentro, recibía tal número de espectadores que las autoridades tuvieron que disponer grandes tableros murales en distintos sitios de la ciudad para que la gente que no había podido conseguir entradas pudiera seguir las partidas en directo. Por otra parte, el parque Gorki tiene una gran tradición ajedrecística. En sus instalaciones se han celebrado torneos y exposiciones sobre el ajedrez y es uno de los sitios donde se reunen los moscovitas para jugar al ajedrez al aire libre. Cuando el tiempo se lo permite, claro.

Así pues, misterio resuelto. Los personajes de la foto están el en Parque Gorki, probablemente delante de un tablero mural, esperando que empiece una de las partidas de uno de los grandes encuentros ajedrecísticos de la historia: el Campeonato del Mundo de Ajedrez de 1960 entre Tahl y Botvinnik. Seguro que se lo pasaron bien.

lunes, 20 de agosto de 2018

JOHN KING



John King es un músico y compositor de vanguardia estadounidense. Es autor de un gran número de composiciones, entre ellas siete operas,y docente. John es además aficionado al ajedrez.

En una entrevista concedida en 2016 a Frank J. Oteri, King recurre a una analogía con el ajedrez  para explicar algunos de los métodos de composición que sigue con sus alumnos. En especial, lo que el músico norteamericano llama composición relámpago: «Si sabe jugar al ajedrez» —dijo King a Oteri— «sabrá lo que es el ajedrez relámpago: es superrápido. Vas con lo que sabes, independientemente de cual sea tu experiencia en ajedrez». En sus clases el músico daba a sus estudiantes quince minutos para idear una composición. Naturalmente, el objetivo era que los alumnos juntaran conceptos a toda velocidad y analizaran después qué había pasado. Como en el ajedrez, remarcaba el músico, es sorprendente la cantidad de ideas que pueden generarse en poquísimo tiempo.

viernes, 17 de agosto de 2018

SIETE SITIOS SIN TI


Ajedrez incidental en el bello cómic «Siete sitios sin ti», de Juan Berrio. En la reconciliación de una joven pareja no puede faltar un tablero de ajedrez. Aclaro que lo que se tiene que llevar el joven es una vieja televisión.

FICHA TÉCNICA
JUAN BERRIO
SIETE SITIOS SIN TI
DIB-BUKS. MADRID, 2018

jueves, 16 de agosto de 2018

CASSAVETES vs ROWLANDS


John Cassavetes y Gena Rowlands se enfrentan delante de un tablero de ajedrez en una foto promocional de autor desconocido que podemos fechar en la década de los sesenta del siglo XX. Gena es una actriz de reconocido prestigio y John fue actor, montador y director de cine. Juntos realizaron algunas de las películas de cine independiente más reconocidas del siglo XX.

Lo curioso de la fotografía es que a partir de ella se pintó un cuadro que aparece en al menos tres películas de Cassavetes:

Faces. John Cassavetes. The Walter Reade Organization, 1968

Opening Nights. John Cassavetes. Faces Distribution, 1977

Love Streams. John Cassavetes. Cannon Films, 1984.

La presencia constante de este cuadro en las películas de John Cassavetes se explica porque este realizó la mayor parte de su obra fuera de la industria y de manera independiente. Al trabajar con presupuestos casi inexistentes, teniendo que sufragar los rodajes con el trabajo de actriz de Gena y el suyo de realizador para televisión (y con la solidaridad de sus actores, que a veces no cobraban y a veces tenían que poner dinero) gozó de una gran libertad creativa. Pero para ahorrar, con frecuencua tuvieron que grabar en el propio domicilio de Rowlands y Casavettes. Por ello, lo que se ve en estas películas son sus cosas, sus muebles, sus cuadros. 


lunes, 13 de agosto de 2018

END GAME POR ZENA FAIRWEATHER


«End Game» es un dibujo de la artista norteamericana Zena Fairweather. Con esta obra, Zena obtuvo el cuarto premio en la categoría de dibujo del concurso Art Competition.net de 2016.

FICHA TÉCNICA
ZENA FAIRWEATHER
END GAME (2016)
LÁPIZ Y TINTA SOBRE PAPEL. 35,83 x 46,99 cm
COLECCIÓN PARTICULAR

domingo, 12 de agosto de 2018

ROBERT LOUIS STEVENSON

Fragmento de uno de los ensayos de Robert Louis Stevenson reunidos en Memories & Portraits. Stevenson dice que lo fundamental de la vida reside en la competición, en la pugna y hace una mención al ajedrez como uno de los escenarios donde compiten entre sí las personas.
La esencia de la vida es la lucha; hasta la relación más amistosa es una suerte de competición. Y para no renunciar a todo lo que nos es valioso, debemos enfrentarnos continuamente a los otros, cara a cara, y luchar hasta caer, bien sea en el amor o la enemistad. No es sino por la fuerza del cuerpo o del caracter o del intelecto que alcanzamos placeres dignos. Hombres y mujeres compiten en el campo del amor, como mesmeristas rivales. Los activos y hábiles deciden sus desafíos en el deporte, los sedentarios se sientan a jugar al ajedrez o a conversar. 

FICHA TÉCNICA
ROBERT LOUIS STEVENSON
MEMORIES AND PORTRAITS
CHATTO & WINDUS. LONDON, 1912

SANDRA FISCHER
TULIO Y NOGA JUGANDO AL AJEDREZ, 1993
ÓLEO SOBRE LIENZO. 40,64 x 50,80 cm.
COLECCIÓN DE MAX KITAJ

lunes, 6 de agosto de 2018

JIM LaSALA


Jim LaSala es un fotógrafo neoyorquino especializado en retrato y fotografía documental. La fotografía que presentamos se titula Gentleman playing chess (Caballero jugando al ajedrez) y pertenece a la serie «On the Street» (En la calle).