lunes, 28 de abril de 2014

HUON DE BURDEOS


Placa de marfil conservada en el Museo Lázaro Galdiano de Madrid. Es una talla de escuela parisina fechada entre 1375 y 1400.

Como fuente iconográfica se ha propuesto el romance francés del siglo XIII Huon de Burdeos. Huon es un caballero francés que mata en defensa propia a Charlot, el hijo de Carlomagno. El emperador lo exilia del reino y le impone una serie de pruebas aparentemente imposibles de cumplir como condición para otorgarle el perdón.

Huon parte al exilio y con la ayuda del mago Oberon se encamina a cumplir su misión que no es otra que conseguir el bigote y cuatro muelas del emir Babilonia, Gaudisse. Una de las aventuras que corre le lleva a ser capturado por Yvorin, el hermano de Gaudisse. Yvorin interroga a Huon sobre las cosas que sabe hacer y este entre otras cosas se jacta de ser un gran jugador de ajedrez. Al oír esto el emir le reta:
…me gustaría ponerte a prueba en el ajedrez. Tengo una hija de gran belleza, tan maestra en el ajedrez que aún no ha conocido la derrota. Por Mahoma que jugarás con ella con las siguientes condiciones: si te da jaque mate, te cortaré la cabeza; y ahora viene la contrapartida: si consigues que mi hija se declare vencida, entonces prepararé un lecho en mi cámara para que pases la noche con ella a todo tu placer, y, a la mañana siguiente, apenas sea de día, tendrás cien libras de mi tesoro para lo que quieras. 
Sin embargo, la princesa tiene otros planes:
Mi padre está loco de atar. Por aquel a quien adoro, hombre tan bello no morirá por mi causa, pues antes me declararé vencida.
Se apareja un tablero "que está esmaltado de oro y plata, mientras que sus piezas son de oro puro" y los contendientes empiezan la partida. Las habilidades ajedrecísticas de Huon parecen inexistentes y pronto "muy diezmada se encuentra la mesnada del joven". Pero el amor ha prendido fuerte en el corazón de la muchacha que "tanto piensa en él y en lo bello que es, que se distrae y pierde la partida". Huon se ha salvado por los pelos. Pero no reclama el total cumplimiento de los términos del pacto. Acepta el dinero aunque declina pasar la noche con la hija de Yvorin, lo que a la princesa no le sienta nada bien. Ha quedado humillada por amor delante de su padre y la corte y ahora queda desairada. No puede reprimir una amarga queja:
¡A fe mía, que Mahoma te confunda! Si hubiera sabido lo que ibas a hacer, ¡por Mahoma que te hubiera dado el mate!

FICHA TÉCNICA

PLACA DEL JUEGO DE AJEDREZ
ESCUELA PARISINA
MARFIL. 8x10,5 cm
MUSEO LÁZARO GALDIANO. MADRID

HUON DE BURDEOS
SIRUELA. MADRID, 2002
EDICIÓN DE JAVIER MARTÍN LALANDA

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