miércoles, 27 de enero de 2021

TOVE JANSSON


Tove Jansson fue una escritora, ilustradora y pintora finlandesa. Jansson es más conocida hoy en día como escritora, sobre todo debido al éxito de sus personajes infantiles los Mumins, que han visto aumentada su popularidad mediante tiras cómicas, cómics, series para televisión, merchandising, etc. 

Sin embargo, ella daba la misma importancia a su producción pictórica que a la literaria. 

En el cuadro que mostramos aparece retratada ella misma rodeada de su familia. Juegan al ajedrez sus hermanos Per Olov, a la derecha, vestido de militar, y Lars, a la izquierda. Su padre, detrás de Pier Olov y la madre detrás de Lars. En el centro, vestida de negro, la artista. 

Desasosegante cuadro, en el que ninguno de los retratados cruza la mirada con otro, que refleja quizá la angustia vivida por la familia durante la II Guerra Mundial, en la que Finlandia participó apoyando a Alemania, con uno de sus hijos en el frente. También porque la decidida actitud antifascista de Tove hizo que su relación con su padre se deteriorara.

El tablero está mal colocado, con una casilla negra a la derecha. Quizá los jugadores no sabían colocarlo bien y la pintora fue fiel a la realidad. Quizá se equivocó al dibujarlo. ¿Quién sabe?

FICHA TÉCNICA
TOVE JANSSON
FAMILJEN (FAMILIA), 1941
ÓLEO SOBRE LIENZO. 89 x 116 cm.
COLECCIÓN PARTICULAR

lunes, 25 de enero de 2021

JAQUE AL DESTINO


Cuarta novela de Lluís Llach (1948), más conocido por el que escribe estas líneas como cantautor o político (o incluso cantautor político), Jaque al destino es una novela de intriga ambientada en un reino medieval imaginario. La muerte, las pulsiones sexuales, la ambición, la traición y, sobre todo, la pugna entre el poder terrenal y el poder espiritual forman el entramado en el que se mueven los personajes de la obra.

El ajedrez solo tiene una presencia incidental en Jaque al destino, apenas si se apunta que uno de los príncipes del reino es «el indiscutible campeón en el juego de moda en todo Occidente: el ajedrez». 

Más veces se insiste en el libro en la idea de que el conflicto que se desarrolla puede compararse con una partida de ajedrez en la que el tablero es el reino y los personajes, los trebejos; y que los actos de los personajes pueden ser asimilados a los movimientos de las piezas y cada paso a dar merece una reflexión profunda sobre los cambios acaecidos en el tablero antes de ser ejecutado.

Probablemente por eso, el autor de la ilustración de la cubierta, Ignasi Font, eligió un tema tan claramente ajedrecístico.

FICHA TÉCNICA
LLUÍS LLACH
JAQUE AL DESTINO
CATEDRAL. BARCELONA, 2020
TRADUCCIÓN DE ANDRÉS PRIETO
ILUSTRACIÓN DE CUBIERTA POR IGNASI FONT

sábado, 23 de enero de 2021

STANLEY KUBRICK, FOTÓGRAFO




Los gemelos Walter y Vincent Cartier jugando al ajedrez.

Walter Cartier, conocido como el Campeón de Greenwich Village, era en el momento de tomarse la fotografía un peso medio que dudaba entre continuar su carrera en el ring o abandonarla para estudiar leyes, como había hecho su hermano gemelo y manager Vincent. Poco tiempo después, Walter era un serio aspirante al campeonato del mundo de su peso.

Las fotografías las realizó en 1948 Stanley Kubrick para la revista Look. Tres años después, ya consagrado como boxeador profesional, Cartier fue el protagonista de la primera incursión de Stanley Kubrick en el cine: el documental Day of the fight (El día de la pelea). Después de una breve introducción sobre la Historia del Boxeo, Kubrick narra el discurrir del día en que Cartier afronta su combate más importante hasta el momento; desde que se levanta, su entrenamiento, su mentalización, su visita a la iglesia, sus comidas y su descanso hasta la hora de la pelea.

jueves, 21 de enero de 2021

AMOR INTEMPESTIVO


Rafael Reig es un autor que gusta mucho en ARTEDREZ por su reconocida afición al ajedrez, que continúa hoy en día, ya que participa en la liga madrileña de 3ª división.

De él ya hemos hablado de su novela La fórmula Omega y de algunos otros textos de índole periodística. Tenemos pendiente, y bien que nos pesa no haberlo hecho todavía, hablar de Un árbol caído; «pero eso pertenece a otra vida y debe ser contado en otro momento».

Siendo autobiográfico, era de esperar que el ajedrez estuviera muy presente en el libro. Y lo está. Desde su época universitaria, con los miembros del Club Al Paso, fundado en la Universidad Autónoma y con sede en la calle Apodaca de Madrid, con los que se reunía cada vez que tenía ocasión y sus partidas ocasionales con compañeros o familiares. Sin embargo, la escena que más nos ha llamado la atención transcurre en los Estados Unidos, donde el autor pasó varias temporadas impartiendo clase en distintas universidades.
Dos o tres veces por semana Andrew y yo jugábamos al ajedrez y durante una temporada nos dio por hacer una dieta de «frigorías». Con el sentido común que cabe esperar de un filósofo y un filólogo, dedujimos que el frío adelgazaba, porque tenía a la fuerza que consumir todas las calorías sobrantes, así que una de cada dos partidas la echábamos en calzoncillos en el jardín nevado con vistas a la bahía de Long Island, en la que alguna vez se helaba el agua más cercana a la orilla.
Novela sobre lo que significa ser escritor. Novela sobre la memoria, la familia y la vida, y lo que hacemos para merecérnosla; sincera (aunque el propio autor revela que «no hay mejor sitio para ocultarse que una confesión») y llena de humor (bastante negro en ocasiones), ha sido para mí una lectura muy entretenida.

FICHA TÉCNICA
RAFAEL REIG
AMOR INTEMPESTIVO
TUSQUETS. BARCELONA, 2020

ILUSTRACIÓN MARÍA JOSÉ ACOSTA
 

lunes, 18 de enero de 2021

LA EXTREMAUNCIÓN


La extremaunción es un cómic, firmado por Albert Mañosa (guion) y Oriol de la Torre (dibujos) y publicado por Bruguera en 2020, que cuenta la historia de un escritor, cuya obra se ha desarrollado bajo el signo del anticlericalismo, que en su hora final pide la presencia de un sacerdote para aliviar su conciencia. Pero las cosas no pasan como él esperaba...

La portada rinde homenaje a la película «El séptimo sello», título realmente seminal por el número de obras que se inspiran en él. En este caso, la referencia es muy apropiada.

Esta obra obtuvo el II Premio Bruguera de Cómic y Novela Gráfica.

sábado, 16 de enero de 2021

KAREN WALKER


La diseñadora norteamericana Karen Walker lanzó en 2019 (de esto no tiene la culpa la serie Gambito de dama) una colección llamada Chess Club. La colección incluye ropa, accesorios y joyería.

En una entrevista para Vogue, concedida en mayo de 2019, Karen declaró al requerírsele el nombre de tres mujeres que le hubieran inspirado que habían sido Sonja Graf, Lisa Lane y Dorsa Derakhshani. Y añadió:
Me encanta el ajedrez y este trío son jugadoras con talento. También poseen un gran estilo. Su amor y su genio para este juego las une a través de pocas y procedencias tan variadas. Establece un estándar de disciplina y compromiso. Lo admiro mucho.

Calcetines

Pendientes

Paraguas

 

Aunque no la cita en la entrevista, me juego la colección completa de mis peores partidas a que para la impresión del jersey se inspiró en Nana Alexandría.



jueves, 14 de enero de 2021

JONAS KUNICKAS


Obra del artista lituano Jonas Kunickas (1978). Formado como arquitecto, desde 2012 se dedica en exclusiva a la pintura. Artista figurativo, confiesa que su principal inspiración, y prácticamente su único tema, es el cuerpo humano. 

Su técnica consiste en aplicar una abundante cantidad de pintura —óleo— directamente con espátula sobre el lienzo, sin emplear pinceles. Una pintura muy matérica, en la que los trazos son muy visibles en la superficie de la tela, lo que confiere cierto aspecto tridimensional a sus cuadros.

Con contadas excepciones, los objetos no son muy frecuentes en la obra de Kunickas. Una de ellas es este Game de 2017, en el que las piezas de ajedrez disputan el protagonismo a la figura principal de la composición.

FICHA TÉCNICA
JONAS KUNICKAS
GAME (JUEGO, 2017)
ÓLEO SOBRE LIENZO. 120 x 80 cm.

 

lunes, 11 de enero de 2021

1984

En 1984, la célebre distopía de George Orwell, el ajedrez tiene una presencia pequeña pero sustancial en la trama. La novela es muy conocida por lo que no vamos a entretenernos mucho en su argumento. 1984 narra la vida en un estado totalitario en el que las libertades personales se han restringido al máximo y un rígido ordenamiento social determina lo que esta permitido hacer (casi nada) a los tres estamentos que componen la sociedad: el Partido Interior, el Partido Exterior y los Proles. En el vértice, el Gran Hermano que todo lo ve, que todo lo sabe, que todo lo puede. Un adoctrinamiento constante, una vigilancia exhaustiva y una represión brutal e inclemente están en la base de la su ideología.

Viñeta de Fido Nesti para la edición de Debolsillo.
Hace referencia a una reunión de viejos militantes del Partido caídos en desgracia.
Puede corresponder al siguiente texto de la novela: «Había un tablero de ajedrez sobre la mesa, con todas las piezas colocadas, pero no habían empezado a jugar».
El dibujante se ha permitido la licencia de poner el ajedrez en una mesa adyacente y con una posición sobre él.

Winston Smith, un cuadro menor del Partido, hastiado de la grisura existencial de la vida en Oceanía, sueña con la posibilidad de rebelarse, aunque no sabe muy buen cómo ni con quién.

La novela tuvo un enorme éxito y cada generación descubre que refleja cosas que están pasando en su época, que se está haciendo verdad la denuncia que expone.

Sabemos que en la sociedad de 1984, en la que casi todo está prohibido, están permitidos los juegos y los deportes. Sabemos que el intenso adoctrinamiento al que son sometidos los niños, que son educados como si todo fuera un juego, un juego destinado a arrancar cualquier sentimiento natural a los alumnos, permite la tenencia de «patines de hockey, guantes de boxeo y un balón de reglamento».

Los proles, la inmensa mayoría de la sociedad —se nos dice en la novela que un 85% del total— y que llevan una existencia totalmente alienada, reparten su tiempo entre el fútbol y los juegos de apuestas, entre los dardos y la lotería (ven como hay muchas similitudes con la vida actual).

Viñeta anónima para la edición de Herder.
Hace referencia a la «vaporización», es decir la muerte y el borrado de cualquier rastro de su existencia  previa de uno de los personajes de la novela.
El texto de la novela es así: «Uno de éstos era una lista impresa con los miembros del Comité de Ajedrez, al que Syme había pertenecido».

Los miembros del Partido, obligados a participar en el ocio comunal, suelen involucrarse en actividades físicas —Winston juega al tenis de mesa en un determinado momento de la novela— pero también juegan al ajedrez. Es más, el Partido se muestra interesado en el ajedrez. En el centro de ocio al que acude nuestro protagonista después del trabajo asiste un día a una conferencia titulada «los principios del Ingsoc (así se llama el Partido. A veces se traduce por SocIng) en el juego del ajedrez». Por otra parte, hay comités que se ocupan del juego.

Viñeta de Fido Nesti para la edición de Debolsillo.
Hace referencia a la «vaporización», es decir la muerte y el borrado de cualquier rastro de su existencia  previa de uno de los personajes de la novela.
El texto de la novela es así: «Uno de éstos era una lista impresa con los miembros del Comité de Ajedrez, al que Syme había pertenecido».

Dado que los juegos en 1984 no tienen el más mínimo interés lúdico —recordemos que uno de los objetivos del Partido es desterrar la risa de la sociedad— y solo son permitidos en tanto en cuanto son buenos para el adoctrinamiento de los niños o la alienación de los adultos, es el momento de preguntarnos el porqué de que Orwell le diera un papel tan central a una disciplina en la que, por utilizar el célebre aforismo del II Campeón del Mundo de Ajedrez, el alemán Emanuel Lasker, «la mentira y la hipocresía no sobreviven mucho sobre el tablero», descansando su ideología, la del Partido, precisamente en la mentira y la hipocresía.

Viñeta anónima para la edición de Herder.
Puede corresponder al siguiente texto de la novela: «Los camareros conocían las costumbres de Winston. El tablero de ajedrez le esperaba siempre, y siempre le reservaban la mesa del rincón».

Desde luego el «doblepensar», uno de los fundamentos que vertebran la ideología del IngSoc, que se define como uno de los instrumentos del Partido para detener el curso de la Historia y perpetuarse en el poder, no parece la estrategia más adecuada para encarar una partida de ajedrez. No parece que en una partida se pueda negar «la realidad objetiva» de una posición ni defender que un cambio puede ser ventajoso y desventajoso al mismo tiempo. Al contrario que en el trabajo que desarrolla Winston en el Ministerio de la Verdad, en ajedrez no se puede volver atrás una jugada.

Viñeta de Fido Nesti para la edición de Debolsillo.
Hace referencia a las visitas de Winston al «Cafe del Roble».
Puede corresponder al siguiente texto de la novela: «Un camarero, también sin que él se lo hubiera pedido, le trajo el tablero de ajedrez y el número del Times correspondiente a aquel día, doblado de manera que estuviese a la vista el problema de ajedrez».

Entonces, ¿por qué Orwell colocó al ajedrez como algo de interés para el Partido? Quizá la vieja consideración del ajedrez como metáfora de la guerra, en una sociedad que hace de la guerra sin fin otro de sus fundamentos, tenga mucho que ver, pero creemos que la respuesta está implícita en la propia novela.

Ya hacia el final, cuando la derrota de Winston se ha consumado y solo espera la ejecución, que ha de llegar en cualquier momento, pasa el rato en un café donde los camareros siempre le llevan el periódico abierto por la página del problema de ajedrez. 

Viñeta anónima para la edición de Herder. Ilustra el mismo pasaje que la anterior.

Viñeta de Fido Nesti para la edición de Debolsillo.
Puede corresponder al siguiente texto de la novela: «Estudió el problema de ajedrez y colocó las piezas. Era un final ingenioso. «Juegan las blancas y mate en dos jugadas».

Si repasamos las veces que se ha mencionado el ajedrez en la novela vemos que nunca se juega una partida. Se habla del juego, pero nunca se juega. El párrafo revelador surge cuando Winston está intentando resolver un problema de mate en dos: «Winston miró el retrato del Gran Hermano. Las blancas siempre ganan, pensó con un confuso misticismo. Siempre, sin excepción; está dispuesto así. En ningún problema de ajedrez, desde el principio del mundo, han ganado las negras ninguna vez. ¿Acaso no simbolizan las blancas el invariable triunfo del Bien sobre el Mal? El enorme rostro miraba a Winston con su poderosa calma. Las blancas siempre ganan».

En los problemas compuestos, esto es, realizados por un compositor con ánimo educativo o lúdico, existe una convención, respetada universalmente, de que las blancas son el bando que hace la combinación ganadora. ¿Había dejado el Partido reducido el ajedrez a la resolución de problemas de mate en x jugadas en los que siempre ganan las blancas? Pudiera ser. 

Además, en la novela, el ajedrez casi siempre sale asociado a los opositores caídos en desgracia. Sería la última humillación antes del fin. Los condenados deben esperar la muerte resolviendo problemas de mate en los que siempre ganan las blancas. Por difícil que sea, por escondida que esté la solución, ganan las blancas. Siempre ganan las blancas. Y las blancas, lo sabemos, simbolizan al Gran Hermano. Y el Gran Hermano es el Bien.

Viñetas de Fido Nesti para la edición de Debolsillo.
El texto al que hacer referencia es el siguiente: «Winston miró el retrato del Gran Hermano. Las blancas siempre ganan, pensó con un confuso misticismo. Siempre, sin excepción; está dispuesto así. En ningún problema de ajedrez, desde el principio del mundo, han ganado las negras ninguna vez. ¿Acaso no simbolizan las blancas el invariable triunfo del Bien sobre el Mal? El enorme rostro miraba a Winston con su poderosa calma. Las blancas siempre ganan».

Ilustración de Jonathan Burton para la edición de The Folio Society. Ilustra el mismo pasaje que los dibujos anteriores.

Viñeta de Fido Nesti para la edición de Debolsillo.
El texto de la novela podría ser este: «Tenía una visión nostálgica de su mesa del rincón, con el periódico, el ajedrez y la ginebra que fluía sin cesar».
 

Viñeta de Fido Nesti para la edición de Debolsillo.
El texto de la novela podría ser este: «Bebió más ginebra, cogió la pieza blanca e hizo un intento de jugada. Pero no era aquélla la jugada acertada, porque…».




Las citas se han extraído de:

GEORGE ORWELL
1984
EDITORIAL DESTINO
BARCELONA, 2005
TRADUCIDO POR RAFAEL VÁZQUEZ ZAMORA

Las ilustraciones de esta nota proceden de los siguientes libros:

GEORGE ORWELL
1984
ILLUSTRATED BY JONATHAN BURTON
THE FOLIO SOCIETY. LONDON, 2014

1984: LA NOVELA GRÁFICA
ADAPTADA E ILUSTRADA POR FIDO NESTI
TRADUCIDO POR MIGUEL TEMPRANO GARCÍA
DEBOLSILLO. MADRID, 2020

1984: EL MANGA
HERDER. BARCELONA, 2014
*LA EDICIÓN DE HERDER NO TRAE INDICACIÓN DE TRADUCTOR NI ILUSTRADORES





jueves, 7 de enero de 2021

FRANK MOSS BENNETT


Frank Moss Bennett (1874-1952) fue un pintor inglés especializado en una curiosa variedad de retrato, el retrato póstumo. Durante la I Guerra Mundial realizó numerosos retratos de soldados caídos en combate encargados por personas que querían honrar así a sus parientes.

Bennett pintó también retratos de personas todavía vivas, pinturas de historia y cuadros de temática religiosa.

Al género de historia pertenece el cuadro que presentamos, titulado Interior del siglo XVII con un gato sentado cerca de la ventana. La obra fue realizada en 1923.

Me puso tras la pista de esta obra Olga Cabrinety cuyo blog, Totum Revolutum, deben visitar si son aficionados al arte.

martes, 5 de enero de 2021

GEORGE STEINER POR JOH HEDGECOE

Para un verdadero jugador de ajedrez, el acto de mover treinta y dos piezas en un espacio de 8 x 8 casillas es un fin en sí mismo, un mundo muy completo al lado del cual la vida biológica, política o social resulta desordenada, aburrida y contingente. Hasta el novato, el pobre aficionado que sale corriendo con su peón de caballo cuando el alfil de su contrincante se retira a h4, siente esa fascinación diabólica. Hay momentos mágicos en los que criaturas completamente normales dedicadas a otra cosa, hombres como Lenin o yo mismo, sienten la tentación de renunciar a todo –matrimonio, hipoteca, carrera o Revolución Rusa– para pasar días y noches moviendo pequeños objetos tallados arriba y abajo sobre un tablero cuadrado. 

FICHA TÉCNICA
A DEATH OF KINGS
THE NEW YORKER, 31 DE AGOSTO DE 1968
TRADUCCIÓN DE EDGARDO RUSSO (revisada por ARTEDREZ)


Fotografía de John Hedgecoe (1932-2010) del filósofo y crítico literario George Steiner (1929-2020) realizada en 1977.

 

domingo, 3 de enero de 2021

ONÍRICO REMATE

Como hoy es mi cumpleaños, aprovecho la efeméride para introducir una anécdota personal en el blog. Es totalmente verídica y pasó en la madrugada del 30 de diciembre del ya pasado año de 2020.

No suelo soñar con el ajedrez o, mejor dicho, no suelo recordar mis sueños. Algunos sí, claro. Pero la mayoría no. Si acaso los retengo unos segundos al despertar, pero en seguida se desvanecen al entrar en el estado de vigilia y al cabo de unos segundos no queda huella de ellos en mi memoria. Por eso el que les voy a contar resultó tan sorprendente.

Dentro sueño:

Estamos en un paquebote que surca el mar. A bordo viaja un Gran Maestro de ajedrez. De alguna forma trabo contacto con él y al momento estamos jugando. Se trataba del ucraniano Oleg Romanishin. Bueno, realmente era Adrian Mihalchishin, también ucraniano, pero con la apariencia de Romanishin (No me pregunten. Era Mihalchisin, lo sé. ¿Qué quieren que les diga? Así son los sueños).

Inesperadamente, la cosa empieza a irme muy bien y obtengo ventaja. La partida se va prolongando y mi rival se defiende con la pericia esperable en un jugador profesional. Aún así, la ventaja es clara y siento que voy a ganar. Experimento todos los anhelos y los miedos de una partida real.

Cuando por fin pienso que ya está hecho, que voy a ganar el material suficiente para que el triunfo no se me pueda escapar, el maestro hace una jugada inesperada para mí y, después de una breve reflexión, tengo que abandonar, con la lógica decepción, porque o recibo mate o pierdo una cantidad de material incompatible con la vida ajedrecística.

Después de agradecerle efusivamente que hubiera aceptado jugar contra mí, un humilde aficionado, nos fuimos, como si fuéramos amigos de toda la vida, a tomar unas copas en el bar del transatlántico. 

Fin del sueño.

Nada de particular, un sueño que incluso podemos llamar «realista». Nada que ver con las fantasías delirantes de otro tipo de sueños. Sin embargo, una vez despierto, seguía teniéndolo muy presente. Y, lo que es más sorprendente, recordaba perfectamente la combinación que se había dado en la partida. 

Medio dormido aún cogí un tablerito magnético que tengo en la mesilla de noche para apuntarla antes de que se me olvidara, pero creyendo que al verla en el tablero me daría cuenta de que era una posición absurda, imposible o ilegal. Para mi sorpresa, la posición tenía pleno sentido ajedrecístico y las razones de mi abandono estaban totalmente justificadas según las líneas que había analizado en el sueño.

La posición es la siguiente (puede que alguna pieza esté bailada, no estoy seguro de los peones negros del flanco de dama ni de las piezas blancas del flanco de rey) pero lo esencial de la combinación es lo que «vi» en el sueño):


Y aquí la jugada que hizo el híbrido gran maestro ucraniano fue 1... ♝g7!! Después de meditar un rato abandoné por las siguientes variantes.

2 ♗c3 ♝c3 3 ♖b2 ♜d1 mate

2 ~ ♛b2  3 ♖b2 ♜d1 mate

2 ab3 ♜a7 mate

2 e5 ♛e5 y solo queda perder la dama o recibir mate de forma parecida a las ya vistas. 

Las dos últimas variantes solo las vi ya despierto.

Al parecer, según los científicos que estudian estos asuntos, no es posible aprender nada durante el sueño, solo recordar. Por lo tanto, la posición que hemos visto debía estar almacenada en mi cabeza y durante el sueño solo la «recordé», la traje a colación cuando necesité dar coherencia a la situación. 

Es posible que haya visto la posición en algún libro de partidas, en algún manual de táctica o en cualquier colección de problemas. Pero, y aquí viene lo interesante, no lo recuerdo. No recuerdo haber visto ninguna partida en la que se diera esta combinación. Ni siquiera haber visto un problema parecido. He consultado con algunos amigos ajedrecistas y a ellos tampoco les suena.

Sin embargo, tiene que haber un precedente. Así que hago un llamamiento urbi et orbi. ¿Alguien puede sugerir la fuente de la que bebí inconscientemente durante mi sueño?

A María José le hizo gracia el asunto y me regaló el dibujo que encabeza esta nota.

La posición en un tablero interactivo.

viernes, 1 de enero de 2021

ARTURO RICCI


Estamos en el taller de un pintor. Así lo dicen los bocetos y los dibujos tirados por el suelo, los botes con pinceles, el tiento apoyado sobre un cuadro sin acabar, los objetos exóticos —biombos, abanicos y sombrillas orientales, plumas de marabú— los cuadros cubiertos por telas, la paleta con los colores aún sobre ella.

La mujer del cuadro, en una escena que nos es familiar, está jugando una partida de ajedrez contra un hombre joven, mientras otro hombre, este de mayor edad, contempla la pugna. 

Para los lectores del blog no habrá duda de lo que está pasando en el cuadro ni de lo que significa. La mujer va a ganar la partida. Así lo demuestran su alegría, la expresión de regocijo del anciano (probablemente el padre de ella) y la expresión apesadumbrada del hombre, cuya mano izquierda se crispa sobre una tela mientras que la derecha se detiene en el aire, con una pieza en la mano, sin saber dónde ponerla. El significado está claro. La derrota del joven pintor sella de forma simbólica su compromiso matrimonial. El retrato en proceso, que cuelga de la pared de la izquierda, ya no será el de su prometida sino el de su esposa.

Arturo Ricci (1854-1919) el autor de este cuadro fue un exitoso pintor especializado en escenas costumbristas ambientadas en el pasado. Lo que se denominó «pintura de casacones». A mediados del siglo XIX, la alta burguesía ilustrada había adquirido la costumbre de encargar cuadros de pequeño formato para decorar sus viviendas. Los temas preferidos fueron aquellos que recreaban un mundo idealizado y supuestamente glorioso, en plena sintonía con los ideales de la Restauración, que encontraron en la época Rococó, antes de que los procesos revolucionarios acabaran con los estados absolutistas y amargaran la vida a la nobleza. Esta es la corriente en la que se inscribe esta Sala artística de 1884.

Curiosamente, al año siguiente, Ricci repitió modelos, accesorios y tema en La partida de ajedrez, lo que nos da idea del éxito que debió obtener la composición. Al igual que su precedente, está realizada con un estilo minuciosamente detallista, preciosista, con un interés extraordinario por la exactitud en el tratamiento de las telas y las texturas de los materiales. Un arte comercial, en definitiva, hecho al gusto de las clases adineradas que lo encargaban, que veían reflejado en él su concepción del mundo.


FICHA TÉCNICA
ARTURO RICCI
SALA ARTISTICA (1884)
ÓLEO SOBRE LIENZO. 106 x 79 cm.
COLECCIÓN PARTICULAR

LA PARTIDA DE AJEDREZ (1885)
ÓLEO SOBRE LIENZO
MUSEO DE ARTE KASTEEV. KAZAJISTÁN.