miércoles, 27 de septiembre de 2023

LA REINA LILI'UOKALANI


El tío Sam se enfrenta al presidente Stephen Grover Cleveland (1837-1908) en presencia del secretario de Estado Walter Quintin Gresham (1832-1895) en una partida de ajedrez cuyas piezas son efigies de los participantes en la crisis que concluyó con la caída de la monarquía hawaiana y la anexión del archipiélago a los Estados Unidos.

El tío Sam le dice al presidente Cleveland: «Grover, esta partida ha sido demasiado profunda para ti. Cada movimiento que has hecho ha sido un error. Ahora has perdido la dama negra y la partida».

La dama negra en cuestión es Lydia Liliʻu Loloku Walania Wewehi Kamakaʻeha-a-Kapaʻakea quien, bajo el nombre de Liliʻuokalani (1838-1917), fue la última soberana del reino de Hawái. 

Para poner en contexto la ilustración, debemos mencionar que en 1887, grupos antimonárquicos hawaianos habían impuesto al predecesor de Liliʻuokalani una Constitución que despojaba a la monarquía absoluta de gran parte de su poder para entregarlo a una coalición de estadounidenses y europeos asentados en Hawái. En 1893, con Liliʻuokalani ya en el trono, se intentó promulgar una nueva constitución que restaurase el poder de la monarquía y de los nativos hawaianos. La reacción de los opositores, mayoritariamente empresarios con intereses en la industria azucarera local, con la ayuda de los marines norteamericanos, llevó al derrocamiento de la reina y a la instauración de una república que lo primero que hizo fue pedir la anexión del territorio a los Estados Unidos. 

Grover Cleveland, vigésimo segundo y vigésimo cuarto presidente de los Estados Unidos, se puso del lado de la reina Liliʻuokalani, entendió que los representantes estadounidenses se había excedido en su injerencia en la política interna del reino de Hawái e intentó devolverle el trono y frenar la anexión. Sin embargo, la oposición de la mayoría del Senado desbarató sus planes y le obligó a cambiar de opinión.

Sobre el tablero, como trebejos, vemos a la reina Liliʻuokalani, al Senado de los EE. UU. y a varios senadores involucrados en los informes favorables y contrarios a la anexión. La prensa favorable a la anexión describía a los hawaianos como salvajes incapaces de gobernarse a sí mismos, como vemos en la representación de la figura de la reina.

El título de la viñeta, publicada en Judge no deja dudas del fracaso de la política de Cleveland: «su pequeño juego hawaiano ha recibido mate». Que la partida no ha sido limpia podemos deducirlo del tablero de juego, mal colocado.

Judge fue un semanario satírico norteamericano publicado entre 1881 y 1947 que nació de una escisión de la revista Puck. Desde su origen, fue muy cercano a las posiciones del partido republicano y, por lo tanto, muy crítico con los demócratas. El presidente demócrata Cleveland, como vemos en esta viñeta, publicada el 27 de enero de 1894, fue una de sus objetivos favoritos. La caricatura fue obra de Bernhard Gillam (1856-1896), redactor jefe de la publicación. Gillam también era un fervoroso republicano.

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