Kevin Best (1960) es un fotógrafo neozelandés, aunque vive y trabaja en Australia, fascinado por las naturalezas muertas de la pintura clásica europea, en especial por las de la época barroca holandesa, y por los bodegones que el italiano Giorgio Morandi pintó en el siglo XX. El objetivo declarado de Best es que sus fotografías parezcan pinturas. Para ello no ha dudado en reunir una enorme colección de objetos de época con los que montar sus bodegones.
Uno de los géneros que Best recrea es el de la vánitas. Inspirado en las palabras del Eclesiastés «vanidad de vanidades, todo es vanidad», este tipo de pinturas advertían sobre el temprano fin de los placeres mundanos y la llegada inevitable de la muerte. Se pretendía que el espectador reflexionase sobre su vida y buscara un sentido a su existencia ante el fin próximo y se preocupara por ganar la vida eterna.
En la obra que mostramos, junto al arcano número trece del tarot —La Muerte— aparece un cráneo, el símbolo tradicional de la fugacidad de la vida, unas piezas de ajedrez, unos dados, símbolo del azar y de lo mundano, y lo que parece ser un crucifijo. Todos los elementos llaman a la reflexión sobre las Postrimerías: muerte, juicio, infierno y gloria.
El título de esta vánitas es What if it ends in a draw? (¿Y si lo dejamos en tablas?) y fue realizada en 2007.
No hay comentarios:
Publicar un comentario