jueves, 8 de marzo de 2018

REINA

Audrey Flack, artista pionera del Hiperrealismo, es la autora de Queen (Reina), un cuadro autobiográfico que explora el universo femenino. Todos los objetos que aparecen en la composición guardan una relación directa con la vida de la artista. Las pinturas son las que usa como maquillaje o en sus cuadros. Los objetos son personales, como el reloj o el llavero con su inicial. La reina de corazónes y la dama de ajedrez simbolizan su afición por los juegos pero además, pese al poder de ambas figuras en sus respectivos juegos, su posición subordinada frente a los reyes. La fruta y la flor como símbolo de la sexualidad femenina. El doble medallón nos da la prueba autobiográfica ya que contiene los retratos de la artista y de su madre.


A todo el grupo hiperrealista le interesaba la fotografía y el reflejo de la luz sobre la superficie de los objetos que podían encontrarse en la vida cotidiana. Sin embargo, la práctica de Flack se distanciaba de la de sus colegas masculinos, pese a la similitud en la técnica y el enfoque. La práctica de sus compañeros de tendencia era, podríamos decir, más simple: salen a la calle, eligen un motivo, lo fotografían y lo copian en el estudio. Flack, por el contrario, compone cuidadosamente sus bodegones, disponiendo milimétricamente los objetos que los pueblan e intentando dotarlos de un significado crítico. Luego, el proceso es el mismo: se fotografía el bodegón y se copia en el estudio. Otra cosa que la separa del grueso del movimiento hiperrealista es su preocupación por el arte del pasado, en particular por el del Barroco español, frente al gusto por lo contemporáneo del resto del grupo.  Efectivamente, Queen puede leerse también como una vanitas e incluso como una alegoría de los cinco sentidos. Esta distancia de sus compañeros fue poco y mal entendido en la época y Flack fue menospreciada por la crítica.


Las dos imágenes que mostramos, la fotografía previa, sobre estas líneas, y el cuadro resultante, arriba del todo, nos permiten explicar la forma de trabajo de Flack. La artista componía un bodegón entre dos planchas de vidrio y fotografíaba el conjunto. La diapositiva resultante se pasaba a papel primero y después se proyectaba sobre un lienzo en el estudio. La artista reproducía con un detallismo extremo todos los detalles de los objetos, la textura de los materiales, los reflejos de la luz en un proceso que podía llegar a durar hasta seis meses.


Cuadro fundamental en la obra de Audrey Flack, quizá por ser la que mejor recoge tanto su idearios como su habilidad técnica, la artista suele ser requerida a retratarse delante de él con cierta frecuencia. Dos ejemplos: arriba, en 1976. El año en que pintó el cuadro. Abajo, en 2009, en una exposición en el Guggenheim de Berlín.




FICHA TÉCNICA

AUDREY FLACK 
QUEEN (1976)
ACRÍLICO SOBRE LIENZO. 203,2x203,2 cm.
COLECCIÓN SUSAN P. Y LOUIS K. MEISEL (NUEVA YORK)

AUDREY FLACK
QUEEN (1975)
PAPEL FOTOGRÁFICO. 50,08 X 50,08 cm.
THE METROPOLITAN MUSEUM OF ART

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