Por la noche, fue visitado por un joven admirador que, sabiendo de la afición inmensa de Antonio por el ajedrez, deseaba tener el honor de jugar una partida con él. Antonio perdió tres veces seguidas con el admirador, lo que le dejó prácticamente mudo; solo se le oyó musitar, con voz de desgarro: «Hoy he empezado a envejecer».
FICHA TÉCNICA
ENRIQUE VILA-MATAS
LEJOS DE VERACRUZ
ANAGRAMA. BARCELONA, 2006
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