El viernes 4 de octubre de 1966, el artista francés Marcel Duchamp asistió a la inauguración de una exposición del estadounidense Bill Copley en el Museo Stedelijk de Amsterdam. Allí se reunió con sus viejos amigos de la época dadaísta y surrealista Man Ray, Max Ernst y René Magritte, con los que posó desenfadadamente ante el objetivo de Ed van Elsken.
Duchamp estaba departiendo con las autoridades académicas y con algunos artistas presentes en la muestra cuando advirtió la presencia en la ceremonia del Gran Maestro holandés Jan Hein Donner, al que su estatura hacía destacar entre la multitud. Fiel a su amor al ajedrez, Duchamp se despidió cortesmente de sus interlocutores, avisó a su esposa Teeny —«Ma chérie. Ha venido Donner»— y pasó el resto del acto conversando sobre ajedrez con él. El momento fue inmortalizado por Ad Petersen en la fotografía que encabeza estas líneas.
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