martes, 29 de noviembre de 2011

DE VARIA INVENCIÓN LXVIII

Parte de la letra de la canción "Jaque mate" del grupo de hard rock argentino Pier.


Te advertí con la mirada
jaque mate te canté


FICHA TÉCNICA
PIER
JAQUE MATE
ROCK EN MONSTERLAND
TOCKA DISCOS, 2007

lunes, 28 de noviembre de 2011

SADAMI KONCHI


Sadami Konchi es un artista australiano dedicado fundamentalmente a la ilustración de libros infantiles. Durante el Open Internacional de Sidney de 2011 tomó un buen número de apuntes sobre los distintos jugadores. Aquí pueden ver una amplia selección.



miércoles, 23 de noviembre de 2011

domingo, 20 de noviembre de 2011

MONTESCOS Y CAPULETOS


Sabían que era un error pero, durante ese breve momento, nada más importó


Una viñeta de Jason Frazer, ilustrador australiano.

sábado, 19 de noviembre de 2011

YO SOY YO Y MI CONTRARIO


Obra de Juan Rosco seleccionada para la VI edición de los Premios de Poesía Experimental patrocinados por la diputación de Badajoz en 2007.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Фердинанд и Миранда

Fotografía de Johan Personn

Miranda (Yana Gurianova) y Ferdinand (Yan Ilves) en la celebérrima escena del quinto acto de "La Tempestad", de William Shakespeare. Representada por la compañía anglorusa Cheek By Jowl en el teatro Barbican de Londres el 8 de abril de 2011. 

¿Lo repito? Quizá no, que no hace tanto que lo vimos. Bueno, sí, que me encanta:

MIRANDA
Sweet lord, you play me false.
FERDINAND
No, my dearest love, I would not for the world.
MIRANDA
Yes, for a score of kingdoms you should wrangle,
And I would call it fair play.

¿Cómo sonará en ruso?

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MIRANDA
Mi dulce dueño, ¡hacéis trampas!
FERDINAND
No, amor mío, por nada del mundo lo hiciera.
MIRANDA
¡Sí! ¡Ya lo creo! Por veinte reinos lo harías, y aún así, juego honesto me pareciera...

Traducción: Manuel Ángel Conejero y Jenaro Talens





jueves, 17 de noviembre de 2011

DE VARIA INVENCIÓN LXVII

LAFCADIO HEARN 
Akira también me dijo lo siguiente:
Se cuenta en el séptimo volumen del Karakumashi que hubo antiguamente en Kamakura un templo llamado Emmei-ji en el que se veneraba una estatua de Jizo llamada Hadaka-Jizo o Jizo desnudo. La estatua estaba realmente desnuda aunque había sido velada por una tela. Estaba de pie con los pies apoyados sobre un tablero de ajedrez. Cuando los peregrinos que acudían al templo satisfacían un pequeño donativo, el sacerdote encargado de custodiarlo retiraba la tela. Entonces, todos podían ver que aunque la cara era la cara de Jizo el cuerpo era un cuerpo de mujer.
El origen de la famosa estatua de Hadaka-Jizo de pie sobre un tablero de ajedrez fue este. En una ocasión el gran príncipe Taira-no-Tokyori estaba jugando al ajedrez con su esposa delante de un gran número de invitados. Le hizo aceptar, una vez hubieron jugado varias partidas, que quien perdiera la siguiente debería permanecer desnudo sobre el tablero. En la siguiente partida perdió la esposa. Ella rogó a Jizo que la salvara de la vergüenza de tener que mostrarse desnuda. Jizo prestó oídos a su ruego y se subió al tablero, se desnudó y, repentinamente, convirtió su cuerpo en el de una mujer.

FICHA TÉCNICA
LAFCADIO HEARN
GLIMPSES OF AN UNFAMILIAR JAPAN
THE ECHO LIBRARY. MIDDLESEX, 2006

miércoles, 16 de noviembre de 2011

AJEDREZ A LARGA DISTANCIA (EL JUGGERNAUT)

No nos referimos en el título de esta entrada, como podría pensar algún lector distraído, al que se juega por alguno de los métodos disponibles hoy en día para mandar las jugadas a cualquier lugar remoto del mundo, espacio exterior incluido, como veremos a su debido tiempo. No. "Ajedrez a larga distancia" es el título de la ilustración que mostramos debajo de estas líneas y que nos sirve de introducción a la obra del dibujante sueco Mattias Adolfsson.


Adolfsson es un prolífico artista que ha trabajado tanto en el campo de la ilustración infantil como en el de la animación por ordenador, el diseño gráfico o la creación de videojuegos. En sus dibujos, realizados con un abigarrado detallismo, abundan las maquinarias imposibles,  los animales humanizados y, ocasionalmente, las propuestas para mejorar algunos deportes tradicionales. El fútbol, sí. Pero también el ajedrez. 


En esta ilustración, Adolfsson nos propone un ajedrez mejorado en el que aparecen nuevas piezas e incluso un tercer color. No es la primera vez, desde luego, que se ha intentado adaptar el ajedrez a las nuevas realidades sociales. Entre las piezas propuestas hay emblemas de la modernidad: el big mac, la bloguera de moda, el zapper (¿cómo se moverá un zapper?) y una terrible e inquietante que presumimos la más poderosa del nuevo juego: el Juggernaut.

Juggernaut es como transcribieron los ingleses uno de los nombres de Krishna, avatar del dios Visnú, cuyo significado en sánscrito es: "fuerza irrefrenable que en su avance aplasta o destruye todo lo que se interpone en su camino". Según los comentaristas ingleses decimonónicos, esclavos de los prejuicios de su época, durante las celebraciones en su honor, los fieles se arrojaban bajo las ruedas del carro que transportaba la imagen del dios, buscando una muerte que les garantizaría, según sus supuestas creencias, la felicidad eterna.


Un sociólogo contemporáneo, Anthony Giddens, en su libro "Consecuencias de la modernidad" (1990) ha intentado explicar de forma más racional esos hechos. Según este autor, la imagen del dios era transportada en un pedestal que se deslizaba sobre unos troncos. Esto hacía que el conjunto fuera de difícil gobierno y, por lo tanto, su trayectoria errática, lo que propiciaba los accidentes que en muchos casos resultaban mortales. Pero la escena le da pie para considerar el mito del Juggernaut como una metáfora de ciertos procesos que se dan en la sociedad moderna, en la que la creciente complejidad de los procesos económicos y sociales hace imposible calibrar las consecuencias de cualquier decisión. No son otra cosa ciertas decisiones de nuestros gobernantes que terminan por llevar a los países al lugar opuesto a donde pretendían para desesperación del común de la ciudadanía.


Ignoro qué movimientos tiene la pieza propuesta por Adolfsson, pero, si hace honor a su nombre, debería ser tan peligrosa para las piezas rivales como para los trebejos propios. Si admitimos que el ajedrez nació como reflejo de la sociedad que lo creó, una sociedad guerrera, y que las piezas simbolizaban los distintos cuerpos que formaban los ejércitos indios; si admitimos también que, llegado a Europa, pasó a representar la sociedad estamental de la época con sus reyes, sus guerreros, sus dignidades eclesiásticas y, claro está, el pueblo llano;  si por último, admitimos que el renacimiento lo dotó de una movilidad apropiada a un mundo que se ensanchaba extraordinariamente (y omitimos aquí todas las variantes que desde la Revolución Francesa se han propuesto para adecuar el ajedrez a los nuevos tiempos, que las ha habido y muchas); si admitimos pues lo anterior tenemos también que admitir que la introducción de una pieza como el Juggernaut, en unos tiempos en que los mercados parecen dispuestos a arrasar no solo a los que se les oponen sino también a las sociedades que los propiciaron, como la vieja divinidad hindú hacía con sus fieles, es tan premonitoria como acertada.





lunes, 14 de noviembre de 2011

DE VARIA INVENCIÓN LVIII

La única afinidad entre ambos era el vicio del ajedrez entendido como un diálogo de la razón y no como una ciencia.

FICHA TÉCNICA
GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA
RANDOM HOUSE MONDADORI. BARCELONA, 1997

viernes, 11 de noviembre de 2011

JOSÉ GALLEGOS Y ARNOSA

José Gallegos y Arnosa fue un pintor español del último tercio del siglo XIX y principios del XX. Se formó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid bajo la dirección de Federico Madrazo y, una vez concluidos sus estudios, viajó por el norte de África e Italia donde se afincaría definitivamente. Como concesión a la crónica social, diremos que fue hermano del fundador y primer presidente del Sevilla Fútbol Club. 

Su producción sigue la estela de Mariano Fortuny, dedicándose fundamentalmente a la pintura de casacones que, como ya hemos comentado en otras ocasiones, era una pintura realizada en pequeño formato y con gran primor técnico que buscaba su fuente de inspiración en el siglo XVIII y que elegía como temas escenas de género o costumbristas.

Este tipo de cuadros era muy demandado por la burguesía adinerada del siglo XIX y su ejecución garantizaba a los mejores pintores la obtención de pingües beneficios. Así ocurrió con Gallegos que logró vender sus cuadros con facilidad y a buenos precios a coleccionistas holandeses, ingleses, rusos y norteamericanos, entre estos últimos se contaba el magnate de la prensa y coleccionista compulsivo de arte William Randolph Hearst. 

Y ya que estamos de concesiones, una pequeña anécdota. José Gallegos tenía su casa y estudio en un viejo edificio de la vía Ripetta, en Roma, justo en el piso superior a uno ocupado por miembros de la Compañía de Jesús. El edificio era muy viejo y estaba en estado semiruinoso. Un día que la cocinera de Gallegos estaba deambulando por la cocina, y era una mujer de tan buen cocinar como comer, el suelo cedió bajo sus pies y cayó a los aposentos de los jesuitas que, ni que decir tiene, eran un espacio vedado a las mujeres. Los santos padres, poco habituados a la presencia femenina, tomaron el asunto por milagroso y se hincaron de rodillas gritando que un ángel había caído del cielo. O así, al menos, se dice que lo contó L'Osservatore Romano

Dentro de la pintura de casacones son casi un subgénero los retratos de dignatarios eclesiásticos jugando al ajedrez. Gallegos dejó buenos ejemplos de ello.







FICHA TÉCNICA

LA PARTIDA DE AJEDREZ
ÓLEO SOBRE TABLA. 35,3x50,8 cm.
COLECCIÓN PARTICULAR


LA PARTIDA DE AJEDREZ
ÓLEO SOBRE TABLA. 15,8x25,7 cm.
COLECCIÓN PARTICULAR


Todavía hay una tercera obra de tema ajedrecístico en la producción de Gallegos, según podemos ver en el sitio web a él dedicado. Solo hay una fotografía en blanco y negro y carezco de cualquier dato sobre ubicación, fecha o técnica. Pero la publico a la espera de  datos más precisos.



jueves, 10 de noviembre de 2011

EL RITO DEL INFINITO

El 10 de noviembre de 1991, en pocas horas pues se cumplirán exactamente veinte años, el músico norteamericano John Cage y el poeta español Eduardo Scala se reunieron para jugar una partida de ajedrez en Madrid. La excusa para tal encuentro la proporcionó la estancia de Cage en Madrid para asistir al VIII Festival de Otoño, donde se le rendía homenaje.

Antes de comenzar la partida, Scala dispuso los trebejos en la forma que se muestra en el diagrama siguiente:   


"Ajedrez preparado para John Cage" tituló Scala este poema en clara alusión a la aportación más popular del compositor norteamericano a la música contemporánea: el piano preparado, para el que compuso numerosas piezas.

Sin embargo, la partida se jugó con la disposición habitual de los trebejos. Jugaron en la habitación del hotel donde se alojaba Cage, sentado este en la cama, en un pequeño tablero de viaje. El artista californiano Paul Hoffman ofició como intérprete del rito.

La partida fue comentada por el propio Scala para diversos medios, en esta entrada reproducimos parte del texto de una conferencia celebrada en 1994 en la "Fundación Pilar y Joan Miró" de Palma de Mallorca y que fue dictada a la par que se reproducía la partida con un proyector.


JOHN CAGE vs EDUARDO SCALA
MADRID, 10-11-1991
A09 APERTURA RETI
1.g3                                                    
Cage abre el juego al estilo hipermoderno, escuela creada en los años veinte por Reti, Breyer y Tartakower, maestro polaco nacionalizado francés, compañero de Marcel Duchamp en las Olimpiadas. El sutil concepto de este sistema consiste en renunciar a la  posesión del centro, a cambio de su dominio a distancia. 
1…d5
Acepto la invitación y ocupo el centro. Opto por situar al peón en el vértice de la pirámide.  
2.Cf3  
La salida del caballo impide que las negras, tras e5, dominen el centro inmediatamente.
2...c5
Adelanto al peón c hasta el pequeño centro.
3.Ag2  
El mercurial Alfil — “Obispo”, en inglés; “Loco”, en francés; “Caminante”, en Alemán, pieza hermafrodita, cuya mitra contiene los dos sexos— ocupa su lugar en fianchetto, así denominado por la gran Escuela Italiana del siglo XVII.
3…Cc6
Desarrollo en primer término el caballo de la dama, con intención de mover el peón a e5 y tomar posesión total del centro. 
4.d3    
Las blancas construyen la estructura y estrategia establecida. Cage me invita a apropiarme de la cima sagrada del tablero.
4…Cf6                                                                   
Rechazo momentáneamente la propuesta. Sigo el desarrollo natural. Mis caballos trazan un invisible 8 en el centro.
5.c4
Primer golpe de dados; Cage se precipita. Con este iluso movimiento, manifiesta su inocencia, modifica el esquema y fija su amada noción de azar en la apertura elegida.  
5...d4
Viendo el nivel ajedrecístico del venerable maestro, decido extender el momento gozoso de la apertura y no castigar su movimiento. Después del cambio —5…dxc/ 6. Da4 cxd/ 7. Ce5 Ad7—, ganaba un peón en todas las variantes, acelerando un final favorable.  
6.0-0 
Cage regresa a la lógica y, naturalmente, se enroca.
6…e5 
Ahora sí, decido que e concluya la construcción del Partenón. Es muy interesante observar las dos ordenaciones: una, sesgada, angular; central, otra.
7.Cbd2                                                                       
Movimiento mecánico que, paradójicamente, deja a sus piezas casi inmóviles. El desarrollo del caballo, vía a3-c2, es el natural en este esquema, preparando la oportuna ruptura.    
7…Ae7                                                                              
Una vez desarrollados los caballos, según los cánones, muevo el alfil real, preparando la entrada del rey a su roca-palacio.
8.Ce4                                                                         
Cage justifica la desfavorable salida del caballo y lo expone a cambio de doblar un peón, creando el tema que va a configurar el juego.  
8…Cxe4                                                                        
Acepto el canje a Cage. El AjedreZ es el Juego de la vida, juego del intercambio-cambio-bio. Estamos en el octavo movimiento, el significativo 8. Como puede observar el curioso lector, me limito a jugar sin jugar, siguiendo únicamente el influjo-flujo-lujo del tiempo frente al generador de Fluxus.  
9.dxe4                                                                                       
Tras el cambio, las piezas blancas también ocupan el centro contra dos peones doblados en la columna real.
9...0-0                                                                                  
El rey entra en su castillo y se mira en el espejo de su contrario: el rey blanco habita en la casa negra —g1—, y el negro —g8— en la blanca. Tao.
10.e3
Las impacientes piezas blancas, que intentan desdoblar el peón, siguen precipitándose. Con este ataque a la punta de lanza negra, se crean espinosos problemas.
10…Ag4                                                              
Para completar el armónico desarrollo, ahora le toca jugar al alfil de la dama, que abre el tema de la clavada. El complejísimo AjedreZ es algo simple, sólo hay que dejar a las piezas y peones moverse necesariamente —mente necesaria.
11.exd4                                                                          
Cage cumple su objetivo: deshacerse del peón duplicado.
11…Cxd4                                                                           
Quizá hubiera sido más preciso capturar con e, convirtiéndole en peón-princesa. De cualquier forma, la iniciativa es de las piezas negras, que ejercen una fuerte presión con amenazas directas.
12.Ae3                                                                           
Las piezas blancas, desazonadas con la molesta clavada, intentan eliminar el poderoso caballo.
12…f5                                                                                
Dejo de ser formal y desencadeno al tigre que marca —molto vivace— el ritmo de la ritual partita.
13.Axd4                                                                          
Cage elimina la gran presión de la clavada y continúa cambiando en el punto d4.  
13…exd4                                                                        
Ahora aparece en escena el peón-Alicia, princesita-reina.
14.Dd3                                                                               
Las blancas, al fin, se desclavan.
14…Dc7                                                                                    
La dama ocupa su lugar. Tejerá, a distancia, la red sobre el enroque blanco. En esta posición, viendo que el maestro llevaba un buen rato sentado sobre la cama, sin respaldo, inclinado sobre el pequeño tablero, me atreví a romper el silencio: “Maestro, ¿está cansado? ¿Cambiamos de asiento?” “No, gracias —me respondió—. Intentaré jugar lo mejor posible, para no cansarle a usted”.
15. h3                                                                               
Las blancas interrogan al molesto alfil.
15…Axf3                                                                  
Después del cambio, las piezas negras dinamizan el ataque sobre el enroque.
16.Axf3                                                                    
Evidente, mejor capturar con el alfil que con la dama.
16…f4                                                                        
Ahora f cumple dos objetivos: presión sobre g y abrir la columna f, vía para un fuerte ataque sobre el enroque.
17.Ag4                                                                          
Una jugada sorprendente, que confirma la escasa técnica ajedrecística de Cage. Le fou hace una lectura de locura. El alfil, que tendría que haber regresado al revellín de la fortaleza, se fuga, actuando como un cuerpo extraño en la posición.
17…Ad6                                                                              
En contraposición, las piezas negras siguen desplegando el continuum iniciado en el primer movimiento.
18.Tae1                                                                        
Lapsus. Cage olvida g3, atacado triplemente. “Maestro —le digo—, con el movimiento de su torre, pierde un valioso peón. ¿Quiere usted rectificar?” “No se preocupe —responde dulcemente—, yo acepto mis errores. Sé convivir con ellos”. (!!). Con esta mínima y monumental respuesta, Cage me vence. Ahora soy yo el que, anímicamente, estoy en una difícil situación y he de buscar el equilibrio.
18…fxg3                                                                            
Cage, cae. Debo confesar que este movimiento es el más triste que he realizado jamás sobre el tablero.
19.f3                                                                                 
Las blancas, conmocionadas, reconocen la catástrofe y organizan la resistencia en su fortaleza-gruyère.
19…Af4                                                                                 
El alfil negro se convierte en el señor de las casas negras. Por el contrario, el alfil blanco, degradado, es un peón gordo.  
20.Rg2                                                                                  
El rey ocupa el vacío del alfil, evitando el jaque en e3. Si miramos el cielo del tablero, vemos que de los once trebejos blancos en juego, sólo el peón (b) y la torre (e1) están en casillas negras, mientras nueve forman la constelación alba).  
20…De5                                                                              
La señora llega a la cima. La amenaza h5, unida a la ventaja posicional y material, decide el juego. En esta posición, vi, horrorizado, cómo el bienaventurado maestro, imperturbable, aceptaba los acontecimientos, disponiéndose a vivir santamente la derrota, ganándome, definitivamente, el juego. Entonces, mercurialmente, recurrí a las salvadoras Tablas. “¿Tablas…? Es usted muy generoso”. “Maestro, suya es la generosidad por prestarse a jugar conmigo”. “De acuerdo —sonríe—. Tablas”. Como ordena la ceremonia, nos estrechamos cordialmente la mano y firmamos en uno de los círculos de blanco papel  —planilla de la partida—, registro de las tablas esmeralda. Abierto, el cuaderno negro, circular, es un ocho. “Los dos hemos no perdido —sonríe—; hemos vencido los dos”. “Así es, maestro, como apuntaba la imposible posición del principio, hemos jugado a conjugar  la PAZ. (AZ-AjedreZ)”. 


El encuentro fue propiciado por el interés que ambos artistas han demostrado a lo largo de su carrera por el ajedrez. Para Cage fue la vía que le permitió acceder a una mayor intimidad con Marcel Duchamp, en quien reconocía su mayor influencia. De hecho, el propio artista admitió que le interesaba más Duchamp que el ajedrez. En 1968, Cage y Duchamp participarían en Reunion, un concierto en el que la música era producida por un tablero especialmente acondicionado para ello según las jugadas que iban ejecutando los jugadores/intérpretes.

Scala fue un destacado jugador en su juventud pero abandonó la práctica competitiva para dedicar al ajedrez una atención distinta a lo largo de toda su obra poética. En ARTEDREZ hemos ido dando cuenta de su actividad: "La semilla de Sissa. AjedreZ", "64. Ars combinatoria" y "Repetición de ajedreces y arte de amor" son solo una pequeña muestra de sus trabajos recientes. Paralelamente, el ajedrez fue un medio para acercarse y rendir homenaje al músico norteamericano.


La prensa especializada dio noticia del evento, la "Revista Internacional de Ajedrez" le dedicó la portada de su número 54 (marzo de 1992) con una composición en bucle a partir de dos fotografías de César Ochaíta, autor también de las fotografías que publicamos hoy, e incluía en su interior un artículo de cuatro páginas firmado por Eduardo Scala.