viernes, 16 de mayo de 2025

ISAAC ASIMOV SOBRE UNA CURIOSA OMISIÓN DE LEWIS CARROLL

Es bien sabido que la segunda de las novelas de Alicia escritas por Lewis Carroll (1832-1898), Through the Looking-Glass and What Alice Found There (A través del espejo y lo que Alicia encontró allí), gira en torno a una posición de ajedrez y que las piezas de este juego son personajes recurrentes en la trama.

Desde el principio de la novela, justo después de que atraviese el espejo, Alicia se encuentra con que:
¡Las piezas deambulaban de aquí para allá, por parejas!

—Ahí están el Rey Rojo y la Reina Roja —dijo Alicia en un susurro por temor a asustarlas—; y allá, el Rey Blanco y la Reina Blanca, sentados en el borde de la paleta; y ahí van las dos torres paseando del brazo...

A lo largo de la novela, diversas piezas, como las dos reinas, los dos reyes, dos de los caballos —caballeros en el libro— e incluso los peones —la propia Alicia es un peón blanco— comparten momentos de protagonismo. Las torres tienen menos presencia, pero aún así son citadas en el texto. Lo que no aparece por ninguna parte son los alfiles. Ni una sola referencia en toda la novela.

Se ha especulado con que, siendo Charles Dodgson (el verdadero nombre de Carroll) un diácono de la Iglesia Anglicana, y siendo los alfiles una clara alusión al clero —en inglés su nombre es bishops (obispos)—, no quisiera que la religión se mezclara con un asunto tan frívolo como, para la mentalidad de la época, podía serlo un libro de humor para niños.

Sea como fuere, lo cierto es que no hay alfiles en el texto de Carroll. Sí los hay en el libro, pese a todo, porque el ilustrador John Tenniel (1820-1914) los incluyó, como podemos ver en la siguiente imagen, donde un alfil blanco lee cómodamente un diario sentado en unas piedras. Detrás, los dos alfiles negros conversan. 

Pero Tenniel no es Carroll.


Aprovechando esta curiosa omisión de Lewis Carroll, el escritor norteamericano Isaac Asimov (1920-1992) publicó en 1974 un cuento titulado precisamente The Curious Omission, dentro del volumen Tales of the Black Widowers (hay edición en castellano: Cuentos de los viudos negros. Alianza Editorial, 1990).

Los Viudos Negros es un club de hombres que se reúnen mensualmente para debatir sobre distintos problemas, que a veces pueden llegar a ser delictivos, presentados por el invitado que cada uno de ellos lleva en su turno de anfitrión. Sin embargo, los problemas los resuelve indefectiblemente Harry, el camarero que los atiende.

El caso en que se plantea la «curiosa omisión» es el siguiente: dos amigos, Jeremy Atwood y Lyon Sanders, se reúnen semanalmente para jugar a todo tipo de juegos: backgammon, monopoly, ajedrez, damas, damas chinas, tres en raya y una larga lista más.

Sanders es un estudioso de los juegos y los práctica por interés científico; Atwood, más por placer y por amistad. Cuando Sanders enferma, anuncia a Atwood que le va a dejar un sustancioso legado en su herencia, pero le advierte: «no te lo voy a poner fácil, seguiremos jugando hasta el final». Al poco tiempo, muere.

Al abrir el testamento, el legado de Atwood, en verdad sustancioso, queda pendiente de la resolución por parte de este de un acertijo que reza: «la curiosa omisión de Alicia». Si no logra descifrarlo en un tiempo determinado, se dispondrá del dinero de otra manera.

A partir de ese momento, Atwood se enfrasca en una frenética búsqueda: registra pormenorizadamente su propia casa, donde jugaban; busca acrósticos en el mensaje; bucea en la biografía de su amigo en busca de alguna Alicia. Todo en vano.

Desesperado por el implacable paso del tiempo, por fin reparó en la Alicia de Lewis Carroll, que había sido una de las lecturas preferidas de su amigo. Recordó que un sobrino suyo era profesor de literatura y le pidió ayuda. Este tampoco atinó con la solución, pero le puso en contacto con los Viudos Negros.

Los viudos destriparon Alicia en el País de las Maravillas. No quedó sin escrutar ni el menor de los juegos de palabras, ni la más disparatada de las paradojas lingüísticas, ni el más ilógico de los silogismos lógicos, ni los poemas, ni las prosas, pasando por la criptozoología, los gatos y los juegos de cartas basados en la baraja francesa. 

Fracaso. 

Como último recurso, tuvieron que recurrir al camarero.

Fue Henry el que recordó que hubo una continuación de Alicia, A través del espejo, cuyo tema era el ajedrez. Recordando el libro, Henry rememora:
—Entonces tenemos el rey, la reina, la torre, el caballo y el peón. Pero hay una sexta pieza del ajedrez: el alfil. ¿Desempeña algún papel en el libro o se lo menciona alguna vez?

Avalon dijo:

—No.

Atwood dijo:

—En una de las ilustraciones del primer capítulo aparecen dos alfiles. [Con la ilustración delante sabemos que son tres, pero Asimov probablemente lo fio a la memoria].

—Eso es obra de Tenniel —dijo Henry—, no de Carroll. Ahora bien, la total ausencia del alfil ¿no es una curiosa omisión?

 Y la pregunta definitiva:

—¿Tiene usted un juego de ajedrez, sr. Atwood?

Y no necesitamos decir más, pues el sagaz lector ya habrá adivinado dónde se encondía la clave que permitirá a Atwood acceder al legado de Sanders. 



FICHA TÉCNICA
LEWIS CARROLL
ALICIA ANOTADA
AKAL. MADRID, 2017
EDICIÓN DE MARTIN GARDNER
TRADUCCIÓN DE FRANCISCO TORRES OLIVER

ISAAC ASIMOV
CUENTOS DE LOS VIUDOS NEGROS
ALIANZA EDITORIAL. MADRID, 1990
TRADUCCIÓN PILAR AGRAMUNT




 

 

 

miércoles, 14 de mayo de 2025

BARÓN PRÁŠIL

En Baron Prášil, la genial revisión de las aventuras del barón de Münchausen realizada en 1961 por Karel Zeman, encontramos dos divertidas escenas con el ajedrez como protagonista.

Karel Zeman (1910-1989) fue un director de cine checo, notable por sus largometrajes en los que mezclaba acción real y animación. Sus principales trabajos siguen un mismo patrón: un texto clásico, Jules Verne casi siempre, y un ilustrador clásico, Matthäus Merian, Paul-Dominique Philippoteaux, Gustave Doré... o contemporáneo, Zdeněk Burian.

Luego, acción real y mucha animación: tradicional dibujada a mano, fotograma a fotograma y todo tipo de efectos especiales.

Estamos en  el palacio del Sultán turco de Constantinopla, que por cierto está inspirado en los grabados que Gustave Doré hizo de la Alhambra después de su viaje por España. El barón de Münchausen y el supuesto selenita Tonik se disponen a rescatar a la princesa Bianca del Castello Nero, retenida en él.

Llegan a las dependencias del sultán, que se encuentra enfrascado en una partida de ajedrez. Sigilosamente, Münchausen llega a su lado. Pero queda absorbido por el juego, hasta el punto que no puede resistirse a indicar las jugadas al sultán. Este, al final, se pregunta de quién es esa mano que le esta soplando las jugadas. Descubiertos, empiezan a pelear, pero no por ello dejan de jugar al ajedrez. Al final, Münchausen da mate a su rival mientras de un disparo despacha a cuarenta bashi-bazouks. Quien desee saber quiénes eran estos últimos pueden echar una ojeada a esta entrada sobre Alexandre Bida.












El juego de ajedrez que vemos en la cinta es el conocido como «Club checo» y fue diseñado por el escultor Bohuslav Schnirch (1845-1901) en los años ochenta del siglo XIX. Schnirch fue un activo ajedrecista, llegando a presidir un club en Praga. Sus piezas fueron concebidas para crear un diseño auténticamente checo, ya que las piezas empleadas hasta el momento eran del modelo Viena, austriacas por consecuencia.

El diseño de Schnirch tuvo muchísimo éxito y pasó a ser el preferido de los clubes checos. Hasta el día de hoy, se han fabricado innumerables variantes de este modelo.

Liberada la princesa, Tonik, el barón y ella misma se embarcan. Después de batallas navales y tormentas, son tragados por una ballena. En el vientre de la ballena hay un barco con su tripulación y dentro del barco un camarote con un tablero de ajedrez. La ballena nada por debajo del polo norte, por lo que la princesa y el barón juegan al ajedrez bien abrigaditos. Posteriormente, una gran tempestad sacude el mar y la ballena se mueve al compás de los vientos. El barón y la princesa parecen bailar, las piezas de ajedrez los imitan.




En esta caso, los trebejos son de un antiguo modelo inglés, el llamada barleycorn.


lunes, 12 de mayo de 2025

EVA VÁZQUEZ


Ilustración de Eva Vázquez para el artículo de Lionel Fernández «El misterio de los precios del petróleo», publicado en el diario El País el 17 de marzo de 2016, sobre las oscilaciones de los precios del petróleo 

 

sábado, 10 de mayo de 2025

FOUNDUE DE CHOCOLATE

Entrada del 5 de mayo de 2021 de los calendarios miniatura de Tatsuya Tanaka (1981).

El alfil negro es una deliciosa fuente de chocolate para deleite de los que amamos las semillas de cacao.




 

jueves, 8 de mayo de 2025

NK

Anastasiia Oleksiivna Kamenskykh (1987), conocida en el siglo como NK, es una cantante, actriz, presentadora de televisión y empresaria ucraniana.


En 2023, lanzó el sencillo Tú y yo. La letra habla de una relación prohibida y de la lucha interna que experimenta la mujer por las dificultades de la relación.

En el videoclip promocional esto se ilustra mediante una partida de ajedrez. Partiendo de la imagen seminal de René Maltête, las imágenes exploran esta lucha interior, expresada fundamentalmente con muchas piezas volando por los aires.

A continuación, el video ¡en español!



martes, 6 de mayo de 2025

¡QUÉ AUDAZ JUGADA!


Fotografía de Mijaíl Grachev realizada en 1940/1 en el Parque Central de Cultura y Ocio Gorki de Moscú.

¡Qué audaz jugada! tituló Grachev a su instantánea.

Mijaíl Grachev (1916-2009) fue un fotógrafo soviético que documentó la vida cotidiana de la Unión Soviética entre los años 30 y 60 del siglo XX. Sus temas se movieron dentro de la ortodoxia socialista: el esfuerzo de guerra, los éxitos de la economía planificada, el deporte y la cultura soviéticos, los pioneros en acción, etc. etc. etc. 

Sin embargo, sus composiciones son muy dinámicas y los puntos de vista originales y, a veces, sorprendentes. Parece que la herencia del futurismo y el constructivismo no había desaparecido del todo de su obra.



 

domingo, 4 de mayo de 2025

JAQUE

ESCAC 

La memòria es va esfilagarsant

com les cordes trencades de les barques

que el temporal s'ha endut.

Comprendre cansa. Però mai no tant

perquè no pugui ser l'últim refugi.

Som el rei i la reina en un final

difícil a un tauler ja amb poques peces. 


JAQUE

La memoria se va deshilachando

como los cabos rotos de las barcas

que se ha llevado el temporal.

Comprender cansa. Pero esto nunca 

le impide ser el último refugio.

Un difícil final de rey y reina

en un tablero ya con pocas piezas.


Un poema de Joan Margarit (1928-2021) de su poemario Casa de misericòrdia, por el que ganó el premio Nacional de Poesía en 2008. 

La ilustración, realizada en un ejemplar del libro, es de María Carmen Pérez González.

FICHA TÉCNICA
JOAN MARGARIT
CASA DE MISERICORDIA
VISOR. MADRID, 2015




viernes, 2 de mayo de 2025

EVAN S. CONNELL, PUNTOS PARA UNA ROSA DE LOS VIENTOS

Retrato de Evan S. Connell por Eve Crane, aparecido
en la contraportada de la novela Mr. Bridge

Evan S. Connell (1924-2013) fue un escritor estadounidense, autor de un puñado de novelas —algunas de ellas adaptadas al cine—, varias recopilaciones de relatos breves, una serie de ensayos históricos —entre los cuales se cuenta una biografía sobre Goya— y dos libros de poesía. El segundo de ellos, Points for a Compass Rose (Puntos para una rosa de los vientos), es considerado por el propio autor —y por la mayoría de la crítica—  su obra cumbre.

Como dice Eduardo Moga en su prólogo a la edición bilingüe editada por Godall Edicions «esta obra constituye (...) un viaje por la historia y el conocimiento humanos; sobre todo por la crueldad y estupidez del hombre». Una auténtica historia universal de la infamia desde el origen de los tiempos a la guerra de Vietnam, en pleno apogeo en la época en que se publicó el libro (1974).

A mí, la obra me ha sorprendido y admirado. La enorme erudición, el conocimiento de culturas de diversos continentes y diversas épocas —entre ellas la española, pero también la precolombina, la clásica greco-romana, la europea—, las incursiones en la ciencia y la filosofía son deslumbrantes. Pero me ha fascinado sobre todo por el tono, por la profunda empatía que siente por el ser humano, por el desprecio de la violencia y la muerte, por su multiplicidad de voces. Un libro para volver a él una y otra vez. 

En la obra, un gran número de narradores se dirigen directamente al lector, para contarle historias, para interpelarlo, para aconsejarlo.

Uno de esos narradores recurre al ajedrez como metáfora:
Mira. Los colores del tablero de ajedrez representan
nuestra doble condición: la Vida y la Muerte.
Las piezas, por su parte, simbolizan los hombres de este mundo,
que nacen iguales, ocupan diferentes puestos,
ostentan títulos diversos, luchan entre sí y, por fin,
se enfrentan a un mismo destino, que los iguala a todos.

A continuación, describe brevemente los movimientos de las piezas y, a la manera de Jacobo de Cessolis y su ajedrez moralizado, ofrece una analogía de estas con las dignidades de la época —de las que de momento nos conviene recordar la que dice que «los peones son los pobres»— y brinda al lector un consejo:

Juega con precaución, amigo mío: tu oponente es sutil.
Piensa bien antes de mover, porque está en juego
tu alma inmortal.
Y justo en este punto, como dos versos, aparecen, en notación descriptiva inglesa, los dos primeros movimientos de una partida de ajedrez:
P-K4
P-K3
En notación descriptiva española sería P4R P3R, o e4 e6 en la moderna notación algebraica. Podría ser el comienzo de una defensa francesa, aunque terminó siendo un ataque indio de rey.

Inmediatamente después de los dos versos/jugadas, Connell cuenta dos historias relacionadas con el ajedrez:

En la primera habla de la importancia del ajedrez en la autorización regia para la primera expedición de Cristóbal Colón a América. 

Según una anécdota atribuida al cronista de los Reyes Católicos, Hernando de Pulgar, el rey Fernando estaba de  muy mal humor cuando Colón compareció ante él, porque estaba a punto de perder una partida de ajedrez contra un cortesano. El propio Hernando, por medio de la reina Isabel, le indicó solapadamente una jugada que le permitiría ganar la partida. El contento del rey fue tal que autorizó el viaje de Colón. El poeta concluye:
(...) Nunca debemos,
pues, despreciar los golpes del azar:
aunque parezcan insignificantes, a veces son transcendentales.
Lo que puede aplicarse perfectamente a los ajedrecistas.

La segunda narra la leyenda de la invención del ajedrez por Sissa y su posterior demanda de una recompensa por el trabajo realizado. Connell remata la anécdota con otro consejo que también podrían hacer suyo los ajedrecistas:
Quizá te den igual estas historias, pero a mí no;
siempre presto atención a lo que pueda instruirme.
A partir de este momento, cada cierto tiempo, aparecen dos nuevos versos/jugadas. La partida se puede ir reconstruyendo poco a poco sin dificultades (la transcribimos en algebraico moderno con figuritas y sin numeración de jugadas, como en el texto original):

e4 e6
d3 d5
♘d2 c5
g3 ♞c6
♗g2 ♞f6
gf3 e7

En este punto, el poeta ha omitido dos versos. Por supuesto, ambos bandos han tenido que enrocarse para poder mover las torres hacia el centro del tablero.

Los versos que faltan son O-O y O-O.

e1 c7
e5 ♞d7
e2 b5
h4 a5
f1 a6
f4 fc8
e3 d8
ac1 b4
c4 bc3

Una rápida investigación en las bases de datos nos revela que Connell ha seguido una partida disputada entre el polaco Jacek Bednarski (1939-2008) y el ruso Vladimir Doroshkevich (1937-2005), celebrada en la localidad polaca de Polanica-Zdrój en 1971. Los versos/jugadas se interrumpen después de la jugada 16 de las negras, que supone el primer cambio de piezas de la partida. Este hecho no carece de importancia, según intentaremos demostrar más adelante.

Antes, veamos el desarrollo de la partida:


Además, salpicadas a lo largo del poema, podemos encontrar otras referencias a tópicos artedrecísticos, como el enfrentamiento con la Muerte, en estos versos que se encuentran justo antes de ♘d2 c5:
No, espera. Escucha. Lo he pensado mucho
y he decidido contarte la verdad.
He desafiado a la Muerte a una partida de ajedrez,
porque se llevó a Elizabeth, mi mujer,
y soy el indestructible adversario de la Muerte.
La supero con estratagemas diversas,
pero, de vez en cuando, sus dedos, provocativos,
me rozan los labios. Trago saliva y toso, 
y me siento obligado a mover.
O esta misteriosa alusión a la cantidad de jugadas que dos adversarios son capaces de anticipar, que se halla antes de las jugadas e5 ♞d7:
El Grande es capaz de calcular diez movimientos
por adelantado, dijo. La visión de Próximo es menor.
¿Te apetece jugar? 
Evan S. Connell fue un hombre solitario. No se casó, no frecuentaba los cenáculos literarios y murió solo, en una residencia de ancianos, donde creían que era mudo.

Sí se sabe que frecuentaba el No Name Bar (el bar sin nombre) en Sausalito, donde vivió un tiempo, para jugar al ajedrez, como puede verse en la foto de Eve Crane que hemos reproducido al principio de esta nota. 

Steve Paul, que ha escrito una biografía de Connell, nos dice que el poeta norteamericano no habló en ninguna entrevista o escrito sobre el significado del ajedrez en su obra. Así que solo contamos con la obra en sí para intentar entender su sentido.

Las historias narradas en el poema y la partida elegida como referente nos indican claramente que el interés de Connell por el ajedrez iba más allá de matar el tiempo en un café. Lo primero no sorprende, el libro entero es una exhibición de erudición apabullante. No es de extrañar, por tanto, que, si al autor le justaba jugar al ajedrez, se haya interesado por sus orígenes y por su simbología tradicional.

El poder igualador de la muerte, por ejemplo, —que hemos tratado aquí o aquí—. O el enfrentamiento contra la Muerte —que hemos visto con distintos significados en el cine, en el cómic o en la pintura (aquí y aquí) o la fotografía— son algunos de los elementos que menciona.

Más clarificadora, pensamos, es la elección de la partida. El libro fue publicado en 1974, aunque presumimos que tuvo un largo tiempo de gestación. En esa fecha, Rober James «Bobby» Fischer ya se había coronado campeón del mundo y sus partidas habían sido ampliamente publicadas en toda la prensa internacional y, sobre todo, en la de los Estados Unidos. La elección de una partida disputada entre dos maestros semidesconocidos puede obedecer al deseo de que  esta no fuera fácilmente reconocible (aunque no parece fácil que los lectores de poesía pudieran descubrir una partida solo por la notación descriptiva) y, sobre todo, por la partida en sí. 

Veamos.

Una característica de esta partida es que el primer cambio de piezas ocurre con el juego muy avanzado. Sucede en la jugada dieciséis y es un cambio de peón. Si recordamos los versos en los que nos presentaba el ajedrez como símbolo de la vida y la muerte, el poeta afirmaba que, en el tablero del mundo, los peones eran los pobres. Y los pobres mueren primero. Y mueren más.

Las dos últimas jugadas transcritas de la partida son c4 bc3 —la primera captura de la partida— y los versos que las siguen dicen:
Mira, yo tenía dos hijos. A uno lo mataron en Asia;
el otro se ha vuelto loco. Los veo como piezas
de un juego inmisericorde y de increíble complejidad
que juegan, en su mayor parte, compañías de infantes
expulsados del tablero por caballeros, obispos
y otros poderosos adversarios, supervisados,
desde lejos por un amurallado y aterrorizado rey.
      Dime, ¿tenían alguna oportunidad?  

La intención parece clara. Después de dieciséis jugadas las blancas, que simbolizarían la vida, pierden la primera pieza: un peón, un pobre, el hijo de uno de los narradores. La partida refuerza la pregunta que ya se nos ha planteado en el libro: «¿Es la violencia la penumbra natural del Hombre?». 

La Vida pierde ante la Muerte. Los peones caen primero. 

Sin embargo, debemos anotar, las blancas terminan ganando la partida, aunque la resolución de la partida quede fuera del poema. Pero, como nos dice el verso final, «cetera desunt», el resto se ha perdido. La Historia no ha terminado.

FICHA TÉCNICA
EVAN S. CONNELL
PUNTOS PARA UNA ROSA DE LOS VIENTOS
GODALL EDICIONS. BARCELONA, 2020
TRADUCCIÓN Y PRÓLOGO DE EDUARDO MOGA

jueves, 1 de mayo de 2025

1º DE MAYO


Para conmemorar el Primero de Mayo, el cartel de un torneo organizado por la Biblioteca Popular Diego Pombo de Buenos Aires hace unos años.

 

miércoles, 30 de abril de 2025

MICHAEL FITZPATRICK


Michael Fitzpatrick es un pintor norteamericano. Comenzó trabajando en publicidad, pero a mediados de los noventa decidió dedicarse a tiempo completo a la pintura. De estilo figurativo, sus temas son los habituales: retratos, bodegones, paisajes...

En torno a 2013, Fitzpatrick decidió hacer una serie titulada A Day in the Life (Un día cualquiera) en el que una modelo apareciera haciendo cosas cotidianas. Realizó una lista de cosas que pudieran hacerse en una mesa y finalmente eligió café y ordenador, ajedrez y repostería.

Lo primero que hizo fue realizar un boceto de una mujer jugando al ajedrez que le diera la estructura general de la serie. La idea final fue realizar el bodegón del primer plano del natural y pintar a la modelo a partir de una fotografía. Para ello realizó una sesión fotográfica con la modelo y unos cuantos objetos cotidianos como trebejos. Finalmente, realizó una prueba de composición y color antes de pintar la serie.
 
Boceto preparatorio

Sesión fotográfica

Prueba final

La serie al completo presentada como un tríptico, aunque son obras independientes.
En cuanto a la posición sobre el tablero, el pintor parece haber cometido el error, muy frecuente, de colocar mal el rey y la dama. En su posición inicial, la dama tiene que estar en una casilla de su color.

FICHA TÉCNICA
MICHAEL FITZPATRICK
A DAY IN THE LIFE II
ÓLEO SOBRE LIENZO. 61 x 52 cm.
COLECCIÓN PARTICULAR

lunes, 28 de abril de 2025

PARTIDA DE AJEDREZ EN DEADWOOD, POR FERDIE PACHECO

Otra obra de Ferdie Pacheco de temática artedrecística.

FICHA TÉCNICA
FERDIE PACHECO
DEADWOOD CHESS GAME (PARTIDA DE AJEDREZ EN DEADWOOD), 2005
ÓLEO SOBRE LIENZO. 122 x 122 cm.
COLECCIÓN PARTICULAR


 

sábado, 26 de abril de 2025

FERDIE PACHECO

Fernando Pacheco Jiménez, más conocido como Ferdie Pacheco (1927-2017), se hizo popular por ser el médico personal y segundo de esquina del campeón del mundo de los pesos pesados Mohammed Alí y de otros muchos boxeadores. 

Después de dejar el equipo de Alí, cuando este desoyó su consejo de retirarse por estar empezando a dar muestras de padecer daños cerebrales que ponían en peligro su salud, desarrolló una exitosa carrera como comentarista y analista de boxeo para varias cadenas de televisión norteamericanas. En esta faceta, que le hizo muy popular, se le conocía como The Fight Doctor.

Paralelamente, desarrolló una interesante carrera como artista. De formación autodidacta, en sus trabajos abundan los temas deportivos, en especial el boxeo, aunque su temática es muy amplia e incluye retratos de personajes famosos, temas militares y, dado que sus ancestros procedían de España, temas de ambiente español.

Su estilo, algo naíf, destaca por un brillante colorido, realizado fundamentalmente a base de tintas planas y unas composiciones muy dinámicas y animadas.

Compás de espera ecuménico es una obra de 1979 en la que un sacerdote católico y un judío ultraortodoxo dejan de lado sus diferencias para enfrentarse en algo realmente duro: una partida de ajedrez.


FICHA TÉCNICA
FERDIE PACHECO
ECUMENICAL IMPASSE (COMPÁS DE ESPERA ECUMÉNICO), 1979
LITOGRAFÍA. 51 x 41 cm.
COLECCIÓN PARTICULAR


 

viernes, 25 de abril de 2025

PAOLA ESCOBAR


Paola Escobar es una ilustradora colombiana que colabora habitualmente con editoriales de medio mundo ilustrando libros infantiles. También trabaja como diseñadora gráfica para varias agencias internacionales. 

El tablero, ¡ay!, está mal colocado.

jueves, 24 de abril de 2025

EL DÍA QUE LE DI JAQUE A KÁRPOV


Ilustración del argentino Edgardo Carosia (1971) —quien suele firmar como Ed Carosia, Mr. Ed o, como en este caso, simplemente Ed—  que acompañaba a un artículo de Miguel-Anxo Murado titulado El día que le di jaque a Kárpov, publicado en La voz de Galicia el 19 de enero de 2020.

El texto narra como el articulista tuvo que enfrentarse a Kárpov, en unas simultáneas celebradas en Madrid, porque el evento se desarrollaba en la institución en la que trabajaba y esta tenía reservado un asiento. Del director para abajo, en estricto orden jerárquico, todos fueron declinando la invitación hasta llegar a él, que no pudo pasarle la pelota a nadie más. Fue su debut y despedida en el mundo del ajedrez.

viernes, 18 de abril de 2025

L'ECLIPSE


Portada de la revista francesa L'Eclipse, publicada el 15 de octubre de 1871. Bajo el título de Échec et mat (Jaque mate) se publicaba una ilustración firmada por el caricaturista Alfred le Petit (1841–1909).

El texto reza:
Son las blancas las que juegan. Pero solo les queda una pieza: ¡el Rey! A su Majestad le gustaría avanzar, pero está bloqueado. La dama (la República), la torre (París), el caballo (D'Aumale) y el alfil (Rouher) mantienen a raya al nieto de San Luis. El rey está en jaque mate.
El contexto es el siguiente: después de la derrota en la guerra franco-prusiana de 1870, el Segundo Imperio se desmorona y Napoleón III es destronado. Enrique de Artois intenta restaurar la monarquía en su persona. Sin embargo, la mayoría republicana en la Asamblea Nacional de París, el político Eugène Rouher, que defendía la candidatura de Louis-Napoléon, hijo de Napoléon III, y Enrique de Orleans (duque de Aumale), que sería candidato a Presidente de la III República francesa, se lo impidieron.



miércoles, 16 de abril de 2025

JUEGO


Martina Bruccoleri Ochoa, una diseñadora gráfica de Mendoza, Argentina, es autora de una serie de interesantes collages que los lectores interesados pueden curiosear aquí

En este Juego, realizado en 2024, Martina da una vuelta de tuerca sobre el tema del jugador que es a su vez pieza de otro tablero. Lo vimos en Borges, quien atribuía la paternidad de la idea a Omar Jayyan, aunque parece ser que fue más bien de su traductor, Fitzgerald; lo vimos en al-Mutamid; y en tantos otros...


lunes, 14 de abril de 2025

CHESSUNIVERSE

El universo ajedrecístico en expansión fue el teme de la entrada del día 15 de enero de 2025 del calendario miniatura de Tatsuya Tanaka (1981).




 

viernes, 11 de abril de 2025

KASPAROV POR PETRUS


Retrato del decimotercer campeón del mundo de ajedrez, el entonces soviético, luego ruso y actualmente croata Garry Kasparov por Petrus (Pedro Lerma Gómez, 1949), dibujante de los servicios informativos de Televisión Española.

El dibujo se emitió en el capítulo 2 del programa En jaque (28 de septiembre de 1990).

miércoles, 9 de abril de 2025

EVA VÁZQUEZ


Ilustración de Eva Vázquez para un artículo de Daniel Innenarity, «Hombres pobres y ricos en datos», publicado en el diario El País el 21 de febrero de 2016, sobre la desigualdad de acceso a los datos informáticos.