Jaque mate es una antología de textos de 2006 del noruego Jostein Gaarder (1952) con la que sus editores festejaban sus veinte años como escritor. Además de algunas referencias al ajedrez, el número de textos seleccionados fue 64, lo que ya indica una clara vocación ajedrológica.
Entre los textos seleccionados queremos detenernos en uno de los capítulos de El vendedor de cuentos, una novela de 2002. El lector queda avisado de que se va a destripar la obra.
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El protagonista está en el climax de la novela. Amenazado de muerte, un intento de huida parece haber fracasado, al tiempo que la relación sentimental que acaba de iniciar parece haberse estropeado de una manera tan abrupta como inexplicable.
Su historia hasta el momento había sido la siguiente: Petter, Petter el Araña, se crió con su madre. Poseedor de una imaginación desaforada e incansable pronto aprendió a sacar fruto de ella ayudando a sus compañeros de clase. Con el tiempo encontraría la manera de hacer rentable su don: proporcionaría ideas a escritores en crisis de inspiración. Sin embargo, él no siente la necesidad de escribir; es más, le parece innecesario.
Poco a poco, empieza a vender sus ideas a un gran número de escritores de toda Europa. Para no quedar en evidencia genera un gran archivo de ideas que le ayude a no repetir un argumento con dos escritores. Paralelamente se entretiene con gran número de relaciones femeninas de poca profundidad y duración. Tampoco parece necesitar el amor.
Sólo una mujer le hizo concebir idea de una vida compartida. Una mujer tan extraña como él. Sin embargo, repentinamente le anuncia que quiere tener un hijo con él pero que lo criará sola y en otro país. Petter acepta.
Petter sigue desarrollando su negocio que llama «Ayuda al escritor». Como parece que la falta de inspiración estaba generalizada, la venta de ideas le convierte en un hombre muy rico.
Los años pasan mientras el protagonista sigue observando a sus clientes, y al mundo en general, con un sentimiento de aristocrática superioridad que le hace sentirse:
el rey de un estado autocrático ilustrado. Era un hábil jugador de ajedrez, pero era aún mejor jugando con piezas vivas. Me gustaba tirar de los hilos…
Sin embargo, un día, un periódico europeo da la noticia de la aparición de un libro cuya sinopsis coincide con una de las historias que ha vendido a otro escritor. Alarma. Pronto el descontento empieza a crecer entre sus escritores. Aunque todo el proyecto se sustenta en la confidencialidad —qué escritor querría que se supiera que su inspiración son las ideas de otro?— comienzan las murmuraciones. Repentinamente, cae en la cuenta de que contó muchas historias a María, la mujer con la que tuvo una hija que no criaría. Si decide publicarlas, está perdido.
Le llegan veladas amenazas de muerte y decide poner tierra por medio. Se retira a Italia.
Allí conoce a una joven mujer que le atrae inmediatamente. Casi sin necesidad de palabras sienten una gran empatía el uno por el otro e inician una relación. Durante unos días todo va bien: pasean por el campo, visitan los extraordinarios paisajes de la costa amalfitana y cuentan historias.
Abruptamente, Beate le comunica que su relación debe terminar inmediatamente. Desconcertado, Petter no se explica la repentina desolación de la muchacha ni su desesperación. Al final, su imaginación le conduce a la verdad: Beate es su hija.
Anonadado, se retira a su cuarto. Allí se ensimisma con las baldosas escaqueadas del suelo donde va identificando cuadros cada vez más grandes hasta llegar al de ocho por ocho: el ajedrez. A continuación imagina los trebejos:
Yo soy el rey blanco y me encuentro en la primera fila, me han colocado en un asiento rojo, en la entrada pone 1E, es una buena localidad, primera fila en el patio de butacas, faltaría más. En el gran escenario delante de mí están todas las demás piezas, me irrita un poco la densa fila de mis propios peones, están demasiado cerca de mí y huelen mal, pero arriba a la izquierda, vislumbro a la reina negra en 8D, también a ella le han dado un azulejo rojo donde ponerse, buena localidad también, pienso y la saludo con el brazo izquierdo, ella me devuelve distraída el saludo, lleva en la cabeza una brillante corona de oro macizo.
Las piezas ocupan ya sus puestos, y empieza la partida. Salgo con una apertura normal de rey: e2-e4, y ella responde igual de cortés, con e7-e5. Saco el caballo para proteger el peón: b1-c3, luego ella hace un movimiento sorprendente, pues lleva la reina de d8 a f6. ¿Pero por qué lo hace? ¡Es agresiva, es atrevida! Muevo el peón de d2 a d3 con el fin de proteger al peón de e4, y ella responde sacando el alfil: f8-c5. ¿En qué está pensando la señora? Vuelvo a mover el caballo y amenazo la reina, lo hago para intentar forzarla hacia atrás: c3-d5. Entonces ocurre sin que tenga posibilidad alguna de cambiar nada: la reina baja y come un peón, f6 se come a f2. La reina negra está muy cerca y me da jaque, huele a ciruelas y cerezas, pero no puedo tocarla, eso es lo terrible. He cometido el mayor error que puede cometer un jugador de ajedrez, no he pensado a largo plazo, y además, no he tenido en cuenta movimientos anteriores. He olvidado que la reina tiene un pasado, que es de alta cuna, que su casa está llena de sedas, y que tiene un alfil secreto en la diagonal de c5, es el que en el momento de la verdad protege a la reina de ser derrotada. ¡Me ha dado jaque mate!
Ha sido una partida corta, demasiado corta. La reina negra me ha derrotado. Soy culpable, no intencionadamente, sino por una grave imprudencia. Me avergüenzo. Así es, me avergüenzo, yo que siempre he señalado que la gente no tiene vergüenza, voy y cometo el acto más vil que un hombre puede cometer.
La vida de Petter, el araña, ha saltado por los aires. De nada le ha servido su supuesta superioridad ante el mundo. Por delante le espera un triste destino final. La verdad es que no era tan buen ajedrecista como se imaginaba.
FICHA TÉCNICA
JOSTEIN GAARDERJAQUE MATE
SIRUELA. MADRID, 2006
TRADUCCIÓN DE KIRSTI BAGGETHUN Y ASUNCIÓN LORENZO
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