EL MAESTRO Y MARGARITA

Supongo que no hace falta decir lo mucho que nos gustan en ARTEDREZ las ilustraciones de los clásicos de la literatura que mencionan el ajedrez. Las maravillosas imágenes del encuentro entre Ferdinand y Miranda en La tempestad, de Shakespeare. Las no menos interesantes que nos muestran a la seductora Adelaida buscando la ruina de Goëtz von Berlichingen, en la obra homónima de Goethe. Las que muestran las disquisiciones de Don Quijote y Sancho Panza, en la obra inmortal de Cervantes.

Pero, como dijo el cantautor, dejadme —¡ay!— que yo prefiera El maestro y Margarita.

Por el diablo Voland, aterrorizando Moscú; por su corte demoniaca, poniendo en jaque al realismo socialista; por el gato Behemoth (Popota en la versión española) maestro del sarcasmo, devoto del vodka y el ajedrez y defensor al ultranza de Dostoievsky (llevando la contraria en esto a un famoso escritor español de microrrelatos); y, sobre todo, por la gentil Margarita, anfitriona del gran baile de Satanás, que reúne a todos los muertos, que tienen que inclinarse para besar su rodilla.

La italiana Flora Rabitti realizó en 1992 la ilustración que les mostramos en la que Voland y Popota juegan al ajedrez en las estrelladas noches de Moscú.