La lógica aplastante, matemática, de Mentor. Sacrificas un alfil para seguir en el juego. Porque lo único que importa es seguir jugando. Una vida hoy puede valer cien mañana. Como en la vieja fábula del ajedrez. Un grano en la primera casilla, dos en la segunda, cuatro en la tercera, incontable en la última.La leyenda de Sissa en una novela policíaca de Juan Gómez-Jurado.
Una pequeña salvedad. La cifra, aunque astronómica, es contable. De hecho, se ha calculado en distintas ocasiones. El número de granos de trigo necesarios para satisfacer la demanda de Sissa es de 18.446.744.073.709.551.615.
Lo mismo en notación exponencial: 264-1
Y dicho en cardinales: dieciocho trillones, cuatrocientos cuarenta y seis mil setecientos cuarenta y cuatro billones, setenta y tres mil setecientos nueve millones, quinientos cincuenta y un mil seiscientos quince granos de trigo. Ni uno más, ni uno menos.
Lo mismo en notación exponencial: 264-1
Y dicho en cardinales: dieciocho trillones, cuatrocientos cuarenta y seis mil setecientos cuarenta y cuatro billones, setenta y tres mil setecientos nueve millones, quinientos cincuenta y un mil seiscientos quince granos de trigo. Ni uno más, ni uno menos.
Lo chocante del caso es que la protagonista del libro se supone que es la persona más inteligente del mundo, capaz de hacer los más asombrosos cálculos mentales y poseedora de variopintos saberes. Quizá no hubiera sido, pues, exagerado pedir al narrador de la historia una mayor precisión.
Por último, Sissa, según interpretación del artista brasileño Thiago Cruz.
FICHA TÉCNICA
JUAN GÓMEZ-JURADOREINA ROJA
EDICIONES B. BARCELONA, 2018
SISSA INVENTOR DEL CHATURANGA
THIAGO CRUZ
2 comentarios:
Antes de nada felicitarte por el blog siempre interesante.
Escribo para hacer notar la diferencia entre contable y calculable.
No daría una vida humana longeva para llegar a esa cifra contando cada una.
Pienso que ha eso se refiere el autor.
Gracias por los interesantes y amenos artículos.
Saludos.
Gracias a ti Mirko.
Si el rey de la fábula hubiera puesto a diez mil esclavos a contar granos de trigo a razón de un grano por segundo las veinticuatro horas del día tardarían ¡¡catorce millones de siglos!!
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