Este retrato del doctor George A. Johnston es una obra tardía del artista alemán Kurt Schwitters. No debe sorprender que se trate de una obra figurativa. Pese a que su fama se cimentó sobre su obra más vanguardista, Schwitters realizó durante toda su vida cuadros figurativos, si bien, todo hay que decirlo, la mayoría de las veces movido a ello por la mera subsistencia.
Formado en la tradición expresionista alemana, Schwitters empezó a distanciarse de la figuración a finales de la I Guerra Mundial. Como otros muchos artistas, sintió que las formas tradicionales no eran capaces de expresar la nueva sociedad e, imbuido por la idea de que crear no era imitar, bien fuera a la naturaleza o a otros artistas, buscó su camino en medio de la devastación ocasionada por la guerra. Y lo encontró rebuscando entre los escombros. De entre ellos fue recolectando los deshechos de una sociedad destruida y con ellos empezó a construir un arte nuevo.
A partir de este momento sus óleos se convirtieron en collages en los que aparecían, clavados o pegados todo tipo de materiales encontrados en la calle: maderas, quincalla, trapos, papeles viejos... Había nacido MERZ.
Merz fue el nombre elegido por Schwitters para definir su práctica artística y además el nombre de la revista que editó para popularizar sus ideas. Ideas que por cierto no se quedaron en la pintura sino que abarcaron la poesía, la tipografía, la escultura, el diseño gráfico, la fotografía e, incluso, lo que con el paso del tiempo vendría a llamarse instalaciones o performances.
Scwitters trabajó activamente en todos estos aspectos del arte y en estrecho contacto con artistas e intelectuales de Alemania y Europa hasta que, apartir de 1933, el advenimiento del nazismo supusiera una gran amenaza para él. A pesar de que contra él no había ninguna reticencia étnica, su decidido pacifismo y su escasa docilidad a las doctrinas estéticas nazis eran dificilmente soportables por el régimen.
En 1937 fue seleccionado para la exposición "Arte degenerado", el ajuste de cuentas de los nazis con el arte moderno, y su obra fue retirada de los museos. Ese mismo año se exilaba a Noruega. De allí tuvo que volver a huir, ya empezada la guerra, cuando Hitler invadió el país escandinavo en 1940. Se marchó a Inglaterra. Pero, en Inglaterra era un alemán así que le recluyeron en un campo de concentración. Pese a todo, fue liberado tras dieciocho meses y se quedó en Inglaterra instalándose primero en Londres y por fin definitivamente en Ambleside.
El retrato del doctor Johnston pertenece a la últimos años de la vida de Schwitters. La salud del artista se había deteriorado notablemente durante el exilio y Jonhston, quien ejercía en Ambleside, se convirtió en un buen amigo del artista. La obra se realizó en 1946 cuando Schwitters, debido a una fractura de cadera, tuvo que guardar un reposo prolongado y el doctor se acercaba a diario a jugar una partida de ajedrez con él que aliviara su convalecencia.
A propósito de este cuadro circula una anécdota que no he podido verificar. Al parecer, Schwitters escribió a un amigo que las partidas contra el dr. Johnston le ponían en un dilema a la hora de retratarle: No sé si dejarle ganar; entonces tiene un aspecto amistoso, pero la gente pensará que soy un mal ajedrecista; o ganarle, pero entonces se le pone mala cara y la gente pensará que soy un mal pintor.
FICHA TÉCNICA
EL DR. GEORGE A. JOHNSTON JUGANDO AL AJEDREZ CON KURT SCHWITTERS
OLEO SOBRE LIENZO
ARMITT MUSEUM. AMBLESIDE. REINO UNIDO