jueves, 14 de marzo de 2019

EL FUEGO FATUO

Maurice Ronet (Alain Leroy en la película) señala un mate que no existe

Fotograma de la película Le feu follet (El fuego fatuo; Louis Malle, Lux, 1963) basada en una novela homónima —en francés y castellano— de Pierre Drieu La Rochelle y protagonizada por Maurice Ronet, a quien pertenece la mano que señala al tablero. 

La novela está inspirada en la vida/muerte del poeta dadaísta Jacques Rigaut, cuyo suicidio fue preparado tan milimétricamente —se dice que utilizó una regla para determinar exactamente donde estaba su corazón y no errar el tiro— como puede serlo la más exigente obra de arte o de ingeniería. Rigaut era amigo personal de Drieu, quien nunca se perdonó no haber sabido ayudarle y, en cierto modo, escribió la novela a modo de expiación. A la postre, Drieu, que había colaborado con los nazis durante la ocupación en la II Guerra Mundial, también se suicidaría.

Maurice Ronet (Alain Leroy) y Jean-Paul Moulinot (Dr. La Barbinais) frente a frente

La obra de Rigaut, la escasa obra de Rigaut, quien murió con apenas 30 años, gira casi en exclusiva en torno a la idea del suicidio y la muerte. 
Agencia general del suicidio (Ático de los libros. Barcelona, 2017) es su obra más conocida. Pese a lo que se pueda pensar, esta idea no es ni siquiera original. Juan Bonilla en su blog La biblioteca en llamas recuerda los precedentes de Hegesias de Cirene, un filósofo griego del siglo V antes de nuestra era, al que sus discípulos llamaban algo así como «el que aconseja la muerte», y del suizo Gilbert Clavel que escribió una obra titulada Un instituto para suicidas en 1917.

El doctor La Barbinais (Jean-Paul Moulinot)

La película, rodada en un blanco y negro que remarca lo desolador de la trama y con una música de Erik Satie que, en este contexto, resulta desasosegante, es muy fiel a la novela y describe el largo adiós que el protagonista ofrece a sus amigos y conocidos, y que es como una suerte de confirmación de su decisión, antes de matarse a sí mismo. 

Las escenas ajedrecísticas, sin embargo, no aparecen en la novela por lo que debemos atribuirlas a Malle, autor del guion amén de director del filme. Dichas escenas transcurren en el sanatorio del Dr. La Barbinais (Jean-Paul Moulinot) donde Alain Leroy (el trasunto de Rigaut) está internado para tratarse un alcoholismo crónico. El tablero está en la habitación de Leroy y preside la lucha dialéctica entre el doctor, que insiste en que el paciente está curado y debe enfrentarse con confianza a la vida, que vivir es «algo bueno», y Leroy que no desea abandonar el sanatorio porque cree que vivir ya no tiene nada «bueno» para él.


En términos estrictamente ajedrecísticos, lo que se ve en el tablero está mal resuelto. Hay una total falta de continuidad entre los distintos planos y las piezas cambian de lugar de uno a otro como por arte de birlibirloque. Basta comparar los dos diagramas que mostramos para confirmarlo. 


La posición inicial

En el primero, que muestra la posición que aparece en el primer fotograma de la secuencia, Leroy está calculando de pie al lado del tablero y dice «da mate en cinco al gran hombre», cosa que no es posible. La posición pertenece a una partida que está disputando contra el doctor La Barbinais y que van jugando, a razón de unas pocas jugadas cada día, cuando el doctor visita a su paciente. Poco tiempo después el doctor entra en el cuarto de Leroy y hacen un par de jugadas alcanzándose la posición de este segundo diagrama.


Posición en el tablero después de la jugada Cg6 de Leroy.
Las blancas dan mate en dos.

Leroy jugando Cg6. El negro será mate en dos jugadas más

Como vemos, algunas piezas han cambiado de lugar y otras han desaparecido aunque ahora si existe el mate que anunciaba Leroy. Es un mate en 3 jugadas, de las que se ve en pantalla la primera: Cg6. En el visor podemos ver cómo se alcanza el mate.


Otra cosa ocurre en el plano simbólico. Como suele ocurrir en el cine, el enfrentamiento en el tablero es un reflejo del enfrentamiento que los personajes están teniendo en la vida real. El doctor La Barbinais se dispone a abandonar la habitación de Leroy, después de insistirle en que su proceso de recuperación ha concluido, que se ha curado, y que no tiene sentido que siga en el sanatorio. Leroy que está seguro de que solo la estancia en el sanatorio le mantiene sobrio, y por lo tanto vivo, no quiere abandonarlo. Intentando demorar su salida le pregunta: «¿Y cuándo terminaremos la partida?». «Mañana», responde el médico. «¿Mañana?», se pregunta Leroy cuando el doctor ya ha abandonado la habitación. En ese momento, Leroy realiza una jugada que propicia el mate en tres jugadas del que hemos hablado. La victoria en el tablero remarca la victoria en la argumentación por parte de Leroy. No habrá un mañana para él.

En un último fotograma, correspondiente a la secuencia final de la película, previa al suicidio del protagonista, vemos como el tablero tiene todas las piezas caídas. Ya no hay nada en juego. La partida ha terminado.

La partida ha terminado

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