lunes, 2 de septiembre de 2019

EL JUEGO DE AJEDREZ DE EVARISTO VALLE


Como complemento a la entrada de ayer sobre Evaristo Valle, traemos a colación un párrafo de su Autobiografía breve en el que se menciona el ajedrez.
Cuatro años llevo en casa y sin pintar. Desde aquellos últimos días de París, si no hay vértigo, de cuando en cuando mis nervios lo inventan. Un escultor de Castro Urdiales, Zenobio Barrón, que vive en Gijón, por esta época, se me ofrece a acompañarme. Le agradezco y acepto el ofrecimiento. Porque con compañía mis nervios, en la calle, no se alteran y el temor al vértigo desaparece. Paseos por el campo. Miro. Veo. Me exalto. Todo me admira. Con estas visiones lleno mi almacén. Recaídas luego en el café, ajedrez.
Estas impresiones son de 1935, época en la que Valle está pasando por graves dificultades económicas y problemas de salud. Como dijimos, el artista gijonés padeció agorafobia y del párrafo precedente parece deducirse que el ajedrez le ayudaba en sus momentos de crisis. 

Quizá alguna de estas crisis las combatiera jugando con el tablero que mostramos en las fotografías, que Evaristo había heredado de su padre, Evaristo del Valle Álvarez, quien había ejercido diversos cargos públicos en Filipinas donde reunió una colección de arte oriental que hoy se conserva en la Fundación Museo Evaristo Valle

Es un juego de ajedrez chino de mediados del siglo XIX; y de los trebejos expuestos se deduce que Valle debió poseer al menos dos juegos de piezas porque hay cuatro caballos de cada color con una ligera diferencia de tamaño.


FICHA TÉCNICA
TABLERO DE AJEDREZ DE MADERA LACADA
44,7 x 44,7 x 4,4 cm
PIEZAS DE AJEDREZ DE MARFIL TALLADO
7,5 x 2,5 Y 9,5 x 2,7
CHINA. DINASTÍA QING (PRINCIPIOS O MEDIADOS DEL SIGLO XIX
FUNDACIÓN MUSEO EVARISTO VALLE. GIJÓN



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