En el último libro de Ignacio Martínez de Pisón (1960), el autobiográfico Ropa de casa (Seix-Barral. Barcelona, 2024), el autor nos cuenta que se reunía con un amigo durante años en el bar Velódromo de la calle Muntaner, en Zaragoza, a jugar al billar. Durante las partidas se entretenían componiendo palíndromos —esas frases que pueden leerse igual de adelante hacia atrás o de atrás hacia adelante—. Esta actividad le merece la siguiente reflexión:
Era un entretenimiento adictivo, como el juego del ajedrez, que, diseñado para representar la realidad, acaba generando una realidad autónoma, independiente.
ROPA DE CASA
ANAGRAMA. BARCELONA, 2024
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