martes, 3 de julio de 2007

MISS JUNIO 1956. PLAY BOY CHESS

Dice mi mujer, a quien dios colme de buenas venturas, que éste es uno de los blogs más aburridos que hay en el universo mundo virtual. Yo no estoy de acuerdo. Pero, pusilánime como soy, no he podido dejar de pensar en ello y, de alguna forma, darle, aunque sea a regañadientes, parte de razón.

Para intentar enmendarme, y de paso ganar adeptos para la causa, no voy a hablar hoy de literatura, ni de cine, ni de pintura, ni de arte, ni de nada que no sea ofrecerles a Vds.la visón  espectacular, la belleza inmarcesible, la frescura maravillosa de la mujer que pueden contemplar sólo un reglón por debajo de estas líneas.


Si no fuera porque un océano, y varios años, nos separan, nada en el mundo impediría que fuera a postrarme a sus pies y pedirle, gentilmente, relaciones y una partida.

Si ésto no les ha hecho cambiar de opinión, les invito a unirse a la grey de mi mujer y seguir pensando que el ajedrez es aburrido.

lunes, 2 de julio de 2007

MEMENTO MORI

Cuando el Cordero abrió el séptimo sello, se hizo un silencio en el cielo…
Apocalipsis 8,1

El comienzo de la película es bien conocido por todos: recién desembarcado en una pedregosa playa de regreso de una cruzada, el caballero encuentra a La Muerte esperándole. El caballero, Antonius Block (Max von Sydow, con la voz de Félix Acaso en la versión doblada al castellano), intenta ganar algo de tiempo con una insólita proposición:

EL CABALLERO 
¡Un momento! Tú juegas al ajedrez, ¿verdad?
LA MUERTE 
¿Cómo lo sabes?
EL CABALLERO
Lo he visto en pinturas y lo he oído en canciones.

La Muerte (Bengt Ekerot, Benjamín Domingo) concede una partida al caballero aceptando como apuesta prorrogar su vida si éste llegara a ganarle.


Así arranca “El Séptimo Sello”, la más famosa de todas las películas que tienen al ajedrez como parte importante de su argumento.

Lo de las canciones está claro. La lectura del ajedrez como una alegoría de la lucha entre la vida y la muerte es frecuente en la literatura medieval, así como el tópico de la función igualadora de la muerte, simbolizada por un tablero de ajedrez, como vimos al hablar del ajedrez en el Quijote. Pero, ¿qué pintura podía haber visto el caballero? Pues, ésta:


Es obra de Albertus Pictor, Alberto el Pintor, artista de origen alemán que trabajó en Suecia desde finales del siglo XV hasta comienzos del XVI. Se encuentra en la iglesia de Täby a pocos kilómetros al norte de Estocolmo y es seguro que Ingmar Bergman se inspiró en ella para su película.