La honda canción del hombre, el astuto susurro de alguien oculto pero vagamente conocido, huracán en el maizal, una partida de ajedrez, fuera la reina, el rey, Karl Franz, negro Titanic, el señor Chaplin llorando, Stalin, Hitler, una multitud de judíos, mañana es lunes, no se baila en las calles.
Oh, fugaz momento de la vida: ha terminado, de nuevo la Tierra es ahora.
Quizá el momento más poético de El joven audaz sobre el trapecio volante sea la primera parte del cuento homónimo, al que pertenece este fragmento. Este título fue el primer volumen publicado (1934) por el estadounidense de origen armenio William Saroyan. Su publicación significó el impulso decisivo para que pudiera desarrollar su carrera como escritor.
La imagen que acompaña al texto es el óleo El rey ha muerto, del británico Matt Alexander Ray.
EL JOVEN AUDAZ SOBRE EL TRAPECIO VOLANTE
ACANTILADO. BARCELONA, 2004
TRADUCCIÓN DE J. MARTÍN LLORET
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