martes, 29 de marzo de 2011

REPETICIÓN DE AJEDRECES Y ARTE DE AMOR

El pasado viernes, 25 de marzo de 2011, el poeta Eduardo Scala presentó en la galería madrileña La Zúa su última obra: Repetición de ajedreces y arte de amor.

Es Repetición de ajedreces y arte de amor un diálogo con el primer libro de ajedrez moderno impreso en el mundo, el incunable de Lucena Repetición de amores y arte del ajedrez con CL juegos de partido, que viera la luz en Salamanca, en 1497, de la mano de los impresores Leonardo Hutz y Lope Sanz.

Juego de partido CIII de Repetición de Amores y Arte de Ajedrez. Es la imagen emblemática del libro porque aquí la nueva dama da muestra de todo su poder. Aunque a este mate se lo ha conocido como de Philidor o de la coz, es aquí donde aparece por vez primera. Este mate era, por supuesto, imposible en el ajedrez medieval.
Este libro de artista se presenta en una caja que contiene diez serigrafías de 32x32 cm. e incluye un prólogo/ensayo firmado por Fernando R. de la Flor y Juan Manuel Escourido Muriel

Está estructurado en tres partes. La primera, Ju-egos, reflexiona sobre el ajedrez como escenario de una lucha de egos, de un "nosotros" contra un "vosotros" que en el transcurso de la serie de serigrafías que la componen se van alternando, entremezclando y, de alguna manera, anulando como juego de opuestos. Recordemos que Scala mantiene la tesis de que el ajedrez, lejos de ser el juego de guerra que la mayoría defiende, es el juego de los filósofos. No es el juego de Marte, es el juego de Mercurio.


En la segunda, Dam-eros, entra en juego la nueva dama, la pieza que en el incunable de Lucena aparece revestida de nuevos y asombrosos poderes y que introduce por primera vez, en un juego que en aquel entonces ya caminaba hacia milenario, un elemento femenino. Y con la dama hace su aparición el amor. También será, entonces, el ajedrez el juego de Eros.



La tercera parte es Salamancajedrez, homenaje a la ciudad en donde se editó el libro de Lucena y en cuya Biblioteca ambas repeticiones se expondrán juntas "separadas y unidas por un gran espejo".


FICHA TÉCNICA
EDUARDO SCALA
REPETICIÓN DE AMORES Y ARTE DE AJEDREZ
LA ZÚA. MADRID, 2011 (TIRADA DE 16 EJEMPLARES)

viernes, 25 de marzo de 2011

LOS ALFILES


"Los alfiles" son un grupo musical de Santiago del Estero (Argentina) fundado a finales de los años 70 y que se ha mantenido, con algunos cambios en su formación, hasta el presente. Especializados en música popular y bailable, la conocida como música tropical, obtuvieron un notable éxito en varios países de América.

La cubierta pertenece a su álbum "Jaque mate", editado por RCA Víctor en 1989.

jueves, 24 de marzo de 2011

LEOPOLDO MARÍA PANERO


—¿Y qué me dices de la muerte: otra de tus grandes obsesiones?

—No, no soy yo quien debe hablar de la muerte. Déjale eso a mis poemas. Ahí está todo. Escribir es una partida de ajedrez contra la muerte; yo sólo pongo el tablero, pero los movimientos y las piezas le pertenecen a ella.



De una entrevista concedida por Leopoldo María Panero a Armando Roa Vial para Revista de Letras en 2004. 



miércoles, 23 de marzo de 2011

DE VARIA INVENCIÓN LVII

G. K. CHESTERTON

La imaginación no provoca la locura. Para ser exactos, lo que fomenta la locura es la razón. Los poetas no se vuelven locos; los jugadores de ajedrez, sí. 



Sir Alec Guinness interpretando al más famoso de los personajes literarios de Chesterton, el padre Brown, en la película de 1954 Father Brown dirigida por Robert Hamer.




FICHA TÉCNICA
G. K. CHESTERTON
ORTHODOXY
VERSIÓN ON-LINE: PROYECTO GUTENBERG

martes, 22 de marzo de 2011

RAFFAELLO SORBI

Raffaello Sorbi fue un pintor italiano que inició su carrera artística en la segunda mitad  del siglo XIX con cuadros de tema histórico a la manera del academicismo. Posteriormente, su estilo evolucionó hacia la fórmula que inaugurara Meissonier: cuadros de pequeño formato, de género costumbrista, preferentemente ambientados en el siglo XVIII y de ejecución detallista; es decir lo que se conoció en Francia como tableautin y en España como pintura de casacones. Un tipo de cuadro de muy fácil venta entre la burguesía y que en opinión de Lafuente Ferrari "se presta a lucir el virtuosismo de ejecución de maestros que dominan todos los recursos de la pintura  y que no tienen nada original o propio que decir".

En 1872, empezó a trabajar para el marchante, coleccionista y mecenas francés Eugène Goupil, que también tenía entre sus pintores a Fortuny y a Jimémez Aranda, lo que supuso su estabilidad económica y su definitivo espaldarazo internacional.

Un tema muy querido para Sorbi fue el de los establecimientos populares al aire libre, las osterie, de las que hizo un gran número de versiones distintas. En tres de ellas, las que mostramos a continuación, algunos parroquianos se entretienen jugando al ajedrez.


LOS JUGADORES DE AJEDREZ (1886)
ÓLEO SOBRE LIENZO (75,8x52,1 cm.)
COLECCIÓN PARTICULAR



TABERNA DE FIESOLE (1889)
ÓLEO SOBRE LIENZO
COLECCIÓN PARTICULAR



TABERNA AL AIRE LIBRE (1892)
ÓLEO SOBRE LIENZO (62x85 cm.)
COLECCIÓN PARTICULAR

lunes, 21 de marzo de 2011

LAS MIL Y UNA NOCHES

Pero cuando llegó la 655ª noche

Ella dijo:

(...)

La joven se echó a reír, y le dijo: "¿Cómo te llamas?" Dijo él: "Tu esclavo Anís, ¡oh mi señora!" Dijo ella: "¡Me gustas infinitamente, ya Anís! ¡Ven a sentarte a mi lado!"


Le hizo, pues, sentarse al lado suyo, y le dijo: "¡Ya Anís! ¡tengo ganas de distraerme un poco! ¡Sabes jugar al ajedrez?" Dijo él: "¡Sí, por cierto!" Y ella hizo señas a una de las jóvenes, quien al punto les llevó un tablero de ébano y marfil con cantoneras de oro, y los peones del ajedrez eran rojos y blancos y estaban tallados en rubíes los peones rojos y tallados en cristal de roca los peones blancos. Y le preguntó ella: "¿Quieres los rojos o los blancos?" El contestó: "¡Por Alah, ¡oh mi señora! que he de coger los blancos, porque los rojos tienen el color de las gacelas, y por esa semejanza y por muchas otras más, se amoldan a ti perfectamente!" Ella dijo: "¡Puede ser!" Y se puso a arreglar los peones.

Y empezó el juego.
Pero Anís, que prestaba más atención a los encantos de su contrincante que a los peones del ajedrez, se sentía arrebatado hasta el éxtasis por la belleza de las manos de ella, que parecíanle semejantes a la pasta de almendra, y por la elegancia y la finura de sus dedos, comparables al alcanfor blanco. Y acabó por exclamar: "¿Cómo voy a poder ¡oh mi señora! jugar sin peligro contra unos dedos así?" Pero le contestó ella embebida en su juego: "¡Jaque al rey! ¡Jaque al rey, ya Anís! ¡Has perdido!"

Luego, como viera que Anís no prestaba atención al juego, le dijo: "¡Para que estés más atento al juego, Anís, vamos a jugar en cada partida una apuesta de cien dinares!"

El contestó: "¡Bueno!" Y arregló los peones. Y por su parte, la joven, que tenía por nombre Zein Al-Mawassif, se quitó en aquel momento el velo de seda que le cubría los cabellos y apareció cual una resplandeciente columna de luz. Y Anís, que no lograba separar sus miradas de su contrincante, continuaba sin darse cuenta de lo que hacía: tan pronto cogía peones rojos en vez de peones blancos, como los movía atravesados, de modo que perdió seguidas cinco partidas de cien dinares cada una. Y le dijo Zein Al-Mawassif: "Ya veo que no estás más atento que antes. ¡Juguemos una apuesta más fuerte! ¡A mil dinares la partida!" Pero Anís, a pesar de la suma empeñada, no se condujo mejor; y perdió la partida.

Entonces le dijo ella: "¡Juguemos todo tu oro contra todo el mío!" Aceptó él, y perdió. Entonces se jugó sus tiendas, sus casas, sus jardines y sus esclavos, y los perdió unos tras de otros. Y ya no le quedó nada entre las manos.

Entonces Zein Al-Mawassif se encaró con él y le dijo: "Eres un insensato, Anís. Y no quiero que tengas que arrepentirte de haber entrado en mi jardín y de haber entablado amistad conmigo. ¡Te devuelvo, pues, cuanto perdiste! ¡Levántate, Anís, y vete en paz por donde viniste!" Pero Anís contestó: "¡No, por Alah, ¡oh soberana mía! que no me apena lo más mínimo lo que perdí! Y si mi vida me pides, te perteneceré al instante. ¡Pero, por favor, no me obligues a abandonarte!"

Ella dijo: "¡Puesto que no quieres recuperar lo que has perdido, ve, al menos, en busca del kadí y de los testigos, y tráeles aquí para que extiendan una donación en regla de los bienes que te he ganado!" Y fué Anís a buscar al kadí y a los testigos. Y el kadí, aunque estuvo a punto de que se le cayera el cálamo de entre los dedos al ver la belleza de Zein Al-Mawassif, redactó el acta de donación e hizo poner en ella sus sellos a los dos testigos.

Luego se marchó...

En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y calló discreta.

Y cuando llegó la 656ª noche

Ella dijo:

(...)

Entonces las doncellas les sirvieron los manjares perfumados. Y ambos comieron juntos hasta la saciedad y se endulzaron. Y les llevaron los frascos de vino, y bebieron ambos en la misma copa. Y Zein Al-Mawassif se inclinó hacia Anís, y le dijo: "¡He aquí que hemos comido juntos el pan y la sal, y ya eres mi huésped! No creas, pues, que voy a quedarme ahora con la menor cosa de lo que te ha pertenecido. ¡Así es que, quieras o no, te devuelvo cuanto te he ganado!" Y Anís no tuvo más remedio que aceptar como regalo los bienes que le habían pertenecido. Y se arrojó a los pies de la joven, y le expresó su gratitud. Pero ella le levantó, y le dijo: "Si verdaderamente, Anís, quieres agradecerme este don, no tienes más que seguirme a mi lecho. ¡Y allí me probarás positivamente si eres un buen jugador de ajedrez...

En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.

Pero cuando llegó la 658ª noche

Ella dijo:

"...no tienes más que seguirme a mi lecho. ¡Y allí me probarás positivamente si eres un buen jugador de ajedrez!" Y saltando sobre ambos pies, contestó Anís: "¡Por Alah, ¡oh mi señora! que en el lecho vas a ver cómo el rey blanco supera a todos los jinetes!" Y diciendo estas palabras, la cogió en brazos, y cargado con aquella luna, corrió a la alcoba, cuya puerta hubo de abrirle la servidora Hubub. Y allí jugó con la joven una partida de ajedrez siguiendo todas las reglas de un arte consumado, e hizo que la sucediese una segunda partida y una tercera partida, y así sucesivamente hasta la partida décimoquinta, haciendo portarse tan valientemente al rey en todos los asaltos, que la joven, maravillada y sin alientos, hubo de darse por vencida, y exclamó: "Triunfaste, ¡oh padre de las lanzas y de los jinetes!" Luego añadió: "¡Por Alah sobre ti, ¡oh mi señor! di al rey que descanse!" Y se levantó riendo y puso fin por aquella noche a las partidas de ajedrez.

Ilustración del "Libro de los juegos" de Alfonso X. Folio 40 verso. Un hombre y una mujer árabes juegan una partida



FICHA TÉCNICA
LAS MIL Y UNA NOCHES
PROMETEO. VALENCIA, S/A
TRADUCIDA POR VICENTE BLASCO IBÁÑEZ DE LA VERSIÓN FRANCESA DE JOSEPH-CHARLES MARDRUS
EDICIÓN ON LINE

domingo, 20 de marzo de 2011

LAS MIL Y UNA NOCHES

Pero cuando llegó la 49ª noche:

Ella dijo:

(...)

Y la joven se levantó, fué a coger de la mano a Scharkán, le hizo sentarse a su lado, y le dijo: "¡Oh príncipe Scharkán! seguramente conoces el juego del ajedrez". Y él dijo: "Lo conozco; pero ¡por favor! no seas como aquella de quien se queja el poeta:

¡En vano me lamento! ¡Estoy martirizado por el amor! No puedo apagar la sed en su boca dichosa, ni respirar la vida bebiéndola en sus labios.

No es que me desprecie, ni que me falten sus atenciones, ni que olvide el ajedrez para distraerme; pero ¿acaso mi alma tiene sed de distracciones ni de juego?

Y además, ¿cómo podría luchar con ella, cuando me fascina el fuego de sus miradas, las miradas de sus ojos que penetran en mi hígado?"

Y la joven se echó a reír, pero acercó el ajedrez y empezó el juego. Y Scharkán, cada vez que le tocaba jugar, en vez de atender al juego miraba a la joven, y jugaba de cualquier modo, poniendo el caballo en lugar del elefante y el elefante en lugar del caballo.

Y ella, riendo, le dijo: "¡Por el Mesías! ¡Cuán profundo es tu juego!" Pero él contestó: "¡Esta es la primera partida! Ya sabes que no representa nada". Y prepararon el juego de nuevo. Pero ella lo venció otra vez, y la tercera, y la cuarta, y la quinta vez. Después le dijo: "¡He aquí que en todas sales vencido!"

Y él dijo: "¡Oh mi soberana, no está mal ser vencido por una adversaria como tú!"

(...)

En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.

 
La ilustración es un fotograma de la película de animación "Las aventuras del príncipe Achmed", inspirada en relatos de "Las mil y una noches" y dirigida por Lotte Reininger en 1926.

FICHA TÉCNICA
LAS MIL Y UNA NOCHES
PROMETEO. VALENCIA, S/A
TRADUCIDA POR VICENTE BLASCO IBÁÑEZ DE LA VERSIÓN FRANCESA DE JOSEPH-CHARLES MARDRUS



sábado, 19 de marzo de 2011

LAS MIL Y UNA NOCHES

Pero cuando llegó la 13ª noche:

Ella dijo:

(...)

En aquel instante trajeron un juego de ajedrez, y el rey me preguntó por señas si sabía jugar, contestándole yo que sí con la cabeza. Y me acerqué, coloqué las piezas, y me puse a jugar con el rey. Y le di mate dos veces. Y el rey no supo entonces qué pensar, quedándose perplejo, y dijo: "¡Si éste fuera un hijo de Adán, habría superado a todos los vivientes de su siglo!

(...)

En este momento de su narración, Schehrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.


La noche 13 cuenta la historia del leñador que había sido hijo de rey quien, perdido un día en el bosque, encontró por casualidad la prisión donde un efrit había encerrado a una hermosa joven. El efrit solo la visitaba cada diez días por lo que el leñador, enamorado, decide permanecer con ella el resto del tiempo. Pero, ansioso por no perder su compañía ni ese único día, se delata involuntariamente y es convertido por el efrit en mono y condenado a vivir como tal el resto de su vida.

La ilustración es una antigua tarjeta postal de 1941.



FICHA TÉCNICA
LAS MIL Y UNA NOCHES
PROMETEO. VALENCIA, S/A
TRADUCIDA POR VICENTE BLASCO IBÁÑEZ DE LA VERSIÓN FRANCESA DE JOSEPH-CHARLES MARDRUS
EDICIÓN ON LINE

viernes, 18 de marzo de 2011

EL AJEDREZ DEL DIABLO. COMEDIA EN UN ACTO Y EN PROSA

Joaquín Calvo Sotelo fue un dramaturgo español que inició su trayectoria teatral en los años treinta del pasado siglo con una serie de comedias burguesas que le proporcionaron cierto éxito, éxito que se incrementaría gracias a su colaboración con Miguel Mihura en diversas obras. Después de la guerra civil siguió escribiendo obras de corte humorístico hasta que, en los años cincuenta, intentó dar un nuevo sesgo a su producción y realizar una obra que se acercara, si bien que tibiamente, a la realidad sociopolítica de la época. Este intento se vió frustrado porque la censura no lo vio con buenos ojos. Calvo Sotelo volvió a la comedia burguesa de evasión con lo que se reencontró con el favor de la administración y la crítica.

En 1955 fue nombrado miembro de la Real Academia Española y se consolidó como uno de los representantes principales de la cultura oficial. A partir de los años 70, Calvo Sotelo disfrutó de una enorme popularidad por sus apariciones televisivas en el programa "La bolsa de los refranes".

"El ajedrez del diablo" es una obra de 1954 y un buen ejemplo del tipo de comedia humorística que cultivaba Calvo Sotelo. Su argumento es simple, un hombre mayor pasa unos días de vacaciones en un pueblo del norte de España en compañía de un joven protegido, a quien trata como a un sobrino, su amante y una criada. Es un brillante jugador de ajedrez y en diversas escenas se le ve ensimismado sobre el tablero estudiando diversas posiciones. Pese a la placidez de la puesta en escena, nuestro protagonista vive angustiado pensando en cuál será la reacción de sus deudos cuando muera.

En esas estaba cuando un diablo de provincias se presentó en su casa, aburrido porque hacía siglos que nadie le convocaba mediante algún tipo de sortilegio y atraído por su fama ajedrecística, con la idea de que le explicara el Gambito de Rey y, sobre todo, medir sus fuerzas ante el tablero. 

Nuestro protagonista ve la solución a sus problemas en esta imprevista aparición. Hará un pacto con él. Pero este pacto será justamente al revés de los que se suelen hacer con el diablo, no le pedirá prolongar la vida sino lo contrario: le pedirá morir, pero solo aparentemente, para poder observar la reacción de sus allegados y luego resucitar. El diablo accede y mientras lo preparan todo charlan sobre Capablanca y Arturo Pomar.

A continuación el cartel de una representación muy reciente de la obra, 18 de junio de 2010, a cargo del grupo Tafic Teatro de Cartagena.


FICHA TÉCNICA
JOAQUÍN CALVO SOTELO
EL AJEDREZ DEL DIABLO. COMEDIA EN UN ACTO Y EN PROSA
ESCELICER. MADRID, 1954

jueves, 17 de marzo de 2011

JOSÉ JIMÉNEZ ARANDA

El sevillano José Jiménez Aranda fue un pintor decimonónico español que cultivó con preferencia la pintura de  género, principalemente mediante interiores ambientados en el siglo XVIII, de la que fue uno de sus representantes más conspicuos. Su estilo, que entra de lleno en lo que dio en llamarse "pintura de casacones", por las casacas que vestían los personajes representados en los cuadros, obtuvo un grandísimo éxito en Europa, especialmente en Francia, y es a mi modo de ver el responsable, junto a otros cultivadores del género, de extender una imagen anacrónica y folclórica de España que se grabó de forma indeleble en el imaginario europeo.

Se formó en la Real Escuela de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, en Sevilla, institución a la que regresaría como profesor en los últimos años de su vida. En 1871, se trasladó a Roma donde conoció a Mariano Fortuny con quien compartió amistad y temas. La influencia de Fortuny fue decisiva para que abandonara su primer estilo de resonancias románticas para dedicarse lo que los franceses llamaban tableautin, cuadros de género de pequeño tamaño y factura preciosista que fueron muy del gusto de la burguesía europea y norteamericana. El éxito obtenido le animó a trasladarse a París donde obtuvo un éxito clamoroso en plena moda del tableautin de inspiración española. Su obra posterior evolucionó hacia un realismo de caracter costumbrista.

Fue un pintor muy admirado por otros pintores, el ya mencionado Fortuny y Joaquín Sorolla hablaron elogiosamente de su obra y destacaron su habilidad para el dibujo.

Es "El café", la obra que presentamos hoy, una muestra de su estilo más representativo. En un ambiente oriental, de referencia nazarí, una multitud de personas ataviadas con casacas, pelucas y sombreros de tres picos se entregan a una animada tertulia. Entre la algarabía, dos hombres rodeados por cuatro mirones, han encontrado un hueco para jugar al ajedrez.

FICHA TÉCNICA
JOSÉ JIMÉNEZ ARANDA
EL CAFÉ (1889)
ÓLEO SOBRE TABLA (74x100 cm.)
COLECCIÓN PARTICULAR. MADRID

sábado, 12 de marzo de 2011

DE VARIA INVENCIÓN LVI (LA CELESTINA)

AUTO SEGUNDO
SEMPRONIO

... , que en viéndote solo, dizes desvaríos de hombre sin seso, sospirando, gemiendo, maltrobando, holgando con lo escuro, desseando soledad, buscando nuevos modos de pensativo tormento, donde, si perseveras, o de muerto o loco no podrás escapar, si siempre no te acompaña quien te allegue plazeres, diga donayres, tanga canciones alegres, cante romances, cuente historias, pinte motes, finja cuentos, juegue a naipes, arme mates, finalmente que sepa buscar todos género de dulce passatiempo para no dexar trasponer tu pensamiento en aquello crueles desvíos que recebiste de aquella señora en el primer trance de tus amores.
FICHA TÉCNICA
FERNANDO DE ROJAS
TRAGICOMEDIA DE CALISTO Y MELIBEA.
IMPRENTA DE FADRIQUE ALEMÁN. BURGOS, 1499

CITADO DE
LA CELESTINA
EDICIÓN DE DOROTHY S. SEVERIN
CÁTEDRA. MADRID, 1998