miércoles, 14 de diciembre de 2016

EL PLAN B DE KRISTIN KWAN


Kristin Kwan es una ilustradora estadounidense que explora en su trabajo el universo infantil desde una perspectiva fantástica que incluye ciertos toques de perversidad y un sutil humor negro. En su obra abundan las representaciones de animales, frecuentemente humanizados, que ejercen un fuerte protagonismo en las composiciones.

En la acuarela que encabeza esta nota, titulada «The Back Up Plan» —El plan B—, el periquito ha sabido dar el más difícil de los mates elementales a la niña, el de alfil y caballo contra rey, aunque solo ha podido imponerse gracias a un grave error de ella. Efectivamente, en la posición presente en el tablero, que por cierto está mal aparejado con un cuadro negro a la derecha, el mate solo pudo ser posible porque la niña arrinconara a su propio rey en la última jugada o, ¿quién sabe?, por las malas artes del periquito.

Esto entronca con las preocupaciones de la artista en la época en que realizó la obra que giraban en torno al sentido último de la victoria (o de la derrota) y sobre los difusos límites que separan el seguir o no seguir las reglas del juego. 

Puede que la niña haya sucumbido ante el periquito; sin embargo, la aviesa mirada del enorme gato que descansa a sus pies nos avisa, cobrando de esta forma sentido el título de la obra, de que a lo mejor no se ha dicho todavía la última palabra.

Quiero agradecer la gentileza de la artista a la hora de responder a mis preguntas sobre su trabajo.

FICHA TÉCNICA
KRISTIN KWAN
THE BACK UP PLAN
ACUARELA SOBRE PAPEL. 76,2 x 55,9
COLECCIÓN DE LA ARTISTA

3 comentarios:

Un Tipo Flaco dijo...

La imagen es muy inquietante y muy bella. Me gustaría a su propósito hacer algunos comentarios.
Es cierto que el tablero, para los dos jugadores, no está bien colocado. Dice Vd. que ha podido hablar con la autora, que no sé qué habrá dicho. Sin embargo, encuentro que cabe en la composición la posibilidad de que el tablero, en realidad, esté bien colocado, pero para que lo veamos nosotros, los que miramos desde el mundo. Concibo que la autora nos muestre adrede a nosotros el tablero, para que lo veamos correctamente, y que para despejar la duda de quién lleva cada color, vemos que la niña va a tocar su rey, el negro, que ya está en mate, como si se dispusiera a inclinarlo en signo de rendición. Así que es el desaforado periquito quien lleva las blancas y es él quien ha ejecutado el mate.
Por cierto, que la posición es la correcta según la teoría, y no precisamente la de aquellos mates que puede darse por una jugada poco afortunada del defensor, que atrapan al rey en otra casilla que no sea exactamente la de la esquina del tablero. Por lo que parece indiscutible que el periquito no ha usado en modo alguno trampas ni malas artes. La niña se ha defendido con total corrección, y el periquito ha vencido con toda legitimidad, puesto que en la posición del tablero, el rey ha llegado a a8 empujado por el caballo blanco desde c8, mientras presumiblemente el alfil le cortaba el paso desde d3, para luego darle mate desde la casilla e4, en la que se encuentra. Es tan correcto, tan perfecto, que eso es justamente lo que me hace pensar que la autora ha mostrado el tablero de frente para nuestra vista, y que no quepa duda alguna sobre la marcha y conclusión de la partida. El periquito ha sido un jugador noble. Otra cosa es lo que la cinta que sujeta al gato que parece despertar en esos momentos, en la mano de la niña, esa mano que no está rindiéndose, sugiere...
Yo tengo la impresión de que las malas artes están más en el ánimo de la niña, que no en el del gallardo periquito... Pero, como bien dice Vd., ¿quien sabe?
Muy bella, e inquietante, imagen. Por decir algo más, la niña, como el gato, como su rival, está descalza...

Mariano García Díez dijo...

En primer lugar, disculpa la tardanza en contestar a tus interesantes comentarios. Por algún motivo, no recibí notificación de tu comentario y como no suelo recibir muchos me ha pasado desapercibido hasta que casualmente lo he encontrado mientras buscaba otra cosa.

La autora me comentó lo que digo en la nota. Que sus preocupaciones en el momento de realizar la obra eran reflexionar sobre el el seguimiento o ruptura de las normas y el sentido en último término de lo que significa la victoria o la derrota.

Lo que sigo sin ver claro es que la posición sea posible sin un error del bando débil. Voy a intentar hacer una suerte de análisis retrospectivo y ver si consigo solucionarlo.

Un Tipo Flaco dijo...

Gracias por contestar.
Aún puedo añadir una anécdota más, que es mérito de uno de mis alumnos (soy monitor de iniciación, y doy clases a escolares), cuando mostré esta imagen en una lección. El chico me señaló que no notaba que el periquito estuviese en peligro alguno. ¿Cómo?, pregunté, ¿no estarías asustado de que el gato estuviese despertando justo en ese momento? Qué va, me contestó él, siempre puedo salir volando...
Vaya, he de confesar que ni siquiera lo había pensado... bien cierto es que el periquito no está, al contrario que el gato, atado a nada...
Este blog es uno de los pocos que guardo entre mis favoritos, gracias por tu dedicación.