El escritor polaco, residente durante veinticuatro años en Argentina, Witold Gombrowicz fue muy aficionado al ajedrez, en el que encontraba alivio a su situación, muchas veces dramática por la pobreza y la soledad en que vivía en Buenos Aires.
El café Rex, en el 831 de la Avenida Corrientes, era un punto de encuentro de ajedrecistas e intelectuales. En una mesa como la que muestra la fotografía, se tradujo de forma colectiva, ya que participaron multitud de parroquianos que discutían los términos de la traducción a voz en grito, la obra fundamental de Gombrowicz: Ferdydurke (Edhasa. Barcelona, 1984 con un prólogo de Ernesto Sábato, con quien jugó alguna partida en el Rex)
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