sábado, 31 de enero de 2015

CANCIÓN A UNA MUCHACHA AJEDRECISTA MUERTA


Llueve sobre el verano del tablero.
En blanco y negro llueve sobre ti.
Nadie controla tu reloj: te espero
....................................para jugar allí.


¿Tú mueves o yo muevo? Quién lo sabe.
Quién sabe si allá juega o juega aquí.
De pronto tu tablero es una nave
que te lleva y nos lleva hacia un jardín.

Hacia un jardín remoto de caballos
que inmóviles nos mirany a un alfil
que negro lanza rayos, rayos, rayos,
y hace mil años que está de perfil.

Hacia un jardín remoto de tres torres
donde una dama blanca va hacia ti,
te llama a ti, y tú hacia ella corres
..................................y no hay en ella fin.

Donde un peón ha roto ya los sellos
y te ciñe las sienes de marfil,
y un rey recoge ahora tus cabellos
para cubrir con ellos su país.

Hacia un jardín remoto al mediodía,
donde el agua se tiende en su dormir,
y ya no hay sed y nunca hay todavía
y hay un árbol de sol en el jardín.

Sólo que tú no estás. Y está la luna
cayendo interminable en el jardín
sobre las soledades de una cuna.
Y hay olor de silencio y de partir.




Otro poema de "Fénix de madrugada", poemario de 1994 del chileno Miguel Arteche. Está dedicado a Macarena Baráibar una ajedrecista chilena que falleció en plena juventud. Ya hemos comentado la afición de Arteche por el ajedrez, al que quiso dedicarse de joven. En una edición de "Destierros y tinieblas" (Pehuén. Santiago de Chile, 1999) que recoge unas breves notas biográficas leemos: "soy un poco lobo solitario: a veces alegre, a veces nostálgico; a veces intratable, a veces hipnótico (de mí mismo); a veces agorafóbico, a veces claustrofóbico, a veces orgulloso, a veces humilde; a veces (me siento) inventor de música, a veces gran maestro de ajedrez (que es lo que quise ser, y no fui), y terminé en aficionado silvestre".



La foto de Macarena la he cogido del blog "La patata tórrida" del poeta y ajedrecista Gonzalo Ríos Aranda.

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