domingo, 31 de mayo de 2020

LA IMPACIENCIA DEL CORAZÓN

Según una vieja regla del juego, solíamos esconder una blanca y una negra en el puño, detrás de la espalda, para decidir quien atacaba y quien defendía.

La impaciencia del corazón es una novela de Stefan Zweig ambientada en los albores de la I Guerra Mundial y escrita en los de la II. Se suele señalar que el tema central del libro es la compasión, dado que es este sentimiento el que desencadena los acontecimientos narrados, pero la acción va más allá y la trama va dibujando una sociedad decadente en la que los prejuicios, la hipocresía social y el clasismo generan un clima irrespirable que se impone  a la sensibilidad de las personas. El libro se adentra también en el sentimiento de culpa, sea por la debilidad frente a las exigencias sociales sea por la debilidad frente a la propia conciencia, y la imposibilidad de la redención.

Leyendo este libro podemos apreciar que en las primeras décadas del siglo XX el ajedrez seguía siendo un juego apreciado por las clases altas de la sociedad —la mayor parte de la trama se desarrolla en el palacio de una adinerada familia— y un elemento importante en el cortejo amoroso. Los jóvenes en edad de merecer se buscan para jugar al ajedrez, lo que les permite ganar unos momentos de intimidad que, en otros ámbitos de la vida social, la mojigata moral de la época les impedía.

El protagonista y narrador de la novela, un teniente de ulanos, juega al ajedrez con sus compañeros de cuartel para matar el tiempo, juega con sus escasos conocidos en el casino de la localidad donde está acuartelado con idéntica intención y juega sobre todo con Edith, una joven aquejada de parálisis en las piernas que se ha enamorado de él, pero a la que él solo frecuenta por compasión.

Con todo, la referencia más interesante al ajedrez viene de la boca del doctor que está tratando a la joven de sus problemas físicos, pero que se preocupa también de los sicológicos, cuando se niega a consentir que se le den a la enferma falsas esperanzas pese a la aparición de un tratamiento revolucionario:
...como médico no debo pensar solo en el comienzo, sino también en la continuación y, sobre todo, en el resultado final. (...) También como médico, soy y seré un jugador de ajedrez, un juego de paciencia, no puedo entregarme a un juego de azar, y menos cuando es otro el que tiene que pagar la apuesta.
Este doctor adopta la visión del ajedrez como una disciplina que aporta las cualidades necesarias para afrontar con éxito cualquier actividad: la reflexión, la anticipación de los problemas, la cautela y la justa valoración de los hechos.

FICHA TÉCNICA
STEFAN ZWEIG
LA IMPACIENCIA DEL CORAZÓN
ACANTILADO. BARCELONA, 2006
TRADUCCIÓN DE JOAN FONTCUBERTA

STANISŁAV REJCHAN
BLANCAS O NEGRAS (1892) PUBLICADA EN MODERNE KUNST, BERLIN, 1892/3
XILOGRAFÍA


sábado, 30 de mayo de 2020

DESDE RUSIA CON AMOR


Sean Connery y Daniela Bianchi se entretienen jugando al ajedrez en una pausa del rodaje de Desde Rusia con amor (Terence Young. From Russia with Love. United Artist Corporation, 1963)

jueves, 28 de mayo de 2020

KONSTANTIN KAZANCHEV


El dibujante ucraniano Konstantin Kazanchev (1956) organizó, en calidad de presidente de la Asociación de Caricaturistas de Ucrania, el XVII Concurso Internacional de Caricatura (Kiev, 2017) cuyo tema central fue el ajedrez. Kazanchev presentó la obra que mostramos fuera de concurso.

ADAPTABLE POR LAURA WAIT

Segunda aparición de los libros de artista de la norteamericana Laura Wait en Artedrez. En este caso se trata de Adaptable. El título es uno de los conceptos vertidos por el general chino Sun Tzu en su conocido tratado militar El arte de la guerra.

Wait mezcla sentencias extraídas del libro de Sun Tzu con dibujos de piezas de ajedrez inspirados en los diseños de algunos artistas de la modernidad —Marcel Duchamp, Man Ray, Josef Hartwig— y diseños propios; también aparecen fragmentos de partidas en notación algebraica. 

El libro se realizó ente 2010 y 2012 y es una técnica mixta que incluye pintura acrílica, caligrafía, colografía y elementos de cobre. El conjunto se presenta en una caja de cartón forrada de fieltro.



miércoles, 27 de mayo de 2020

EL REY DE LA MONTAÑA O LAS BLANCAS JUEGAN Y GANAN


El rey de la montaña es un juego infantil que consiste en que alguien —«el rey»— se sube a un sitio elevado y los demás intentan desalojarlo de allí por todos los medios a su alcance. Del recuerdo de mi época infantil me queda que esos medios podían ser sumamente expeditivos. Los niños de los años sesenta podíamos ser muy brutos.

El juego es internacional (en Inglaterra lo llaman por ejemplo «el rey de la colina», ya sabemos que allí no andan sobrados precisamente de montañas) y de una venerable antigüedad. Ya en un cuadro de 1560 de Pieter Brueghel, el Viejo —titulado Juegos infantilesparece verse a una pareja de niños jugando a él.

El rey de la montaña se llama precisamente esta fotografía de la rusa Diana Amelina, artista especializada en bodegones en los que logra un aspecto muy similar al que tenían  los bodegones de la escuela clásica holandesa.

La fotografía lleva como subtítulo Blancas juegan y ganan aunque, de momento, es el rey negro el que parece ser «el rey de la montaña».

martes, 26 de mayo de 2020

IRÈNE

Vanidoso hasta el agotamiento, entretenía unos minutos a Camille con sus irrisorios éxitos, sus insignificantes victorias y sus triunfos comunitarios, tras lo cual le proponía a su yerno la revancha al ajedrez, perdía tres partidas consecutivas y se quedaba enfurruñado el resto del tiempo con la escusa de que le dolía la barriga.
Una referencia casual al ajedrez en una novela policial de Pierre Lemaitre.



Anacrónica, pero temáticamente pertinente, ilustración del alemán Bruno Blätter (1870-?). 


FICHA TÉCNICA
PIERRE LEMAITRE
IRÈNE
ALFAGUARA. MADRID, 2015
TRADUCCIÓN DE JUAN CARLOS DURÁN ROMERO

BRUNO BLÄTTER
DOS CABALLEROS JUGANDO AL AJEDREZ EN UN INTERIOR, S/F
ÓLEO SOBRE LIENZO. 80 x 60 cm.
COLECCIÓN PARTICULAR

lunes, 25 de mayo de 2020

ELIZABETH SHIPPEN GREEN

Elizabeth Shippen Green (1871-1954) fue una ilustradora norteamericana que trabajó tanto para la industria editorial como para revistas de información general. Green fue una firma constante en algunas de las más importantes: Harper's Magazine y The Saturday Evening Post, por ejemplo. En 1901 consiguió ser la primera mujer en firmar un contrato de exclusividad como dibujante en Harper's Magazine, lo que constituyó un hito en su época. El súbito descubrimiento de que, en el cambio de siglo, la mayoría de los suscriptores de estas publicaciones eran mujeres requirió incorporar una «visión femenina» a estas publicaciones generalistas. Green abrió el camino.

La ilustradora formó una especia de «hermandad artística» con un grupo de dibujantes —Violet Oakley, Jessie Wilcox-Smith y Henrietta Cozens— que trabajaron juntas en una comisión para componer un mural. La posada en la que se alojaban, y donde tenían sus estudios, The Red Rose Inn, les dio el nombre para el grupo: The Red Rose Girls.

Las ilustración que presentamos fue el resultado de un trabajo conjunto que acometió con otra «rosa», Jessie Wilcox-Smith. Fue la creación de una calendario centrado en el tema de la niñez que publicaron a sus expensas en The Beck Engraving Company of Philadelphia.

La ilustración de portada nos muestra a una niña jugando con unas piezas de ajedrez. No está jugando una partida sino, como hacen muchos niños cuando se les enseñan por primera vez unos trebejos, utilizando las piezas como muñecos. Con el tablero doblado por la mitad, la niña ha construido una casita en la que, con la concentración de la infancia en sus juegos, está colocando los trebejos, inventándose quién sabe qué diálogos para ellos.


Muy influida por el modernismo finisecular, Elizabeth Shippen Green fue muy solicitada para realizar temas relacionados con la infancia y la maternidad desde una perspectiva idealizada. Sin embargo, en otros trabajos ofreció una mayor profundidad sicológica. Tuvo muy buena mano para el dibujo e ideaba unas composiciones muy cuidadas, como apreciaría sin duda el lector de Harper´s Magazine, que tenía fama de ser una publicación intelectual y dirigida a una clientela educada.

domingo, 24 de mayo de 2020

☞ ¡DUCHAMP RECORTABLE!


Al ilustrador norteamericano Kyle Hilton un buen día se le ocurrió la idea de enseñar la Historia del Arte a través de recortables. Dicho y hecho, en 2014 publicó un libro —Art History Paper Dolls— en el que reúne a 16 artistas de todas las épocas, desde los más venerados clásicos hasta los más conspicuos vanguardistas, en el formato de las intantiles «muñecas de papel» que se recortaban y que iban acompañadas de vestidos y otros complementos para adornarlas.

Con este libro se puede «vestir» a los artistas con algunas de sus obras más relevantes. El conjunto no carece de humor negro —Van Gogh, por ejemplo, viene con una oreja deshechable— y no deja de ser una manera divertida de aprender algo de arte.

De Duchamp se menciona como su más famosa obra L.H.O.O.Q. —título que leído como un acróstico da una interpretación maliciosa de la Mona Lisa—; como acontecimiento divertido de su vida, que abandonara el arte en aras del ajedrez y anima al comprador a armar dos de sus obras más polémicas, la Rueda de bicicleta de 1913 y la Fuente de 1917. Por supuesto, no podía faltar un tablero de ajedrez.

El propio Duchamp puede montarse con pipa o sin pipa o adoptar el aspecto de su alter ego femenino, Rrose Sélavy. También puede adornarse con los bigotes y la perilla con que adornó —profanó para otros— la Gioconda de Leonardo da Vinci.

Seguramente a Duchamp le hubiera encantado esta aproximación a su obra. Desde luego está muy cerca del concepto de museo portátil expresado en la Boîte en valise que construyó entre 1935 y 1940 para albergar reproducciones de toda su obra.

PS. El tablero recortable lleva los tebejos diseñados por Max Ernst, no los del propio Duchamp.

FICHA TÉCNICA
KYLE HILTON
ART HISTORY PAPER DOLLS
CHRONICLE BOOKS. SAN FRANCISCO, 2014


sábado, 23 de mayo de 2020

MORRIS BLACKBURN


Morris Blackburn (1902-1979) fue un artista norteamericano muy influyente por su labor docente realizada fundamentalmente en la Escuela de Artes Industriales de Philadelphia y en la Academia de Pennsilvania de Bellas Artes. 

Su estilo presenta un interpretación personal de las corrientes vanguardistas europeas de principios del siglo XX, notablemente el cubismo y el arte abstracto, sin desdeñar obras figurativas y paisajes. Cultivó gran variedad de técnicas. Fue pintor, muralista, grabador, litógrafo y artista gráfico.

Estos jugadores de ajedrez sin fechar son una muestra de su trabajo.


FICHA TÉCNICA
MORRIS BLACKBURN
SIN TÍTULO (JUGANDO AL AJEDREZ)
ÓLEO SOBRE LIENZO. 61,77 X 76,20 cm. 
WOODMERE ART MUSEUM (PHILADELPHIA)


viernes, 22 de mayo de 2020

STALAG LUFT III

Stalag Luft III fue un campo de prisioneros que la Luftwaffe construyó en Polonia para internar a los pilotos aliados capturados durante la II Guerra Mundial.

Uno de esos pilotos fue Archibald Sulston, teniente de la Royal Air Force y además artista. Sulston realizó un buen número de acuarelas en un cuaderno de dibujo en el que retrató el día a día de los prisioneros en el campo. Curiosamente, parte de esos dibujos muestran los preparativos de lo que se conoció en inglés como The Great Escape, una evasión multitudinaria del campo de prisioneros que inspiró la película homónima que en España se tituló La gran evasión.

Una de las acuarelas de Sulston muestra un tablero de ajedrez en el que las blancas, decoradas con banderas y símbolos del bando Aliado, cercan a las negras, que llevan  los símbolos de las potencias del Eje. El tablero está bajo una leyenda que reza «¡Jaque en el segundo campeonato mundial!» «Mate en una», se puede leer en la parte baja de la imagen.


jueves, 21 de mayo de 2020

ANGELICA KAUFFMAN


Angelica Kauffman fue una popular pintora del periodo neoclásico. Suiza de ascendencia austriaca, su vida transcurrió entre Londres y Roma, donde su trabajo pictórico le granjeó grandes éxitos y una excelente reputación artística. Fue amiga de algunos de los más notables intelectuales y artistas de su época: Wincklemann, Goethe, Reynolds, por ejemplo. De enorme precocidad, y muy dotada para múltiples disciplinas —destacaba en música, cantaba muy bien y tenía una enorme facilidad para los idiomas— sus mayores logros los consiguió en el campo de la pintura como retratista y autora de escenas mitológicas y paisajes, pese a que su principal interés era la pintura de historia.

Fue una de las firmantes de la carta en la que se pedía al rey Jorge III que instituyese una Academia Real de Pintura y Escultura y, una vez conseguido, fue una de las dos primeras fundadoras y miembros de pleno derecho  —la otra fue Mary Moser— de la misma.

En 1778, la Academia comisionó a Angelica Kauffman para pintar una serie de cuadros que representaran los cuatro elementos del arte. Esas pinturas se encuadraban en un conjunto más amplio que debía decorar la sala del consejo en la sede de la Academia en el palacio de Somerset House.

De acuerdo con las ideas estéticas imperantes, formuladas fundamentalmente por sir Joshua Reynolds, estos elementos serían dos aspectos prácticos y sensibles, el dibujo y el color, y otros dos técnicos e intelectuales: la invención y la composición. Angelica Kauffman desarrolló esta idea mediante cuatro figuras alegóricas, en las que se advierte la influencia de las sibilas de Miguel Ángel de la bóveda de la Capilla Sixtina del Vaticano.

La composición, que es la que ilustra la imagen que acompaña a esta nota, viene representada por una mujer ensimismada, en los que algunos han creído ver un autorretrato de la propia Kauffman, que lleva un compás en la mano y se apoya en un cuerpo arquitectónico sobre el que descansa un tablero de ajedrez. A su lado, en el suelo, yacen un pincel y unas hojas de papel.

La figura se sitúa en el límite entre lo humano, las construcciones arquitectónicas, y lo natural, el paisaje, queriendo simbolizar que el arte debe participar de los dos mundos. La composición viste de blanco, porque su intención es pura. El compás que lleva en su mano es el símbolo emblemático tradicional de la creación; por su forma se relaciona con la letra A, el origen de todas las cosas. Significa también la equidad, la capacidad de medir con justeza las cosas, sin desviarse de la verdad. El arte debe transmitir, pues, la verdad. El pincel y las hojas nos hablan de la necesaria unión de la creación con la mano, de la necesidad del boceto previo y el dibujo preparatorio. Por último, el tablero de ajedrez nos remite a la dimensión intelectual del arte, a la necesidad de planificación, de la estrategia, de la idea.

Angelica murió en Roma, en 1807, en olor de multitudes. Sus honras fúnebres fueron dirigidas por el escultor Antonio Cánova y el cortejo reunió a todos los miembros  de la Academia de San Luca, que acompañaron el féretro hasta la basílica de Sant'Andrea delle Fratte, donde fue sepultada, mientras la multitud portaba en andas dos de las mejores obras de la pintora, como se había hecho años antes en el entierro de Rafael.

FICHA TÉCNICA
ANGELICA KAUFFMAN
COMPOSITION (1778-1780)
ÓLEO SOBRE LIENZO. 126 x 148,5 cm.
ROYAL ACADEMY OF ARTS

miércoles, 20 de mayo de 2020

KIM JONG-UN vs DONALD TRUMP


Ilustración de Timothy Mcevenue para el periódico South China Morning Post (diario de Hong Kong publicado en inglés). Acompañaba a un artículo de Lee Seong-hyon sobre la necesidad de Corea del Norte de mejorar sus resultados económicos y las presiones que lanzó sobre los Estados Unidos para intentar levantar las sanciones norteamericanas. 

El artículo se publicó el 3 de enero de 2019.

martes, 19 de mayo de 2020

ESTHER DIANA GARCÍA


Ilustración de Esther Diana García para la portada de la Revista de educación, número extraordinario de 2012, editada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España.

El tablero, una vez más, está mal colocado.

lunes, 18 de mayo de 2020

ZADIG

En Zadig, una novela filosófica de Françoise-Marie Arouet, dicho Voltaire, encontramos esta referencia al ajedrez:
Él enseñó a leer y escribir a los hombres, y a él debe la tierra entera el juego del ajedrez.
El contexto es el siguiente. En una reunión en la que participan un egipcio, un indio del Ganges, un habitante de Catay, un griego, un celta y aún otros representantes de diversas zonas de la tierra, pronto empiezan unos a otros a echarse en cara sus respectivas creencias, calificándolas de supersticiosas y bárbaras. La frase reseñada la dice, claro está, el indio para explicar qué es lo que había hecho Brama por la humanidad.

La novela parece pensada para ejemplificar el conocido apotegma que dice que «ninguna buena acción queda sin castigo». Todos los intentos de Zadig, un filósofo babilonio, por mejorar la vida de las personas, hacer prevalecer la razón y la justicia y evitar sufrimientos inútiles a la gente, le acarrean problemas cada vez mayores: procesos sin cuento, acusaciones de blasfemia e impiedad, penas de destierro, esclavitud y hasta una condena a ser quemado a fuego lento. Casi como el propio Voltaire en su siglo.

Voltaire aplaudió en varias de sus obras el talento de los indios para las matemáticas y celebró efusivamente la invención del juego del ajedrez por sus sabios.


Para ilustrar la frase de Voltaire traemos este aguafuerte de 1764 obra de Jean Huber, pintor destacado por Catalina la Grande para documentar el día a día de Voltaire, como una suerte de biógrafo gráfico del siglo XVIII. Probablemente fue un apunte para el óleo con el mismo tema que se conserva en el museo del Hermitage de San Petersburgo y que publicamos hace tiempo.

En el aguafuerte se ve a Voltaire jugando contra el padre Adam, un jesuita al que alojó en su residencia de Ferny cuando los miembros de la Compañía de Jesús fueron expulsados de Francia en 1762. A Voltaire le gustaba mucho jugar contra el religioso. Según testimonios de algunos visitantes, a las siete de la tarde, Voltaire tocaba la campana y pedía que se avisara al padre Adam. Era la hora del ajedrez. 

domingo, 17 de mayo de 2020

GUILLERMO DE INGLATERRA

Atribuida a Chrétien de Troyes, Guillermo de Inglaterra es una novela del siglo XII que cuenta la historia de un rey, el Guillermo del título, que recibe el mandato divino de partir al exilio. Reparte sus bienes entre los pobres y cumple la orden, lo que le pasa después es el contenido de la novela. Chrétien, en esta obra, pretende demostrar la superioridad de la aristocracia por encima de los restantes estamentos sociales medievales, aduciendo una suerte de cualidad innata solo poseída por ellos. 

Efectivamente, en la novela la familia real se separa por diversos avatares y sus miembros tienen que emplearse en oficios viles, hasta los hijos, que son separados de sus padres de recién nacidos. Sin embargo, todos destacan por su porte, por su nobleza, por sus maneras, y consiguen salir adelante y triunfar sobre los villanos entre los que se mueven. Al final, superada la prueba, se reúnen y recuperan sus posesiones y el trono.


En un momento dado de la historia, la reina sube a un buque donde su marido, empleado como comerciante, lleva su mercancía para reclamar un tributo por atracar en el puerto.
Subió a bordo entonces la dama, que no cesaba de mirar al rey. Nada más verle, le dio un vuelco el corazón, porque pensó que ya le había visto en otra parte. El rey manda disponer ante ella lo más precioso: telas dignas de una emperatriz, bordados de orifrés, tableros de ajedrez en plata con trebejos de oro.
Queda claro, leyendo este fragmento, de la importancia del ajedrez en la sociedad medieval y del carácter suntuario que adoptaban los medios con los que se practicaba, hasta el punto en que un rey lo considera una de sus posesiones más preciadas.

El trebejo que ilustra esta nota no es de oro sino de marfil de morsa y es uno de los reyes del conjunto de piezas de ajedrez encontrados en la isla de Lewis, en el archipiélago de las Hébridas Exteriores en Escocia. Este trebejo es estrictamente contemporáneo a Chrétien de Troyes.

FICHA TÉCNICA
CHRÉTIEN DE TROYES
GUILLERMO DE INGLATERRA
ALIANZA EDITORIAL.MADRID, 1997
TRDUCCIÓN DE MARIE-JOSÉ LEMARCHAND


sábado, 16 de mayo de 2020

AJEDREZ POR DANA SCHUTZ


Dana Schutz (1976) es una artista norteamericana que ha desarrollado una obra, no exenta de polémicas por otra parte, en la que se enfatizan los aspectos grotescos y desagradables e incluso violentos de la sociedad. Una pintura expresionista, colorida y vibrante en la que se han querido ver resabios de clásicos como Philip Guston o Jean Dubuffet.


FICHA TÉCNICA
DANA SCHUTZ
CHESS (2008)
SERIGRAFÍA. 59,7 x 56,6 cm.
EDICIÓN DE 27 EJEMPLARES

viernes, 15 de mayo de 2020

JORGE JUNIOR


El cantante de reggaeton cubano Jorge Junior posa delante de un tablero de ajedrez para un artículo publicado en junio de 2016 en la revista Vistar. La fotografía es de Titina.

Jorge Junior explica en el artículo que aprendió a jugar con su padre. «Es guerra y estrategia a partes iguales», dice del juego. La presencia del tablero en su estudio de trabajo la justifica porque «a cada rato me siento porque me ayuda a reflexionar con calma para hacer las cosas».

jueves, 14 de mayo de 2020

EL DÍA DE SAN VALENTÍN


Hoy no es el día de San Valentín, ni falta que le hace para traer a ARTEDREZ esta vieja postal canadiense, vintage lo llaman ahora, que celebra el día de los enamorados.

«Buscando a mi dama para un jaque mate», dice la leyenda. Entonces lo llamaban así.

miércoles, 13 de mayo de 2020

MARSHALL NAVEGANDO


Tarjeta postal de Frank Marshall enviada por él mismo a su esposa Carrie el 4 de julio de 1910 desde un transatlántico. En el texto anuncia que su llegada a puerto está prevista para el día siguiente y le pregunta qué le parece la foto, explicándole que fue tomada a bordo.

A mediados de julio de 1910, Marshall participó en el torneo de Hamburgo, ganado por Carl Schelchter, donde terminó sexto. Así que parece probable que el buque en el que viajaba Marshall se dirigiera hacia la ciudad hanseática. En la postal, además, parece decir que piensa ir a Wildungen. Quizá se refiriera a la localidad alemana de Bad Wildungen, situada a poco más de 300 km al sur de Hamburgo. Qué podría querer hacer allí el jugador norteamericano es algo que se nos escapa.



martes, 12 de mayo de 2020

EL COMISARIO GORGONIO

El comisario Gorgonio Llaneza es un personaje del escritor español Alejandro Martínez Gallo (1962) que debutó en la colección de cuentos Seis meses con el comisario Gorgonio (Laria. Oviedo, 2011). Gallo intentó en esta obra una parodia del género negro, incluyendo una gran dosis de humor en sus historias.

Gorgonio, que a mí me recuerda mucho al detective Colombo, es un viejo comisario, desaliñado, desencantado, malhablado, desdeñoso con cualquier método científico de investigación criminal, destinado en Madrid. Solo confía en su olfato y es hincha del Sporting de Gijón desde que estuvo allí destinado hace muchos años. 

El único anhelo de Gorgonio es jubilarse y dedicarse a jugar al ajedrez en el Hogar del pensionista, donde acude a diario siempre que sus investigaciones se lo permiten. No tiene ninguna gana de trabajar. «Ni jugar al ajedrez le dejan a uno», dice cuando su jefe le requiere para que se ocupe de un caso urgente, tan urgente que no le da tiempo ni a recoger la placa. Cuando tiene que enseñarla replica: «Cojones (lo siento, pero ya he advertido que Gorgonio es malhablado), estaba jugando al ajedrez cuando me llamó ese merluzo dándome la orden. ¿Desde cuando hay que llevar la placa para mover los peones y los alfiles?». Un poco más adelante suspira: «resuelvo este caso y regreso a mis partidas de ajedrez».


Damián de Damiám contra Gorgonio Llaneza en el Hogar del Pensionsita
Por María José Acosta Malo

Gorgonio juega, sin embargo, muy mal. Su rival principal en el Hogar del Pensionista es Damián de Damián, un jubilado de la enseñanza amante de la novela policíaca que suele derrotar estrepitósamente a Gorgonio. A Damián que su compañero no tenga competencias ajedrecísticas le sorprende: «lo que no me explico es que seas tan bueno investigando crímenes y tan malo en el ajedrez, cuando en ambos hay que aplicar la lógica».

A Gallo le gusta reflexionar sobre el género que cultiva y no es raro que sus personajes esbocen teorías sobre la evolución de la novela policial o negra. En esta novela es Damián el encargado de hacerlo. Quizá para reprochar a Gorgonio su renuencia a aceptar el progreso le recuerda que en la ficción el género policial ha evolucionado desde el detective lógico e individualista, tipos Augute Dupin o Sherlock Holmes, a uno no menos individualista pero que se patea el asfalto en contacto con la realidad, el hard boiled norteamericano, que es superado a su vez por el equipo de investigación que actúa de forma colegiada, Canción triste de Hill Street. Y al final, el equipo científico —C.S.I.— los reemplaza a todos. 

Terminamos con una partida de Gorgonio.

lunes, 11 de mayo de 2020

ARTE MAKONDE


Los makonde son un grupo étnico que vive en las actuales Tanzania y Mozambique, con algunos habitantes también en Kenia. El pueblo makonde practica desde tiempo inmemorial el tallado de madera para realizar objetos decorativos o de caracter ritual o sagrado. Después de la colonización portuguesa, y al advertir el interés que los comerciantes lusos mostraban por sus trabajos, los escultores makonde comenzaron a fabricar objetos para la exportación, entre ellos juegos de ajedrez. 

Los trebejos makonde respetan las tradiciones de su pueblo. Los reyes llevan el tocado tradicional de los jefes de su comunidad; las damas, como era costumbre en el mundo rural del este de África, llevan un recipiente con agua encima de la cabeza; los alfiles suelen representarse como curanderos, con un sombrero cilíndrico; como no había caballos en su área de asentamiento, esta pieza toma la apariencia de una jirafa; las torres se tallan a imitación de las chozas tradicionales de la zona; por último, los peones adoptan el aspecto de los habitantes de las aldeas. Curiosamente, en los antiguos juegos makonde era relativamente frecuente que fueran «peonas» en vez de peones. 

Aunque la escultura tradicional se realizaba con maderas blandas, al dedicar parte de la producción a la exportación se empezaron a emplear maderas más duras y resistentes. En el caso de los trebejos los materiales empleados habitualmente son el palo rosa, para las piezas blancas, y el ébano para las negras.

El juego que aparece en la fotografía, tomada en 2008 en Kenia, es moderno y en él han desaparecido las escarificaciones rituales que el pueblo makonde llevaba antiguamente en el rostro y que era reproducido fielmente en los trebejos tradicionales. Además, el conjunto ha experimentado una estilización apreciable.

Como curiosidad, los portugueses, y los españoles por su influjo, llamaban a los originarios de este pueblo «macondos». Una de las posibles etimologías para el Macondo de Gabriel García Márquez vendría así de este pueblo.

La modelo, de cuyo muro hemos cogido las fotografías, se llama Yana y es ucraniana.


domingo, 10 de mayo de 2020

ÓLIVER FLORES


Trabajo de Óliver Flores para ilustrar el artículo Occidente, cuadro clínico, firmado por Regis Debray y publicado en la revista Nexos el 1 de abril de 2013.

El tablero, como pasa tantas veces, está mal colocado.

sábado, 9 de mayo de 2020

BARBARA GERODIMOU


Barbara Gerodimou (1959) es un artista griega que ha creado un universo en en el que la figuración, predominantemente femenina, aparece ensismismada o entretenida en en actividades lúdicas. Sus figuras pueden aparecer tanto en espacios neutros como en una naturaleza estilizada y misteriosa y sus fuentes de inspiración brotan tanto de la mitología clásica como de la tradición cristiana. Una obra intimista y ensoñadora, en la que el oro y la plata, usados como materiales pictóricos tienen una presencia importante.

La obra que presentamos hoy pertenece a la serie «luz» en la que la artista griega pretende dar en un solo cuadro dos interpretaciones distintas. La obra cambia cuando se ilumina, cuando se enciende la luz, por ejemplo, en la habitación donde está colgada, y del fondo neutro surgen figuras que sugieren otras ideas, otras asociaciones.

En el caso de la jugadora de ajedrez, la luz revela la naturaleza guerrera del juego. Lo que podía ser una escena íntima, en la que la mujer estuviera esperando a su amante, se transforma en una sangrienta batalla. Como el ajedrez. Como la vida. 



FICHA TÉCNICA
BARBARA GERODIMOU
LA PARTIDA DE AJEDREZ (DÍA Y NOCHE)
ÓLEO SOBRE ARPILLERA. 115 x 130 cm
COLECCIÓN PARTICULAR



viernes, 8 de mayo de 2020

ASIMOV Y EL AJEDREZ

En los años siguientes descubrí que todo el mundo me ganaba, independientemente de su raza, color o religión. Sencillamente, era el peor jugador de todos los tiempos y, con los años, dejé de jugar al ajedrez.
Ilustración de Grazia de Nimio Azar, 2020

En su libro autobiográfico Memorias, publicado póstumamente en 1994, Isaac Asimov explica su pesadumbre por no haber podido nunca jugar decentemente al ajedrez. Esto le molestaba enormemente porque Asimov se consideraba a sí mismo un hombre muy inteligente. Y lo era en verdad. Y el ajedrez y la inteligencia suelen asociarse con frecuencia.

Veamos lo que dice Asimov:
Nunca me ha importado no hacer un buen papel en los deportes (...) pero me molestaba mi fracaso en el ajedrez. (...) conseguí convencer a mi padre de que me comprara las piezas de verdad. Después enseñé a mi hermana las jugadas y empecé a echar partidas con ella. Los dos jugábamos bastante mal. Mi hermano Stanley, que nos miraba mientras competíamos, aprendió las jugadas y me preguntó si podía probar suerte. Como su condescendiente hermano mayor le dije que sí y me preparé para darle una paliza. El problema fue que en la primera partida de su vida me ganó.
En los años siguientes descubrí que todo el mundo me ganaba, independientemente de su raza, color o religión. Sencillamente, era el peor jugador de todos los tiempos y, con los años, dejé de jugar al ajedrez.
Por supuesto, esto no podía dejar indiferente a una personalidad con la enorme curiosidad científica que tenía Isaac Asimov. Así pues, resolvió investigar por qué pasaba esto y qué estaba detrás de su fracaso como ajedrecista. 
Este fracaso me dolió realmente. Estaba en total contradicción con mi «inteligencia», pero ahora sé (o al menos eso me han dicho) que los grandes jugadores de ajedrez logran sus resultados estudiando durante años y años partidas de ajedrez, memorizando gran cantidad de complejas «combinaciones». No ven el ajedrez como una sucesión de jugadas sino como un patrón. Sé lo que eso significa porque yo veo los artículos o los relatos como patrones.
Pero son aptitudes diferentes. Kasparov considera el juego de ajedrez como un patrón, pero para él, un artículo no es más que una mera sucesión de palabras. Yo veo los artículos como patrones y las partidas de ajedrez como meras sucesiones de movimientos. Así que él puede jugar al ajedrez y yo puedo escribir artículos, pero no al revés.
Sin embargo, esto no es suficiente. Nunca pensé en compararme con grandes maestros del ajedrez. ¡Lo que me molestaba era mi incapacidad de ganar a nadie! La conclusión a que llegué finalmente (cierta o equivocada) era que no estaba dispuesto a estudiar el tablero y sopesar las consecuencias de cada uno de los movimientos posibles. Incluso la gente que no es capaz de ver patrones complejos por lo menos puede deducir las dos o tres jugadas siguientes, pero yo no. Muevo por impulsos, cuando no al azar, y soy incapaz de hacer nada más. Esto quiere decir que tengo todas las probabilidades de perder. 
Y una vez más, ¿por qué? A mí, me parece obvio. Mi capacidad para comprender y recordar todo enseguida es lo que me inutiliza. Esperaba ver las cosas de inmediato y me negaba a aceptar una situación en la que algo así no era posible. (Igual que cuando me negaba a estudiar en el instituto y en el college).
Tengo la gran suerte de poder ver los patrones de inmediato, sin esfuerzo, cuando escribo y cuando doy conferencias. Si tuviese que pensarlo, supongo que habría fracasado en ambas cosas. (Y no me sorprendería que mi falta de disposición para tomarme el tiempo para pensar las cosas haya contribuido a mi fracaso como científico).

jueves, 7 de mayo de 2020

ROWLANDS vs CASSAVETES


John Cassavetes se defiende del ataque de su esposa, Gena Rowlands, en esta fotografía de los años 50.

miércoles, 6 de mayo de 2020

EL CORAZÓN DE UN NIÑO


Mary T. Parker es una fotógrafa comercial de Nueva York que se ha especializado en fotografía infantil. Niños y niñas ocupados en sus cosas: jugar, practicar deportes, sorprenderse del mundo de los adultos. 

Parker reúne sus fotografías en colecciones como Sports —lógicamente, niños y niñas dedicados a practicar deportes—, Strong is the new Pretty (La fuerza es la nueva belleza)dedicado a mostrar a las niñas demostrando su competencia en diversas actividades— y The Heart of a Boy (El corazón de un niño) —dedicado a resaltar la espíritu de los chicos.

Precisamente a esta serie, El corazón de un niño, pertenece la foto de hoy.

martes, 5 de mayo de 2020

EL JUEZ Y SU VERDUGO

Dijiste que cometer un crimen era una estupidez porque es imposible mover a la gente como si fueran piezas de ajedrez.
Maximilian Schell dirigiendo a Friedrich Dürrenmatt 

Un anciano comisario de policía, enfermo terminal, investiga la muerte de un subalterno. Hombre muy tradicional y desdeñoso de los modernos conceptos de la criminalística, su investigación parece un auténtico disparate. Sin llevar un criterio mínimamente científico, sin interrogar a testigos ni buscar pruebas. Lo ayuda otro policía, el mejor después del asesinado, que no parece entender sus métodos.

De repente surge un elemento inesperado, un viejo conocido del comisario. Por él nos enteramos de que de jóvenes habían cruzado, una noche de borrachera, una demencial apuesta. El otro se había mostrado dispuesto a cometer un crimen. Sin motivo, aleatorio, innecesario. Y se jactaba de que sería imposible demostrar su culpabilidad. El futuro comisario creía lo contrario, un crimen así se podría demostrar siempre.

La pretensión del otro no se queda en una baladronada de borracho, realmente comete un crimen. Su jactancia deviene real. Barlagh (así se llama el comisario) en contra de lo que creía será incapaz de probarlo. Se inicia así una rivalidad que durará toda la vida y que se ve salpicada por otros homicidios y asesinatos. Barlagh sabe que ese otro innominado no tiene nada que ver con el crimen que investiga, pero concibe una artimaña diabólica: no ha conseguido inculpar a su enemigo por los crímenes que realmente ha cometido, pero quizá consiga hacerlo por uno que no ha cometido... Y lo logra. Consigue manipular al verdadero criminal, que no es otro que su ayudante, Tschanz, hasta el punto que o incrimina al otro o todas las sospechas recaerán sobre él. Lo que se dice «comerse un marrón».

Las dos alusiones al ajedrez que hay en la novelita —el diminutivo es por extensión, no por calidad— son la que encabeza estas líneas, que surge en la discusión etílica que dio inicio a la trama. La segunda muestra como se siente el asesino cuando Barlagh explica que lo sabe todo.
Tschanz escuchaba al inexorable ajedrecista que le había dado un mate.
Este es el argumento de El juez y su verdugo una novela del suizo Friedrich Dürrenmatt (1921-1990) en la que explora los límites y el sentido último de la justicia, la culpa y el castigo. Temas todos muy presentes en su obra.

En 1975, Maxilimilian Schell dirigió una adaptación de la novela de Dürrenmatt (End of the Game; MFG-Film T.R.A.C., 1975) con John Voight, Martin Ritt y Robert Shaw en los principales papeles.

El Propio Dürrenmatt participó en un pequeño papel en el que se interpreta a sí mismo. La foto muestra un momento del rodaje de una de sus escenas.


lunes, 4 de mayo de 2020

ALICIA A TRAVÉS DEL ESPEJO, POR MAI MITURICH


Mai Miturich-Khlebnikov (1925-2008) fue un artista e ilustrador soviético/ruso. Hijo de dos artistas de la vanguardia histórica soviética, Miturich se decía predestinado para ser pintor. Apasionado por las culturas asiáticas, ilustró libros de leyendas tradicionales de China, Japón e India. 

Además, ilustró clásicos de la literatura universal, como La Odisea de Homero o El libro de la jungla de Kipling. Con respecto a este último libro, Miturich redibujó todas las ilustraciones que había preparado para su publicación cuando pudo visitar India y descubrió que había muchísimo más sol y, por ende, muchísima más luz de lo que había supuesto. Las repitió todas para hacerlas más brillantes.

También ilustró de una forma bellísima, para mi gusto, la Alicia de Lewis Carrol. Sobre estas líneas tenemos una muestra de ese trabajo, realizado para la editorial moscovita Ficción en 1977.

domingo, 3 de mayo de 2020

ALBERT BIRKLE


Aunque se formó como pintor decorativo en la empresa familiar, el alemán nacionalizado austriaco Albert Birkle (1900-1986) pronto se dejó seducir por el expresionismo y la nueva objetividad. Sus obras a menudo expresaban una fuerte crítica social, denunciando la miseria en que vivían los trabajadores y la deshumanización de las ciudades mientras realizaba en paralelo una importante obra religiosa, fundamentalmente con diseños para vidrieras.

El nazismo etiquetó su producción como «arte degenerado» y sus obras fueron descolgadas de los museos que las albergaban y se le prohibió exponer y hasta pintar.

Aunque está por todas partes en la red, no he logrado averiguar los datos técnicos de la obra que presentamos. Cualquier noticia será bienvenida.

sábado, 2 de mayo de 2020

LA HUELGA GENERAL


La enorme capacidad del ajedrez para simbolizar conflictos hace que este sea un motivo recurrente para los ilustradores y diseñadores gráficos, aunque el contenido del libro no tenga nada de ajedrecístico. Por ejemplo, esta cubierta para La huelga general y otros escritos de Jack London, que vio la luz de la mano de Ediciones Irreverentes en Madrid el año de 2012.

viernes, 1 de mayo de 2020

TEATRO GATUNO DE MOSCÚ


Yuri Dmitrievich Kuklachev (1949) es un payaso y artista de circo ruso. Su especialidad es el adiestramiento de gatos, animal considerado tradicionalmente «indomesticalbe». Es el fundador del Teatro gatuno de Moscú donde unos doscientos mininos demuestran sus habilidades. Jugar al ajedrez parece una de ellas.