Anne Margrethe Hjelvik es una pintora de vocación tardía. Después de trabajar en la industria musical, a los cuarenta y cinco años experimentó una fuerte necesidad de expresarse artísticamente. Abandonó su trabajo, tomó cursos de arte y empezó a pintar. El éxito la acompañó y desde entonces exhibe con frecuencia en galerías noruegas e internacionales.
Se declara en deuda con el surrealismo, aunque sus paisajes y fondos tienen una gran tendencia hacia la abstracción. Temáticamente, su obra es muy variada, con especial predilección por los motivos marítimos y los paisajes, aunque caben también retratos y escenas fantásticas.
El cuadro que mostramos se titula Jaque mate y parece un autorretrato.
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