Astrid, la hija del feroz Olaf el Terrible, midiendo sus fuerzas con el joven Lars.
ASTRID
-Ya sé que eres tímido, Lars. Pero no puedes pretender que sea la chica quien haga el primer movimiento.
LARS
-¡Ah! De acuerdo.
Bajo este título, tomado de la revista que Javier Carpintero editó a mediados de la década de los 90, pretendo comentar las relaciones que el ajedrez ha mantenido y mantiene con la literatura y las artes plásticas.
ASTRID
-Ya sé que eres tímido, Lars. Pero no puedes pretender que sea la chica quien haga el primer movimiento.
LARS
-¡Ah! De acuerdo.
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