jueves, 14 de diciembre de 2023

ZERO BATUKETAKO XAKEA (AJEDREZ DE SUMA CERO)

Ajedrez de suma cero es una de las cinco piezas presentadas en la exposición  Itzalaldia / Blackout / Apagón por Rubén Díaz de Corcuera (1964) en la galería «El estado del arte» en Vitoria-Gasteiz. La exposición se inauguró en noviembre de 2023.

Esta exposición amplía la investigación emprendida por el artista sobre el color negro, en tanto símbolo de duelo, en su serie Resistencia al olvido (2020/2022)iniciada después de la muerte de su hija a los catorce años víctima de un atropello. Duelo que se hace público ya que su trabajo quiere ser denuncia de la violencia vial además de un grito contra el olvido.

El negro, el negro profundo como única ilustración posible de la desesperación. Como el símbolo del dolor indecible por la muerte de una hija. El pigmento que utiliza el artista en estas obras es uno japonés capaz de absorber el 99,8 % de la luz, cercano pues al negro absoluto. Al dolor absoluto.

En el ajedrez, el hecho de que no haya alternancia de colores entre los dos bandos en juego implica un cambio en su percepción por los jugadores. La imposibilidad, en cuanto la partida avance unas cuantas jugadas, de saber a ciencia cierta si una pieza es propia o ajena dificultará el juego. 

El ajedrez, al menos en una partida individual, es un juego de suma cero. Según la teoría de los juegos, un juego de suma cero es aquel en el que la ganancia de una parte se corresponde exactamente con la perdida de la otra. En el ajedrez eso es lo que pasa. Uno gana, empata o pierde. Al igual que su rival que pierde, empata o gana. Suma cero. Sin embargo, pensamos que en un ajedrez negro esto no está claro. Dependerá de la actitud de los jugadores. Si los jugadores se vuelven cautelosos ante la posibilidad de capturar una pieza propia, el juego se volverá pacífico. El enfrentamiento, imposible. Quizá de esta forma ambos ganen. Si se arriesgan, pueden confundir sus objetivos, amenazar a los suyos y descuidar las amenazas de los otros. Ambos perderían. El juego, en cualquiera de los casos, dejaría ser de suma cero.

Esto si se trata de simple aficionados al juego, sin grandes conocimientos técnicos. La cosa cambia, como diremos más adelante, si los jugadores son profesionales. 



Ajedrez suma cero va a tener su prolongación en una performance para la que se ha invitado a dos jugadores con ELO internacional —Óscar Rubio Baroja (1637) y Harkaitz Collado Etayo (1751)— a disputar una partida en vivo en la galería El estado del arte el próximo viernes 15 de diciembre a las 20:00 de la tarde. El acto se ha titulado The impossible game (El juego imposible) y la pregunta es si el juego es posible en esas condiciones. «¿Se podrá hacer jaque con este mate?», dice concretamente el artista. Es una partida disputada, como dice su autor, con una obra de arte y dentro de una obra de arte. 

Aunque el ELO de los jugadores no es muy alto, mi vaticinio es que sí. Que podrán disputar la partida sin demasiadas dificultades, aunque mucho dependerá del control de tiempo que se estipule para el encuentro. Pero el resultado no dejará dudas: negras ganan, negras pierden. Siempre negras.

Quizá podamos comentar el resultado del experimento en los próximos días.


En Artedrez hemos tratado antes otros ajedreces monocromos: el blanco de Yoko Ono y el negro de Eduardo Scala.

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