La campaña napoleónica de Egipto y Siria despertó una oleada de entusiasmo por conocer un destino exótico y entreverado de leyenda y misterio. Los científicos se apresuraron a viajar a la zona para descubrir sus secretos, los artistas les siguieron para desvelar su magia. Había nacido el Orientalismo. Una visión paternalista y cargada de prejuicios de un mundo rebosante de luz, de aromas y erotismo.
Alexandre Bida (1813–1895) fue uno de esos artistas. Discípulo de Delacroix, viajó extensamente por la zona: Grecia, Egipto, Turquía, Palestina, Líbano... Una de las obras que realizó en ese viaje son estos Tres turcos jugando al ajedrez custodiados en el Château de Malmaison donde, por terminar con los mismo con lo que empezamos, Napoleón Bonaparte supustamente jugó una partida de ajedrez con la condesa de Rémusat.
FICHA TÉCNICA
ALEXANDRE BIDA
TROIS TURCS JOUANT ÉCHECS
DIBUJO SOBRE LÁPIZ. 247 x 294 cm.
MUSEO DEL CASTILLO DE MALMAISON
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