![]() |
Manuel Hijano Conde fue un pintor andaluz († 2014) de estilo figurativo cuya producción se centró fundamentalmente en el retrato y los temas religiosos.
Una muestra de su obra religiosa es un autorretrato en el que se pinta a sí mismo enfrentado a la personificación de la muerte. Ambos contendientes se disponen simétricamente; el pintor armado con los instrumentos de su oficio: pinceles y óleos en una hornacina de la pared y cuadros colgados de los muros.
La Muerte con su guadaña y un reloj, que marca el inexorable paso del tiempo, la fugacidad de la vida y la inevitabilidad de la muerte. La Muerte va arrojando por un agujero las piezas que va capturando dentro del cajón donde está sentada. La posición en el tablero no deja duda de quién va a ganar. Las piezas blancas, las que lleva La Muerte (una rareza, en este tipo de representaciones La Muerte suele llevar las negras), cercan al rey negro y son mucho más numerosas.
Sin embargo, el pintor mira sereno a La Muerte, como si quisiera ilustrar el célebre versículo de Corintios 15:55: «¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?». La fe del pintor lo ha preparado para ese encuentro.
El cuadro puede considerarse premonitorio. Poco después de su elaboración, Hijano Conde fue diagnosticado con una grave enfermedad de la que falleció poco tiempo después.
FICHA TÉCNICA
MANUEL HIJANO CONDELA PARTIDA DE LA VIDA
ÓLEO SOBRE LIENZO. 135 x 105 cm.
COLECCIÓN PARTICULAR
No hay comentarios:
Publicar un comentario