Polly Morgan (1980) es una atípica taxidermista que ha dado el salto de los gabinetes de historia natural a las galerías de arte. Efectivamente, su forma de tratar la taxidermia se aleja de la tradicional intentona de mostrar al animal en las mismas actitudes que podía mostrar cuando vivía. Al contrario, en la mayoría de sus obras es evidente que los animales están muertos.
En el trabajo de Morgan, los animales se asocian con objetos que resultan sorprendentes en su compañía y que presentan una suerte de humor macabro. La artista dice que su intención es crear belleza de algo que en principio no tiene nada de bello como es un animal muerto.
Con la actual sensibilidad hacia los animales, su obra resulta muy controvertida y no falta quien la tilda de cruel e irrespetuosa. En su web advierte que todos los animales empleados han fallecido por causas naturales.
La obra que presentamos, Rest a Little on the Lap of Life (Descansar un rato en el lapso de la vida), es de 2006 y en ella aparece una ardilla acurrucada en un gran recipiente de cristal que se yergue sobre un tablero de ajedrez.
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