Esta hipnótica imagen es una vista panorámica en bucle de la Metamorfosis II del artista holandés M. C. Escher. Es una obra bastante grande, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de un grabado en madera, 389,5 x 19,20 cm, para la que hubo que grabar veinte planchas e imprimirlas sobre 3 hojas de papel combinadas. Escher realizó la obra entre 1938 y 1940.
Sin embargo, el primer esbozo de la idea de hacer un friso que mostrara una gradual transformación de motivoss fue mucho más modesto. En 1937, Escher había grabado una obra llamada Metamorfosis (posteriormente, esta obra sería conocida como Metamorfosis I) en la que las casas del pueblecito amalfitano de Atrani, que ya había sido tema de otro grabado de Escher en 1931, se van transformando gradualmente para convertirse primero en cubos que posteriormente se irán deformando hasta componer la silueta estereotipada de un chino. La obra tiene unas dimensiones de 90,8 x 19,5 cm y se imprimió de una sola plancha sobre dos hojas de papel.
Con respecto a esta primera versión, la segunda introduce uno de los motivos más gratos a Escher, con el que llevaba experimentado desde 1936, cuando conoció durante un viaje a España el arte islámico en una visita a la Alhambra, el teselado o teselación que consiste básicamente en generar un patrón de figuras con el que cubrir una superficie plana sin que quede hueco alguno ni se superpongan en ningún momento dos figuras.
Diez años después de la primera metamorfosis, entre 1967 y 1968, Escher volvió sobre el tema en una obra, Metamorfosis III, que esta vez alcanzó dimensiones colosales, 680 x 19,20 cm, más de 6 metros de friso que requirió del grabado de 33 planchas que se imprimieron sobre 6 hojas de papel combinadas y que, finalmente, se montaron sobre lienzo. El grabado está parcialmente coloreado a mano. Es la obra más grande que hizo Escher y una de las últimas que realizó. Esta tercera versión es una ampliación de la segunda la cual queda contenida íntegramente dentro de ella.
Por lo tanto, la escena que nos interesa es idéntica en las dos últimas versiones de la obra. El pueblecito costero de Atrani se prolonga en una torre que se yergue sobre un tablero de ajedrez completo en el que aparece una posición de juego perfectamente legal. El tablero de ajedrez da paso a un motivo jaquelado que para terminar se disuelve en la palabra «metamorphose» que marca el final de la composición, composición que por cierto había empezado con la misma palabra.
El motivo ajedrecístico presenta una peculiaridad digna de destacar. En la posición que presenta Escher, las negras acaban de jugar Dg1 por lo que, si pensamos cómo podría proseguir el juego, resulta evidente que luego de la obligada captura de la dama por la torre, el caballo saltará a f2 y dará mate al rey blanco. Es el conocido mate de la coz del que ya hablamos en otra ocasión. El significado de este motivo ajedrecístico es algo que no he sabido desentrañar. Tampoco he encontrado referencia alguna en las páginas dedicadas a Escher que he consultado. Quizá no tenga mayor importancia y el artista holandés simplemente representó un mate que recordaba por haberlo visto en algún periódico o en alguna revista. Quizá tenga algún significado oculto, no lo sé. En cualquier caso, en la posición representada por Escher, las negras ganan.
Las negras dan mate en una jugada después de la forzada Tg1 con Cf2# |
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