lunes, 19 de enero de 2009

EL JUGADOR DE AJEDREZ DE MAELZEL


Hoy, 19 de enero de 2009, se cumplen 200 años del nacimientos de Edgar Allan Poe. Ya dimos cuenta en estas páginas de las opiniones sobre el ajedrez de Poe, expresadas en “Los crímenes de la calle Morgue” (la versión original puede consultarse aquí), en una entrada de la serie “contra el ajedrez”.

Ahora proponemos, como homenaje en su bicentenario, la lectura del otro título de Edgar Allan Poe que tiene que ver con el ajedrez: “el jugador de ajedrez de Maelzel.

Dicho jugador no es otro que “el Turco”, el ingenio creado por el barón von Kempelen que fue paseado, por su creador y después de su muerte por Maelzel, por las cortes de media Europa, para pasmo de aristócratas y nobles, y que pasaba por ser un autómata que jugaba al ajedrez sin ninguna intervención humana. “El Turco” vencía invariablemente a sus rivales no en vano varios prestigiosos jugadores de ajedrez ocuparon un lugar en el interior del autómata. “El Turco” era una farsa, claro está.

La obra de Poe es un intento de desvelar esa farsa. Analiza pormenorizadamente los movimientos de Maelzel mientras enseña el interior del autómata al público, intenta entender cómo funcionan los mecanismos que dotan de movimiento al muñeco y concluye que dentro hay un jugador escondido.

Aunque ya otros escritores habían expresado sus sospechas sobre el autómata, la obra de Poe es la que ha tenido más trascendencia. Fue publicada en 1836 en el Southern Literary Messenguer.

Pese a ello, quizá por ello, “el Turco” ha tenido un gran éxito en el mundo del arte, de la literatura, hay varias las novelas en la que aparece como elemento importante de la trama, y del cine. Alguna de estas obras ya ha aparecido aquí. Poco a poco intentaré mostrarles las demás.


3 comentarios:

Evil Preacher dijo...

Desde luego, el asunto del turco es apasionante y de todo lo que he tenido ocasión de leer sobre él, el artículo de Poe es el más interesante. Aplica los métodos de observación y análisis que atribuye a su detective Dupin y no me cabe duda que las capacidades del autor no eran menores que las del personaje, si bien, comete algunos errores, ya que llega a la conclusión de que es imposible construir una máquina que juegue al ajedrez porque, ya que las máquinas funcionan siguiendo rutinas repetitivas, construir una implicaría el análisis del árbol completo.
Magnífica la idea de hablar del autómata para celebrar el bicentenario; yo le he mencionado precisamente en el post que he dedicado al evento.

MCG dijo...

Como siempre una buena entrada! yo pasé por alto ese centenario! y eso que soy asiduo a Poe, error imperdonable, aunque dudo que superara tu entrada, un saludo

Mariano García Díez dijo...

Garcias, amigos.