martes, 30 de marzo de 2021

ELSA MAJIMBO


La comediante keniata Elsa Majimbo (2001) posa delante de un juego de ajedrez diseñado por Ugo Mozie y Chuck Junior Achikè en una fotografía de Mohamed Abdulrahman tomada en 2020.

Elsa ganó una gran popularidad difundiendo monólogos cómicos a través de Instagram en lo peor del confinamiento por la COVID 19. 

Lo del ajedrez no es solo una pose, Elsa ha participado en algunos torneos infantiles en Kenya.

Sí, el tablero está mal colocado.
 

domingo, 28 de marzo de 2021

TOM TORO EN THE NEW YORKER

Estás sacrificando tu dama con bastante displicencia, ¿no?

Viñeta de Tom Toro para The New Yorker (2018)


 

viernes, 26 de marzo de 2021

KUBELÍK vs. KUBELÍK

El violinista y compositor Jan Kubelík (1880-1940) era un apasionado aficionado al ajedrez que intentaba estar al día de los resultados de los distintos torneos que se disputaban en la época y viajaba siempre con un tablero de bolsillo para poder reproducir las partidas que publicaban los diarios. Se dice que era seguidor de Akiba Rubinstein y, sobre todo, de Oldřich Duras, de quien era amigo personal. Su afición le llevó a ejercer de mecenas ocasional, donando premios para los torneos locales.

Jan contagió su afición a su hijo, el que sería gran director de orquesta Rafael Kubelík (1914-1966), del que ya nos hemos ocupado en estas páginas. En la foto, padre e hijo Kubelík se enfrentan en Opatija (antigua Abbazia) en la costa de la parte croata de Istria en 1927. 


jueves, 25 de marzo de 2021

EL SACRIFICIO DE LA DAMA, DE FRANTIŠEK MALÝ

František Malý (1900-1980) fue un pintor, pedagogo y diseñador gráfico y textil checo. Muy influido por diversos estilos, como el modernismo o el cubismo en los comienzos de su carrera, con la aparición del Manifiesto del surrealismo de André Breton en 1924, Malý encontró el estilo que le iba a ser propio. También estuvo involucrado con el Poetismo, un movimiento artístico exclusivamente checo, que aspiraba a trascender el arte y convertir la vida en un poema vivo.

Su influencia pedagógica al frente de las escuelas de Artes y Oficios de Bratislava y Brno fue decisiva para introducir tanto en Eslovaquia como en Chequia el diseño moderno inspirado en la Bauhaus. Después de la guerra, se instaló definitivamente en Brno, donde trabajó como profesor, pero también como diseñador textil y escenógrafo.



FICHA TÉCNICA
FRANTIŠEK MALÝ
GAMBIT DÁMY (EL SACRIFICIO DE LA DAMA), 1975
ÓLEO SOBRE LIENZO. 65 x 75 cm.
COLECCIÓN DE LOS HEREDEROS DEL AUTOR


 

martes, 23 de marzo de 2021

GAMBITO DE ALFIL DE REY, DE CARMELO M. LOZANO


Antes que nada, creo necesario decir que Gambito de alfil de rey, pese a su título  y portada, no es un tratado técnico sobre el rey de los gambitos, en afortunada expresión de Antonio Gude. No. Gambito de alfil de rey es una antigua novela española, muy poco conocida, que a punto estuvo, en 1967, de ganar el premio Nadal de literatura, uno de los más prestigiosos de la época.

Su autor, Carmelo M. Lozano, es un abogado y profesor de derecho en la Universidad de Murcia del que poco puede averiguarse en la red. Que esta es su primera novela y que escribió tres más sin conseguir el favor ni de la crítica ni del público.

En el prólogo de esta novela encontramos una declaración sorprendente: «actualmente solo se interesan por la novelística unos cuantos ejemplares de la especie humana, tan pocos que podríamos clasificarlos en cinco grupos». El quinto grupo son precisamente los ajedrecistas. Y, al desarrollar la idea, afirma que los buenos ajedrecistas «vienen a buscar problemas nuevos, hastiados de haber resuelto  todos o casi todos en su tablero». Por último, declara que el tema de la novela no es otro que la partida Inmortal de Andersen y Kieseritzky, disputada en Londres en 1851, de la que se ofrece su desarrollo.

La novela cuenta dos historias completamente diferentes, las andanzas de Mariano Pérez Alba, un joven adinerado y hastiado, muy adinerado y muy hastiado, en una pequeña ciudad española que no se nombra y Rafael, un cubano que trabaja para la resistencia anticastrista. Solo al final de la novela las dos historias se entrelazarán para dar pie al desenlace.

Además de las referencias estructurales que hemos citado, el ajedrez es una vaga afición de Mariano. Lo juega con una amiga, una vez al año.
—Pepa, tráeme el ajedrez. El de viaje.
—¿Otra vez ella?
—Sí; otra vez.
—Es muy tarde para ver a nadie.
—A ella no. Trae el ajedrez.
Para ella «el ajedrez era un remanso, que igual permitía la fijeza del pensamiento que el viaje de la imaginación». Para él, simplemente un rito que había que cumplir. Además de Andersen, Kiseritzky, mencionados en el prólogo, también se nombran las defensas Philidor y Laske (sic). Al final de la obra, Mariano se «sacrifica» y aquí cobra pleno sentido el título de la novela, para obtener un beneficio para las poquísimas personas que estima, mientras él se lanza a la «búsqueda de un Dios paternal». 

Sin embargo y pese a lo dicho, me parece que más que un gambito la figura ajedrecista que mejor cuadra con la estructura de la novela es la del «automate». El automate es un tipo de problema en el que las blancas, en vez de intentar dar mate al rey contrario, tienen que forzar a las negras a dar mate a las blancas. Jugar a perder, en suma.

FICHA TÉCNICA
CARMELO M. LOZANO
GAMBITO DE ALFIL DE REY
PLAZA & JANÉS. BARCELONA, 1967
PORTADA DE R. MUNTAÑOLA



 

sábado, 20 de marzo de 2021

365º


Ocho años de trabajo le llevó al fotógrafo español Eugenio Recuenco preparar su obra 365º. Compuesta por 366 imágenes (como un año bisiesto) realizadas siempre en el mismo decorado, una habitación gris iluminada por una ventana, está concebida como una obra única, pensada para que todas las fotos se exhiban a la vez, montadas sobre cajas e iluminadas por detrás. Una hoja de calendario, presente en todas las fotos, pero a veces difícil de localizar, es el hilo conductor del trabajo.

Obra ambiciosa, es casi imposible apuntar todas las referencias culturales que contiene. De alguna forma, lo que nos ofrece es la imagen que del mundo se ha hecho el artista a lo largo de su vida. Sus gustos, las noticias que le causaron impacto, sus libros, sus películas, sus cuadros o los personajes literarios que le han dejado huella o el impacto causado por las nuevas tecnologías y los videojuegos.

El autor comenta que pensó la obra en tres niveles. El primero sería el básico «placer por contemplar», luego vendría la «satisfacción por entender» y tercero y más profundo la «comprensión y reacción». Sin embargo, al ser una obra en clave muy personal, algunas fotos pueden resultar algo crípticas y dejar al espectador varado en el nivel uno.

El día 30 de enero, un tablero de ajedrez llena el espacio. ¿Alicia? ¿Duchamp? Quizá ambos.


miércoles, 17 de marzo de 2021

MASI

Masi es una obra de la directora teatral neozelandesa Nina Nawalowalo. El nombre de la obra se refiere a un tejido tradicional de varias islas del Pacífico fabricado con corteza de árbol. La obra mezcla danza y motivos gráficos tradicionales con la trama.

Masi es también una historia de amor.

En los años 50, los padres de la directora, el gran jefe Ratu Noa Nawalowalo, de la isla de Kadavu, en el archipiélago de las Fiyi, y Mary Tancock, la hija de dos profesores ingleses de la Universidad de Cambridge, coincidieron en Wellington, la capital de Nueva Zelanda. El gran jefe estaba allí para completar sus estudios; Mary, de vacaciones.

Ambos estaban interesados en el ajedrez y el azar los reunió en un club. Al cabo de unas cuantas partidas comenzó el romance. Poco después se casaron.

Quiso la casualidad que la compañera de piso de la joven Mary fuera una fotógrafa que estaba que estaba dando sus primeros pasos con la cámara, Ans Westra, quien recogió el idilio de la pareja. Las fotos de Westra forman parte del decorado de la función, de forma que podemos ver al mismo tiempo a los protagonistas de la historia con los actores que los interpretan en la ficción.

Ya sabemos que el ajedrez es buenísimo para el amor. Desde Tristán e Isolda hasta la fecha.

Masi.
 

 



domingo, 14 de marzo de 2021

DESPERTAR EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS


Aunque técnicamente no sea una ilustración, es un óleo sobre lienzo de Michael Cheval (1966), un pintor norteamericano de origen ruso, incluimos esta obra en la categoría «ilustradores de Alicia» por su absoluta relación con el mundo de Lewis Carroll. Empezando por el título —Despertar en el país de las maravillas— y siguiendo por los personajes —el Conejo blanco, la Oruga azul, fumando su narguile, el Gato de Cheshire; hasta el Dodo se adivina detrás de la mesa de té, donde queda un recuerdo del Sombrerero y la Liebre de Marzo, con Alicia, algo mayorcita ya, de rodillas sobre un tablero doble de ajedrez— todo se relaciona en esta obra con Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas y su continuación A través del espejo y lo que Alicia encontró allí

Michael Cheval define su arte como «absurdista» y marca las distancias con el surrealismo, que es como se suele adjetivar su pintura. El artista define el «absurdo» como la cara opuesta de la realidad o el reverso de la lógica y se llega a él después de un proceso intelectual que pone la imaginación al servicio de una historia, de una trama. No es nada inconsciente, automático u onírico, como querría el surrealismo.

Dentro de la vasta producción de Cheval las alusiones a los juegos son muy frecuentes y entre ellas destaca el ajedrez, que aporta su enorme capacidad metafórica a su trabajo. Los ajedreces de este autor suelen ser enormes, multiplicando por mucho el número de escaques y de piezas y adquieren distintos significados según la obra. Iremos viendo algunos de vez en cuando.

FICHA TÉCNICA
MICHAEL CHEVAL
WAKE UP CALL IN WONDERLAND (DESPERTAR EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
ÓLEO SOBRE LIENZO. 76,2 x 76,2 cm.
COLECCIÓN PARTICULAR

viernes, 12 de marzo de 2021

REDMER HOEKSTRA

Redmer Hoekstra (1982) es un ilustrador neerlandés que cultiva una figuración fantástica e imaginativa, pero realista en la representación, en la que mezcla objetos de procedencia muy diversa. En su obra lo orgánico se funde con lo inorgánico, lo humano con lo animal, o con lo vegetal; o con lo animal y lo vegetal a un tiempo. Los animales se hacen música y el interior de los objetos puede esconder cosas sorprendentes. Un mundo fantástico, abierto a cualquier interpretación. 

En la imagen que mostramos, de 2017, creemos adivinar un reflejo de la célebre aporía de Zenón. La lenta tortuga y el vertiginoso ritmo de una partida relámpago.

miércoles, 10 de marzo de 2021

ZUGZWANG, POR MENCÍA GÓMEZ LUNA

El primer poemario de Mencía Gómez Luna (2001) tiene por título Zugzwang. Este es el poema que da nombre al libro. 

«Recordando el cardo y el romero,
inocencia de un recuerdo,
asomada a un pozo de dolor,
se han sucedido balas
y monedas de cartón,
de dos caras,
sin opción a cruz.
He probado mi vida
En cuatro pétalos caídos,
He sentido el desencanto
Por palabras asépticas,
Promesas y clavos;
He sido inútil peón
Estático en la jugada
En estado de zugzwang»;
«Me he hablado a mi misma
En la letra de una canción cursi,
Pero tremendamente triste,
Reflejándome en mi soliloquio;
Y finalmente,
Tras desangrarme en versos,
He huido sin maletas de viaje».

Para conocer mejor a Mencía Gómez Luna, su blog Las palabras escuecen


FICHA TÉCNICA
MENCÍA GÓMEZ LUNA
ZUGZWANG. OBLIGACIÓN DE MOVER PIEZA
LETRAS DE AUTOR. MADRID, 2019

domingo, 7 de marzo de 2021

TABLAS POR SEGUNDOS DE ICCHOKAS MERAS

Y en la misteriosa quietud de la noche había gente, lámparas de carburo, una pequeña mesa de ajedrez y piezas, algunas piezas muertas y dos vivas: Isaac Lipman y Adolf Schoger.

Las piezas muertas no eran más que un trozo de madera.

Pero las vivas eran luchadores.

Cubierta de una edición alemana
Tablas por segundos
El diagrama reproduce un momento de la Inmortal

El sorteo ritual del color, escondiendo un peón de cada bando en las manos cerradas, es la primera escena de la novela corta Tablas por segundos, del escritor lituano Icchokas Meras y de la que ya hemos hablado aquí hace mucho tiempo.

La partida que se va a disputar es a vida o muerte.

Probablemente, esta novela inaugura un subgénero que ha tenido cierta aceptación entre los escritores interesados en el ajedrez como tema literario, al menos yo no conozco ninguna anterior. Hablamos de novelas ambientada en la II Guerra Mundial en la que la vida de los prisioneros judíos se dirime en una partida de ajedrez. La variante Lünenberg, de Paolo Maurensig, o El jugador de ajedrez, de Julio Castedo, han seguido después esa senda. 

Pero Tablas por segundos es anterior; y probablemente, mejor. Seguramente porque Meras conoció el Holocausto de primera mano. Icchokas salvó la vida por casualidad a los siete años, en el último momento, al pie de una zanja donde sus padres ya habían sido asesinados. Pasó la guerra escondido entre los seis hijos de una familia campesina que lo acogió. Al terminar el conflicto, Lituania era soviética y Meras quería ser escritor. Lo logró. Sus escritos no acabaron de gustar y terminó exilándose en Israel.

Isaac Lipman, el protagonista de la novela, apenas un adolescente y uno de los siete hijos de Abraham Lipman, juega al ajedrez contra Schoger, el comandante del gueto de Vilna, en Lituania. 
—¿Tú eres Lipman, el que juega al ajedrez?
—Sí, soy yo.
—¿Juegas con Schoger? 
—Sí.
—Me lo imaginaba —dice Janek—. ¿Y por qué juegas con él?
—Porque me lo manda.
—¿Sólo por eso?
—No. Así le obligo a rendirse.
—¿Nunca ha ganado?
—No.
—¿Y nunca ha hecho tablas?
—No.
—Sé que eres un buen chico, Isia.
—¿Yo?
—Sí. Pero de todas formas debo hablar contigo.
—No me gusta hablar del ajedrez —me excuso—. Puedo encerrarme y jugar contra mí mismo. También puedo obligar a Schoger a rendirse. Pero cada vez me resulta más difícil. Antes era fácil. Ahora siempre tengo miedo de perder. Por eso no quiero hablar.

Schoger quiere derrotar como sea a Lipman. Se trata de una persona libre frente a un prisionero, de un hombre frente a un chiquillo, de un ario frente a un judío. Por supuesto, ni ser libre ni ser adulto ni ser ario garantizan la excelencia ajedrecística. Pero una ideología que defiende el racismo y la superioridad de unos sobre otros casa mal con aceptar las derrotas con deportividad, sobre todo si vienen de manos de los considerados inferiores.

El comandante nazi impone una terrible condición. Todos los niños del gueto están a punto de ser deportados. No hace falta explicar a dónde. Si Lipman gana la próxima partida, los niños se salvarán, pero él perderá la vida. Si pierde, se salvará. Pero los niños serán deportados y, probablemente, morirán.

Para que Lipman tenga difícil entregar su vida por la de los niños, ni siquiera el heroísmo está permitido, Schoger deja claro que Ester, a quien Lipman ama con la pasión que solo los adolescentes conocen, correrá la misma suerte que él. Morirá si él muere, se salvará si él se salva.

Un error a la hora de establecer las condiciones del duelo deja un agujero para la esperanza: las tablas. Si hay tablas todo quedará como está. Lipman tiene que intentar conseguir las tablas. Pero todo jugador sabe que jugar a tablas conlleva sus riesgos. ¿Qué hará Lipman?

En medio del horror del gueto todavía queda espacio para la poesía, aunque sea mediante la imaginación, poesía que viene simbolizada por las flores. Porque «¿quién puede prohibir las flores?». En medio de la tragedia, en medio de la degradación, en medio de la inmoralidad y la vileza aún queda espacio para la dignidad y el amor. Tablas por segundos nos muestra estas cosas mediante una narración de alta intensidad emocional que progresa de forma fragmentada, contando a través de los siete hijos de Abraham Lipman, la historia de una época y un puñado de seres humanos.

Una curiosidad, cómo se ha traducido el título a diferentes lenguas. 

El original lituano es Lygiosios trunka akimirką, algo así como Las tablas solo duran un instante; en alemán se tradujo como Remis für Sekunden (Tablas por segundos); en español se ha traducido, siguiendo el alemán, como Tablas por segundos, en España, y por Jaque perpetuo, en Argentina; en Francia La partie n'est jamais nulle (La partida nunca es tablas); en Israel תיקו עם המוות (Tablas con la muerte); en italiano (Scacco perpetuo); en turco Zafer bizim olacak (La victoria será nuestra) y en inglés Stalemate (Tablas) A Stalemate Lasts But a Moment, el más parecido al original.

Cubierta de una edición argentina de los años 70
Se tradujo por Jaque perpetuo

Cubierta de una edición francesa
El título sería más o menos La partida nunca es tablas

Cubierta de una edición israelí en hebreo
La traducción sería Tablas con la muerte

Cubierta de una edición norteamericana
La traducción del título sería Ahogado

Cubierta de una edición española
Tablas por segundos, al igual que en alemán

Cubierta de una edición turca
La victoria será nuestra

Cubierta de una edición lituana
Las tablas solo duran un instante

Quiero dar las gracias al GM Arthur Kogan, quien me ayudó con la traducción del hebreo y algunas portadas, y al MF Eduardo Serrano, que hizo lo propio con el lituano.

FICHA TÉCNICA
ICCHOKAS MERAS
TABLAS POR SEGUNDOS (1963)
RBA. BARCELONA, 2004
TRADUCCIÓN DE MACARENA GONZÁLEZ

viernes, 5 de marzo de 2021

HABITACIÓN 42: DONDE LO EXTRAÑO SUCEDE


Room 42: Where the Bizarre Happens (Habitación 42: donde lo extraño sucede) es una serie fotográfica del suizo Stefan Rappo

La idea de partida de esta serie fue reunir a un grupo de personas cuyo aspecto físico fuera inusual y contrario a los cánones de belleza al uso y colocarlo en un ambiente imaginario. Su pretensión: reflexionar sobre sus vidas, sus temores y sus logros, y sobre todo, cuestionar qué significa, qué es realmente la Belleza.

Utilizando como escenario siempre el mismo decorado, que reproduce una habitación vulgar, Rappo ha fotografiado escenas poco convencionales, enigmáticas y un punto absurdas, como la que mostramos como ejemplo de su obra, en la que un hombretón hecho y derecho se enfrenta al ajedrez con un osito de peluche.

miércoles, 3 de marzo de 2021

EL ESPÍA DE FRANCO


En 1950, un diplomático español, José Gallostra y Coello de Portugal (nada menos), que actúa como representante no oficial de España en los Estados Unidos Mexicanos —no oficial porque en aquella época ambos países no mantenían relaciones diplomáticas— pero que era de común conocimiento que realmente operaba como espía, fue asesinado en Ciudad de México.

Este hecho real da pie al historiador, crítico de arte y novelista mexicano Luis Rius Caso a mostrar una amplia panorámica de las tensas relaciones existentes entre España y México después del golpe de Estado fascista de 1936. Y también de las no menos tensas relaciones que se establecieron entre la emigración republicana y la burguesía criolla y el apasionado debate que surgió de ello en torno a cuestiones como la hispanidad o el indigenismo, debate que en el seno de la comunidad española rescató el tópico de las dos Españas, aunque en este caso ambas Españas fueran unas Españas expatriadas.

Articulada en torno a personajes ficticios, por la novela desfilan un sin fin de figuras históricas: políticos y artistas mexicanos y, prácticamente, todos los intelectuales republicanos exilados por la guerra sin faltar uno de la cuenta.

El hilo argumental que guía la novela es la cuestión de quién fue el instigador intelectual del asesinato. El autor material fue un anarquista que actuó como sicario. ¿Pero quién salía ganado con la jugada? Es algo que no se ha resuelto todavía y a lo que el libro no da respuesta, aunque repasa todas las hipótesis posibles. El resultado práctico fue que las relaciones diplomáticas entre España y México, uno de los probables empeños de Gallostra, y que habría significado un rotundo éxito para la España franquista, no se reestablecieron hasta después de la muerte del dictador.

José Gallostra y el pintor Domingo Torres, el protagonista del libro, son ajedrecistas y el ajedrez tiene una presencia importante en la novela.

Las treinta primeras páginas del libro, y este es el primer punto de interés ajedrecístico de El espía de Franco, son reflexiones e incidencias en torno a una partida de torneo que juegan el pintor y el diplomático. Solo mediado el libro descubriremos que el errático comportamiento de Gallostra, quien se ausentaba frecuentemente del tablero, aun a costa de su tiempo, su insistencia en aplazar en una posición perdida y su incomparecencia en la reanudación del juego encubrían el adulterio que estaba cometiendo con la esposa de su rival.

El segundo aspecto en el que el ajedrez es importante viene de la mano del marido cornudo. Fiel a la gran tradición pictórica mexicana —Orozco, Rivera y Siqueiros son solo unos pocos—, Domingo Torres es muralista. Decide plasmar en un mural lo que hemos dicho que es la trama del libro: el debate sobre la herencia española, el indigenismo, la colonia española en México y las tensiones políticas que se desarrollaron en torno a ella. Para representarlo, Domingo retrata en un mural  a todos los actores del drama y, singularmente, a todos los sospechosos del asesinato. El recurso que empleó fue enfrentar en unas simultáneas al diplomático asesinado, que aparece pintado muerto en el primer plano de la composición, con todos los candidatos a ser los instigadores del crimen. 

La obra de Domingo, no podía ser de otra forma, promovió tensiones, suscitó miedos y levantó sospechas. Las ofertas espurias de compra, las amenazas y los chantajes se sucedieron rápidamente. Con un punto de humor, nuestro pintor decide abandonar, al final de la novela, la pintura figurativa de carácter social para entregarse al expresionismo abstracto, que da menos quebraderos de cabeza y más satisfacciones estéticas.

La tercera subtrama ajedrecística hace referencia al tablero y las piezas de Gallostra, un soberbio modelo Stauton del número 6, que el diplomático llevaba a los torneos para jugar en ellos (era costumbre que los jugadores llevaran sus propios juegos de ajedrez a los torneos). Las piezas siguen unas peripecias que proporcionan indicios de quien pudo estar relacionado con el crimen.

Obra a medio camino entre la novela histórica y la novela de investigación, nos muestra un poco conocido, al menos para mí, aspecto de nuestra historia.

FICHA TÉCNICA
EL ESPÍA DE FRANCO
LUIS RIUS CASO
ALFAGUARA. MÉXICO, 2019


lunes, 1 de marzo de 2021

ROMAN KRAMSZTYK


Roman Kramsztyk (1885-1942) fue un pintor polaco de ascendencia judía. Su producción retratística es muy amplia y desenfadada ya que solía mirar a sus modelos con humor y ternura. Durante la II Guerra Mundial, fue internado en el gueto de Varsovia, donde se dedicó a documentar gráficamente la vida de los prisioneros judíos. En 1942, murió en el gueto, de un disparo en la cabeza realizado por un soldado.

Este jugador de ajedrez es un retrato de Bruno Winawer (1883-1944), científico, autor teatral, actor cinematográfico y escritor de ciencia ficción.

Winawer también estuvo preso en el gueto de Varsovia. Logró escapar, pero solo para ser capturado de nuevo y enviado al campo de concentración de Treblinka. Sin embargo, volvió a escapar. Toda una hazaña.


FICHA TÉCNICA
AJEDRECISTA (RETRATO DE BRUNO WINAWER), 1918
ÓLEO SOBRE LIENZO
COLECCIÓN PARTICULAR