El movimiento Democracia Real Ya, que está promoviendo estos días una serie de actos para canalizar el enorme descontento que siente una parte importante de la ciudadanía hacia sus dirigentes, cosa que está sumiendo en el más absoluto desconcierto a la clase política y por extensión a los medios de comunicación subsidiarios, ha recurrido en su publicidad a uno de los más antiguos tópicos de la propaganda política: mostrar mediante un tablero de ajedrez las desigualdades de la sociedad. Por un lado los peones, la gente del común, débiles y de movimientos limitados, pero que tienen a su favor su elevado número. Del otro las piezas mayores, los poderes fácticos, poderosas pero escasas de efectivos. En los años previos a la Revolución Francesa se hizo célebre la sentencia de Philidor: los peones son el alma del ajedrez. Si el ajedrez es un microcosmos que refleja el mundo real, esto querría decir que los peones, la gente común, ha de ser el alma de las sociedades.
jueves, 19 de mayo de 2011
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1 comentario:
Lo comparto en mi facebook. Gracias.
Carlos R A
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