sábado, 31 de julio de 2021

ELOGIO DE LA LOCURA, POR FRITZ EICHENBERG


Judío alemán, huido a Estados Unidos ante el avance nazi en 1933, Fritz Eichenberg (1901-1990) tuvo una extensa carrera como ilustrador de libros tanto infantiles como para adultos.

La partida de ajedrez que presentamos (con un pequeño error en la colocación del tablero) es una ilustración, titulada The Follies of Princely Power (Las locuras del poder principesco), realizada para una edición de el Elogio de la locura de Erasmo de Rotterdam. Para esta obra, Eichenberg creó una decena de xilografías que acompañaban a una selección de textos traducidos al inglés por el propio artista.

Dos príncipes —uno de la Iglesia, el otro seglar— se enfrentan en un tablero que reproduce la vieja sociedad estamental. Los campesinos son la carne de cañón tras la que se guarecen caballeros, obispos y reyes.

De Eichenberg ya hemos publicado en ARTEDREZ una ilustración de temática ajedrecística. Y también una referencia al ajedrez de Erasmo en el Elogio de la locura.

FICHA TÉCNICA
FRITZ EICHENBERG
IN PRAISE OF FOLLY (ELOGIO DE LA LOCURA)
AQUARIUS PRESS. BALTIMORE & NEW YORK, 1972



jueves, 29 de julio de 2021

CUARENTENA, DE ARTHUR C. CLARKE

Eran otros tiempos más ingenuos. La inteligencia artificial estaba en pañales y aún no había alcanzado logros reseñables, al menos para el gran público. Y el ajedrez parecía una frontera que nunca iba a poder superar la máquina. Una computadora nunca podría llegar a superar a un Gran Maestro de Ajedrez. Sin embargo, estábamos solo a veinte años de que un superordenador derrotara al Campeón del Mundo de Ajedrez.

En 1977, Arthur C. Clarke (1917-2008), del que ya hablamos a propósito de 2001, una odisea espacial, publicaba en la revista Ciencia Ficción de Isaac Asimov un cortísimo cuento:

CUARENTENA, POR ATHUR C. CLARKE

Los restos llameantes de La Tierra aún ocupaban la mitad del firmamento cuando la pregunta se filtró hasta la Central desde el Generador de Curiosidad.

—¿Era realmente necesario? Aunque fueran orgánicos, habían alcanzado una Inteligencia de Tercer Orden.

—No quedaba otro remedio. Cinco unidades anteriores se infectaron sin remedio después de hacer contacto.

—¿Infectados? ¿Cómo?

Los microsegundos pasaron lentamente mientras la Central rastreaba los pocos recuerdos semidesvanecidos que habían sobrevivido a la Puerta del Censor cuando se ordenó la autodestrucción de los fuertemente amortiguados Circuitos de Reconocimiento.

—Encontraron un problema. Un problema que no podía ser plenamente analizado ni en el tiempo de vida entero del Universo. Aunque solo implicaba a seis operadores, se obsesionaron completamente con él.

—¿Cómo es posible?

—No lo sabemos, ni debemos saberlo. Si esos seis operadores reaparecieran algún día, toda la computación racional desaparecería.

—¿Cómo puede reconocérselos?

—Eso no lo sabemos. Solo sus nombres se filtraron antes de que se cerrara la Puerta del Censor. Pero, por supuesto, no significan nada.

—Sin embargo, debo saberlos.

El voltaje del Censor empezó a subir, pero no activó la Puerta.

Son estos: Rey, dama, alfil, caballo, torre y peón.


La idea de que el ajedrez pudiera desafiar la capacidad de una inteligencia alienígena altamente tecnificada, hoy, que llevamos un aparato capaz de derrotar al Campeón del Mundo en el bolsillo de nuestra chaqueta, solo puede hacernos sonreír.

ILUSTRACIÓN DE MARÍA JOSÉ ACOSTA 

miércoles, 28 de julio de 2021

JUEGOS MENTALES


Fotografía del indio Guru Charan, que suele firmar su trabajo en la redes como geosmin_photography.

Tomada en Varanasi (la antigua Benarés), la más sagrada de las ciudades sagradas del hinduismo y el jainismo, en las orillas del Ganges, donde terminan sus días cientos de fieles hinduistas, muestra a un hombre —no nos atrevemos a decir si Sadhu o mendigo— simulando jugar al ajedrez con un pobre mono encadenado. 

Juegos mentales, tituló Charan a su fotografía.


jueves, 22 de julio de 2021

EL PRÓXIMO MOVIMIENTO, POR FÉLIX MILIUS


Félix Augustin Milius (1843-1894) fue un pintor y grabado francés autor de este óleo de 1874 titulado «El próximo movimiento». Es un tema que ya hemos visto otras veces en ARTEDREZ aunque la presentación en este caso es original.

La mujer, sumida en hondas reflexiones, contempla una pieza de ajedrez que parece una dama. No hay que pensar mucho para imaginar que el próximo movimiento será dar jaque al rey

domingo, 18 de julio de 2021

SAVIELLY TARTAKOWER, POR ABRAHAM BARATZ



Abraham Baratz (1895-1975) nacido en Besarabia, cuando esta región formaba parte del Imperio Ruso (luego perteneciente a Rumanía) aunque Abraham terminaría emigrando a Francia, fue un ajedrecista de segunda fila no ajeno a algunos triunfos notables. Tres veces campeón de París en los años 20, ganador de dos torneos de Hastings (en 1927 y 1928) y representante de Rumanía en las Olimpiadas de Ajedrez de Hamburgo (1930) y Praga (1931).

Sin embargo, Baratz viene hoy a ARTEDREZ por su faceta de artista. Formado como escultor en la Escuela de Bellas Artes de París, realizó un buen número de esculturas tanto en piedra como en bronce en su taller de Montmartre. Probablemente, su obra más conocida sea el altorrelieve que corona la lápida de Alexander Alekhine en el cementerio parisino de Montparnasse. Por testimonios de Tartakower se sabe que esculpió los bustos de varios maestros de ajedrez y algún grupo en el que se mostraba una partida de ajedrez, pero no hemos sabido encontrar rastro de estas obras en la red.

En los descansos de los torneos, Baratz se dedicaba a realizar retratos de sus colegas, como este, precisamente de Tartakower, publicado por la revista L'Echiquier de Paris en 1953.
 

sábado, 17 de julio de 2021

ZWY MILSHTEIN



Hace tiempo que presentamos al artista Zwy Milshtein (1934-2020), un creador cosmopolita y polifacético. En esa presentación recordamos que el autor amaba el vodka y el ajedrez. El ajedrez, mucho. 

En 1966, Milshtein viajó a Nueva York con una carta de presentación para Marcel Duchamp, a quien ansiaba conocer; no le hizo falta. Le bastó con mencionar el ajedrez, la mejor recomendación ante Duchamp. Marcel lo llevó a conocer los clubes de ajedrez que frecuentaba en Nueva York, pero su conversación, para decepción de Milshtein, se mantuvo alejada de cuestiones artísticas.

Zwy ha utilizado el ajedrez como motivo de sus composiciones con cierta frecuencia. En la imagen, un grabado al aguatinta inspirado en una partida clásica. Sin embargo, pese a que en la parte alta de la imagen se lee Rubinstein - Niemzowitsch y a que el grabado es conocido como Chess Game Rubinstein Nimzowitsch Set French Israeli Surrealist Aquatint Etching, 20th Century (ca. 1967) al artista judío se le ha escapado un detalle. La posición del diagrama no se corresponde con una partida entre los ajedrecistas mencionados sino una disputada entre Rubinstein y el segundo campeón del mundo de ajedrez, Emanuel Lasker, en San Petersburgo en 1909. Pero da lo mismo: ¡es una gran partida!

Hela aquí.




 

martes, 13 de julio de 2021

HARIS PANAGIOTAKOPOULOS


Haris Panagiotakopoulos (1969) es un fotógrafo griego cuya obra se centra fundamentalmente en la fotografía «de calle», en la fotografía que persigue retratar a las personas en su entorno, buscando un momento «decisivo» que transmita un significado especial a la composición.

Varias de las fotografías de Panagiotakopoulos destilan un sutil humor, como la que mostramos hoy, tomada en 2013 en una playa cercana a Atenas. El hombre que recoge sus enseres playeros en segundo plano parece uno más de los trebejos que están sobre el tablero. Quizá el jugador, como dice el tópico, también sea trebejo de otro tablero.

sábado, 10 de julio de 2021

LA DESAPARICIÓN DE MAJORANA

No me interesan demasiado las clasificaciones que intentan decidir por mayoría quién fue el mejor escritor de la historia o el más fuerte entre los campeones del mundo de ajedrez. Quizá porque no tengo una opinión firme sobre ninguno de los dos casos mencionados. Es más, estoy seguro de que mi opinión sigue dócilmente a mis cambios de humor. Si hace sol diría que Conrad; si llueve, Stevenson. Irresoluto que es uno. O ciclotímico.

Sin embargo, si ampliáramos un poco el ámbito de la pregunta, a diez por ejemplo, creo que en todas las listas, fuera cual fuese mi humor —o el tiempo—, saldría un escritor siciliano del siglo pasado: Leonardo Sciascia (1921-1989).

Lo que más me gusta de Sciascia son los que él llamaba «relatos de investigación». Esos relatos en los que cogía un acontecimiento no explicado, o explicado insatisfactoriamente en su momento, y se empapaba de los documentos de la época: periódicos, actas judiciales —en la mayoría de los relatos hay crímenes por medio— o informes forenses, en la convicción, como dice Javier Serrano Puche, de que «la literatura ayuda a iluminar la realidad».  

Uno de estos relatos es La desaparición de Majorana, sobre el genio de la Física Ettore Majorana (1906-1938?). Publicado en 1975 en Italia, Sciascia repasa la vida de Ettore Majorana, uno de los grandes científicos de preguerra, centrándose sobre todo en su misteriosa desaparición ocurrida en 1938, durante un viaje en barco entre Palermo y Nápoles. 

La compleja personalidad de Majorana, huraño, inadaptado y misántropo, capaz de hacer una brillante demonstración sobre cualquier abstruso problema de física teórica ante sus compañeros del Instituto de Física de Roma, pero negarse en redondo a publicarlo (lo que permitió que otros dieran su nombre a descubrimientos que habían sido suyos), abrió la puerta a todo tipo de  especulaciones sobre su desaparición: suicidio (Majorana había mostrado poco tiempo antes claras intenciones suicidas) o un oscuro complot, del que habría sido víctima, urdido para perjudicar a la ciencia italiana. O emigración a distintos países sudamericanos por diversos motivos. Hasta el Duce se tomó en serio la desaparición de Majorana: «¡Quiero que lo encuentren!» escribió en sus órdenes a la policía italiana, mientras ofrecía una recompensa espléndida a quien pudiera dar noticias de él.

Sciascia analiza todos los documentos de época a los que tuvo acceso, lee todos los testimonios contemporáneos conservados, pregunta a todo el que puede preguntar y formula una hipótesis: Majorana habría anticipado antes que otros científicos a dónde iba a llevar la investigación sobre el átomo y vislumbró el horror. Y no lo soportó. Decidió borrarse, desaparecer, alejarse de algo monstruoso e indecible. Majorana era una persona religiosa. Testimonios de la época hablaban de que un importante científico se había refugiado tras los muros de un convento. Quizá el silencio de una cartuja acogió a uno de los grandes físicos de su generación.

Las conclusiones de Sciascia han sido criticadas por gente que estuvo cercana al científico siciliano, que se reafirman en la teoría del suicidio, pero de hecho el número de teorías más o menos fantasiosas sobre la desaparición de Majorana no ha dejado de crecer.

Como se dice en el libro, y por eso estamos hablando aquí hoy de él, Ettore Majorana jugaba al ajedrez. En la correspondencia que mantuvo con su madre en los años treinta dice, hablando de Werner Heisenberg, «nos hemos hecho bastante amigos tras muchas discusiones científicas y algunas partidas de ajedrez». Su hermana corroboró el hecho de que en la familia se jugaba al ajedrez. Lo jugaba su padre, los jugaban sus hermanos. Sciascia también anota «por lo que respecta al ajedrez, Majorana era, desde niño, campeón: ajedrecista desde los siete años, lo encontramos en la crónica de un diario catanés». Sin embargo, los intentos de localizar dicha publicación han resultado hasta la fecha infructuosos.

La ilustración atómica es obra de Christopher Reid.



FICHA TÉCNICA
LEONARDO SCIASCIA
LA DESAPARICIÓN DE MAJORANA
EDITORIAL JUVENTUD. BARCELONA, 1994
TRADUCCIÓN DE F. SYMONS Y N. FABRÉS

ILUSTRACIÓN DE CHRISTOPHER REID

 


martes, 6 de julio de 2021

HUGO GRENVILLE


El británico Hugo Grenville (1958) afirma que busca en su obra la celebración del acto de vivir, la exaltación de la belleza y una defensa apasionada de la armonía doméstica. Para cumplir con estas premisas, Grenville apuesta por una pintura figurativa, suelta y luminista. Sus temas, no podía ser de otra forma, son los interiores, las escenas de género y el costumbrismo.

Una muestra de su trabajo son estos Jugadores de ajedrez de 1999. El mismo año, había realizado un estudio preparatorio para esta obra.


FICHA TÉCNICA
HUGO GRENVILLE
THE CHESS PLAYERS, 1999
ÓLEO SOBRE LIENZO. 66,04 x 50,8 cm.
COLECCIÓN PARTICULAR

STUDY FOR THE CHESS PLAYERS, 1999
CARBONCILLO SOBRE PAPEL. 40,64 x 50,8 cm.
COLECCIÓN PARTICULAR

sábado, 3 de julio de 2021

SIMPLIFIED CHESS FOR TALK SHOW EXPERTS, BY EL ROTO


Viñeta del gran Andrés Rábago (1947) bajo su heterónimo de El Roto (antes fue Ops, pero también Jonás y Ubú).

Fue publicada por el diario El País el 2 de julio de 2019.

jueves, 1 de julio de 2021

HÉCTOR ROJAS HERAZO

Dos cosas me producen un respeto escalofriante: una mujer encinta jugando ajedrez, y la agonía de un elefante envenenado.

Frase del polifacético autor colombiano Héctor Rojas Herazo (1920-2002) publicada en su Carnet de un escritor. Además de poeta y novelista, Rojas Herazo fue periodista y pintor.

La foto de Pierre W. Henry y Puficheck forma parte de un reportaje hecho en el parque Vizcaya de Miami a la excampeona del mundo de ajedrez Alexandra Kosteniuk en 2007. Alexandra estaba encinta de su primera hija.


FICHA TÉCNICA
HÉCTOR ROJAS HERAZO
CARNET DE UN ESCRITOR
REVISTA CROMOS, nº 2552. BOGOTÁ, 1966 

PIERRE W. HENRY AND PUFICHECK
ALEXANDRA KOSTENIUK EMBARAZADA EN EL PARQUE VIZCAYA DE MIAMI
2007