viernes, 11 de noviembre de 2011

JOSÉ GALLEGOS Y ARNOSA

José Gallegos y Arnosa fue un pintor español del último tercio del siglo XIX y principios del XX. Se formó en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid bajo la dirección de Federico Madrazo y, una vez concluidos sus estudios, viajó por el norte de África e Italia donde se afincaría definitivamente. Como concesión a la crónica social, diremos que fue hermano del fundador y primer presidente del Sevilla Fútbol Club. 

Su producción sigue la estela de Mariano Fortuny, dedicándose fundamentalmente a la pintura de casacones que, como ya hemos comentado en otras ocasiones, era una pintura realizada en pequeño formato y con gran primor técnico que buscaba su fuente de inspiración en el siglo XVIII y que elegía como temas escenas de género o costumbristas.

Este tipo de cuadros era muy demandado por la burguesía adinerada del siglo XIX y su ejecución garantizaba a los mejores pintores la obtención de pingües beneficios. Así ocurrió con Gallegos que logró vender sus cuadros con facilidad y a buenos precios a coleccionistas holandeses, ingleses, rusos y norteamericanos, entre estos últimos se contaba el magnate de la prensa y coleccionista compulsivo de arte William Randolph Hearst. 

Y ya que estamos de concesiones, una pequeña anécdota. José Gallegos tenía su casa y estudio en un viejo edificio de la vía Ripetta, en Roma, justo en el piso superior a uno ocupado por miembros de la Compañía de Jesús. El edificio era muy viejo y estaba en estado semiruinoso. Un día que la cocinera de Gallegos estaba deambulando por la cocina, y era una mujer de tan buen cocinar como comer, el suelo cedió bajo sus pies y cayó a los aposentos de los jesuitas que, ni que decir tiene, eran un espacio vedado a las mujeres. Los santos padres, poco habituados a la presencia femenina, tomaron el asunto por milagroso y se hincaron de rodillas gritando que un ángel había caído del cielo. O así, al menos, se dice que lo contó L'Osservatore Romano

Dentro de la pintura de casacones son casi un subgénero los retratos de dignatarios eclesiásticos jugando al ajedrez. Gallegos dejó buenos ejemplos de ello.







FICHA TÉCNICA

LA PARTIDA DE AJEDREZ
ÓLEO SOBRE TABLA. 35,3x50,8 cm.
COLECCIÓN PARTICULAR


LA PARTIDA DE AJEDREZ
ÓLEO SOBRE TABLA. 15,8x25,7 cm.
COLECCIÓN PARTICULAR


Todavía hay una tercera obra de tema ajedrecístico en la producción de Gallegos, según podemos ver en el sitio web a él dedicado. Solo hay una fotografía en blanco y negro y carezco de cualquier dato sobre ubicación, fecha o técnica. Pero la publico a la espera de  datos más precisos.



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