martes, 21 de agosto de 2018

MARC RIBOUD


Fotógrafo autodidacta, miembro de la legendaria agencia Magnum, destacado representante de la fotografía humanista y ejemplo del fotógrafo comprometido que quería Cornell Capa, además de ser el autor de una de las más famosas fotos antibelicistas de la historia, el francés Marc Riboud pasó tres meses en la URSS en 1960 documentando el modo de vida del ciudadano soviético medio.

La mayoría de las fotos de dicho trabajo muestran escenas fácilmente comprensibles: parejas tonteando en los bancos públicos, niños en la escuela, ciudadanos soportando las ventiscas y aprovechando la nieve para esquiar o patinar, militares cargados de condecoraciones, mujeres en el mercado y, por todas partes, los grandes carteles en los que el régimen publicitaba sus políticas. Escenas de la vida cotidiana.

Con la foto que encabeza esta nota, la cosa no es tan fácil. ¿Qué hace esa gente en medio de un bosquecillo? Aparentemente cada uno está dedicado a una ocupación diferente. Leer, jugar, fumar... Aunque la foto tiene interés por sí misma —nos permite saber que en Moscú en 1960 eran tendencia las amplias solapas y las bufandas de cuadros, por ejemplo; aunque, personalmente, me intrigaba mucho lo que pudiera tener en la mano que mantiene oculta bajo el abrigo el joven de las gafas— la presencia de un tablero de ajedrez en las manos de este mismo joven despertaba mi curiosidad. Pero el pie de foto del libro sobre Riboud en el que descubrí esta foto solo decía «Moscú, 1960». 

Pasaron los años. Un día repasando libros antiguos volví a dar con esta foto y resolví investigar un poco más. En la página web de la agencia Magnum di con la clave. El subtítulo de la fotografía reza: Parque Gorki. Campeonato del Mundo de Ajedrez, 1960.

El campeonato del Mundo de Ajedrez de 1960 enfrentó a Mijaíl Botvinnik contra Mijaíl Tahl, quien se proclamaría octavo Campeón del Mundo de Ajedrez. La conmoción que el juego del aspirante había causado en el mundo del ajedrez, con sus arriesgados sacrificios y su juego eminentemente táctico, se tradujo en un interés extraordinario por presenciar el match. El teatro Pushkin, donde se celebró el encuentro, recibía tal número de espectadores que las autoridades tuvieron que disponer grandes tableros murales en distintos sitios de la ciudad para que la gente que no había podido conseguir entradas pudiera seguir las partidas en directo. Por otra parte, el parque Gorki tiene una gran tradición ajedrecística. En sus instalaciones se han celebrado torneos y exposiciones sobre el ajedrez y es uno de los sitios donde se reunen los moscovitas para jugar al ajedrez al aire libre. Cuando el tiempo se lo permite, claro.

Así pues, misterio resuelto. Los personajes de la foto están el en Parque Gorki, probablemente delante de un tablero mural, esperando que empiece una de las partidas de uno de los grandes encuentros ajedrecísticos de la historia: el Campeonato del Mundo de Ajedrez de 1960 entre Tahl y Botvinnik. Seguro que se lo pasaron bien.

No hay comentarios: