jueves, 17 de octubre de 2024

EL NEN DELS ESCACS


El nen dels escacs (El niño del ajedrez en su traducción al castellano) es un libro del periodista y escritor Màrius Carol (1953) en el que cuenta la historia novelada de un sastre de la localidad barcelonesa de Sant Sadurní d’Anoia, Antoni Lloret, padre de su suegro, que vivió como «topo» —así se denominó a los miembros de asociaciones políticas de izquierda que se escondieron tras la guerra civil para eludir la represión franquista— durante diez años, refugiado en su propia casa, primero, y en el pajar de una masía cercana a su pueblo, después.

Lloret había sido dirigente de Esquerra Republicana de Cataluña y había sido elegido para ejercer un cargo público en las elecciones de 1931. Decidió esconderse, pese a no tener delitos de sangre, ante la magnitud de la represión que estaba desarrollando la nueva administración franquista. Diez años después, animado por el hecho de de no estar incurso en ningún proceso por delitos comunes, decide presentarse ante las autoridades con ánimo de reintegrarse a la vida civil. Pero sus enemigos no lo habían olvidado. Fue detenido, torturado y poco después murió en circunstancias no aclaradas del todo.

El título de la novela se debe a que Lloret había sido un ajedrecista de cierto nivel que había llegado a participar en algunas competiciones antes de la guerra. Decidió enseñar el juego a su hijo, Antón, convencido de que el ajedrez ofrece enseñanzas adecuadas para la formación de los jóvenes. El cuidado ante la toma de decisiones, ya que no se puede volver atrás, y la conciencia de que el principal rival es uno mismo, fueron las cosas que intentaba inculcar a si hijo.

Cuando el padre tuvo que esconderse de sus perseguidores, al niño se le dijo, para proteger tanto a uno como a otro, que su padre había muerto, así no se delataría accidentalmente. El único contacto que Antoni tendrá con su hijo a partir de ese momento será a través del ajedrez. Semanalmente, enviará al muchacho un diagrama toscamente dibujado en un trozo de papel con problemas que este tiene que resolver sin mover las piezas en el tablero. Al niño se le dirá que los envía un amigo de su padre que se ha enterado de su afición al ajedrez y quiere ayudarlo a progresar.

El ajedrez como demostración de amor paterno. Antoni guardó durante todo su cautiverio —porque realmente fue una forma de cautiverio— las respuestas de su hijo a los problemas de ajedrez que le planteaba. El hijo, al conocer la verdad cuando alcanzó la mayoría de edad, conservó los diagramas como el mayor de los tesoros.

La imagen de la cubierta es de Jesús Aguado.

Màrius Carol en una foto de Xavier Cervera

FICHA TÉCNICA
MÀRIUS CAROL
EL NIÑO DEL AJEDREZ
DESTINO. BARCELONA, 2024
TRADUCCIÓN DE ROSA MARÍA PRATS DE LA IGLESIA

 

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