Político, científico,
inventor, filósofo y padre fundador de los Estados Unidos, Benjamin Franklin
fue un ávido jugador de ajedrez y y un apasionado defensor de los valores
inherentes al juego. Llevado por este interés escribió en 1732 —aunque no se
publicaría hasta 1786 (The Columbian Magazine. Diciembre de 1986)— uno de los
primeros textos norteamericanos sobre ajedrez: The Morals of Chess.
De su autobiografía,
editada después de su muerte con comentarios de Horatio Hastings Weld, podemos
sacar datos de su afición al juego. Es sabido que Franklin apenas pudo ir a la
escuela. Solo estuvo escolarizado hasta los diez años y tuvo que completar su
educación de forma autodidacta. En 1733, Franklin estaba centrado de lleno en
el estudio de idiomas. En poco tiempo dominó, lo suficiente como para leer
libros, el francés, el italiano y el español. Mientras se afanaba con el
italiano, un conocido que también lo estaba estudiando solía invitarle a jugar
al ajedrez. Franklin pensó que jugar al ajedrez le quitaría gran parte del
tiempo que había reservado para el estudio de idiomas. Sin embargo, ideó un
truco para jugar y profundizar al mismo tiempo en el conocimiento del italiano.
Propuso a su amigo —al que no identifica en ningún momento— una apuesta: en
cada partida el vencedor podría poner una tarea relacionada con el idioma al
perdedor que éste debería exponer de memoria antes de la siguiente partida.
Como ambos contendientes eran de fuerza similar, las victorias y derrotas se
alternaron y ambos progresaron adecuadamente en el dominio del italiano.
Franklin y su amigo jugando al ajedrez y estudiando italiano. |
La segunda noticia
sobre ajedrez aparece cuarenta y un años después. En 1774, Franklin estaba en
Londres, negociando con la todavía metrópoli los intereses de los futuros
Estados Unidos, cuando recibió una invitación para jugar al ajedrez con Lady
Caroline Howe. Franklin aceptó y visitó la casa de Lady Howe varios días para
jugar contra ella. Las partidas eran realmente un pretexto para que Franklin
pudiera entrevistarse discretamente con el almirante Lord Richard Howe, hermano
de lady Caroline, para hablar sobre las relaciones entre Inglaterra y las
colonias; relaciones que desembocaron en guerra solo un año después. En
Artedrez dedicamos una entrada hace tiempo al cuadro de Edward Harrison May que
se inspiró en las partidas entre Franklin y Lady Howe.
Franklin vs. Lady Caroline Howe |
Entre 1775 y 1785,
Franklin fue embajador de los recién independizados Estados Unidos de América
en Francia. Allí frecuentó el Café de la Régence donde conoció a Philidor.
Aunque Franklin no lo menciona en su autobiografía, es prácticamente seguro que
se enfrentó en París con el célebre autómata ajedrecista de Wolfgang von
Kempelen; el Turco. Kempelen estaba notoriamente interesado en que su invención
se enfrentara con alguien con el prestigio científico de Benjamin Franklin y
escribió a éste para invitarle a ver su autómata. Al parecer la partida se
celebró en 1783 en el propio Café de la Régence. La ausencia de noticias en los
escritos de Franklin puede deberse a que
el norteamericano tenía un notable mal perder. No obstante, un nieto de éste
afirmó en la biografía que escribió sobre su abuelo que Franklin había
disfrutado mucho de su partida contra el Turco.
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Las ilustraciones que
adornan esta nota pertenecen a la edición mencionada de la autobiografía de
Franklin y son obra de John Gadsby Chapman, un pintor realista especializado en
pintura de historia y autor del célebre cuadro "El bautismo de Pocahontas"
que cuelga en el capitolio de los Estados Unidos.
FICHA TÉCNICA
BENJAMIN FRANKLIN:
HIS
AUTOBIOGRAPHY;
WITH A NARRATIVE OF
HIS PUBLIC LIFE AND
SERVICES
BY REV. H. HASTINGS
WELD.
WITH NUMEROUS DESIGNS
BY J. G. CHAPMAN
NEW YORK:
HARPER & BROTHERS, PUBLISHERS
MDCCCXLIX
Edición digital en
archive.orgq
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