Aislados, lejos de todos, se apoyan en la mesa ante el tablero de ajedrez; durante largo rato permanecen sentados, sumidos en profundos pensamientos, y Lenski, distraído, mata con un peón su propia torre.
Alexander Pushkin
Eugenio Oneguin. Capítulo IV
Olga Lárina y su prometido Vladimir Lenski jugando al ajedrez en una ilustración de Elena P. Samokish-Sudkovskaya (principios del siglo XX).
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