jueves, 31 de octubre de 2019

EL ESTUCHE DE AJEDREZ

Ilustraciones de Sr. García para un artículo de Chiqui Barbero titulado El estuche de ajedrez que fue publicado en la edición digital del diario Sur el 20 de diciembre de 2018. Los collages presentan, como si fueran trebejos, a parte de los personajes públicos citados en el texto.

El artículo de Barbero, que se presenta a sí misma como una «reverente aficionada» al ajedrez,  pretende explorar las relaciones entre la creación artística e intelectual y el juego y repasar la lista de los personajes célebres aficionados a él.

En el texto se deslizan sin embargo algunas inexactitudes que comentamos someramente. Hablando de los músicos aficionados al ajedrez dice:
Mozart, por ejemplo, además de ser un prodigio musical se convirtió en el mejor ajedrecista de la época.
Aparte de que ni siquiera es seguro que Mozart fuera aficionado al ajedrez —aunque es muy posible, ya que lo eran su hermana Maria-Anna y su padre, Leopold— lo que desde luego no es posible es que fuera el mejor ajedrecista de su época. Antes de que Mozart naciera, y después de que muriera, el mejor ajedrecista —y en pocas épocas puede haber menos dudas sobre quién era el mejor que en esta— era curiosamente otro músico: Philidor.

También se afirma:
No sabemos si Prokofiev dedicó el mismo tiempo a resolver problemas ajedrecísticos que a componer hermosas partituras, pero sí nos consta que alcanzó una maestría en este juego que lo hizo capaz de disputar partidas con el mismísimo Capablanca.
Dicho así parece que Prokofiev y Capablanca estaban al mismo nivel. Sin desmerecer a Prokofiev, que efectivamente fue un fuerte aficionado, lo que pasó es que el músico ruso disputó con el cubano tres partidas en otras tantas simultáneas que Capablanca ofreció en Moscú en 1914. Prokofiev ganó una, lo que es sin duda un magnífico resultado pero eso no le igualaba ni de lejos con el futuro Campeón del Mundo.

Isabel I, reina de Castilla, dicha La Católica
Catalina II, emperatriz y autócrata de Toda Rusia, llamada La Grande
Wolfgang Amadeus Mozart

Peor es cuando nos adentramos en la filosofía.
Sócrates, en el «Fedro», cuenta que el rey egipcio Teut inventó la escritura, los números, la geometría y el juego de ajedrez.
Y
También se ha citado a Aristóteles como uno de los inventores de problemas de ajedrez, aconsejando su práctica por sus virtudes terapéuticas y como eficaz remedio para ahuyentar el desánimo y superar la frustración.
Según se acepta comúnmente, el ajedrez surgió en la India aproximadamente en el siglo VI d C. Para cuando esto sucedió, Platón y Aristóteles llevaban casi mil años muertos.

Le Corbusier
Jorge Luis Borges
Santa Teresa

Y también hay algunos errores cuando se habla propiamente de ajedrez. Con respecto a la partida Andersen-Kieseritzky conocida como La inmortal se dice:

...una partida real del siglo pasado, «La inmortal», conocida por su breve duración.

Aunque es cierto que la Inmortal —que se disputó el 21 de junio de 1851— no es una partida muy larga —solo veintitrés jugadas— nunca había visto señalado este hecho antes como lo reseñable de ella. Sí, en cambio, el ser uno de los ataques más profundos y espectaculares con los que nos ha deleitado el ajedrez romántico.

Y para terminar se dice:
Kasparov se negó durante mucho tiempo a jugar con la campeona Judith Polgar por considerarla una rival débil, pero finalmente accedió. Judith Polgar se encargó de silenciar para siempre sus palabras ganando siete partidas de diez al arrogante campeón.
Esto si que resulta difícil saber de dónde ha salido. Es cierto que Judit Polgar ha sido la primera mujer en derrotar a un campeón del mundo en ejercicio. Y es cierto que Kasparov no trató nunca bien a Judit, con desprecios públicos y opiniones sumamente peyorativas contra ella. Pero nunca he oído que la vetara en ningún torneo y desde luego no perdió «siete de diez» frente a Judit. Entre 1994 y 2006 se enfrentaron en dieciséis ocasiones. Judit ganó una —en 2002, en el torneo de rápidas Rusia contra Resto del Mundo—, entabló tres y perdió doce.


Bertold Brecht
Vasili Kandinsky


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