miércoles, 6 de marzo de 2019

EL HOMBRE ENMASCARADO

The Phantom (El hombre enmascarado en España) es el pionero del género de superhéroes y por lo tanto el responsable último de la actual avalancha de héroes en taparrabos que andan brincando por aire, mar y tierra en su perpetua lucha contra el mal. La serie se inició en 1936 de la mano de Lee Falk aunque, lógicamente debido al éxito y longevidad de la serie —todavía se edita en algunos países del mundo—, desde entonces se han sucedido multitud de guionistas y dibujantes.


The Phantom es un héroe en lucha constante contra el crimen. Carece de superpoderes y suele ser ayudado por su perro, Satán, su caballo, Héroe, y su amigo Guram, rey de la tribu de los pigmeos, entre los que reside en Bangalia, un ficticio país africano.


Realmente, The Phantom no es sino el último representante de una estirpe que hunde sus raíces en el siglo XVI. En ese siglo, un capitán inglés fue asesinado por piratas en la costa indostánica. Su hijo juró sobre la calavera del pirata asesino que dedicaría su vida a luchar contra el crimen y que sus descendientes harían lo mismo hasta el fin de los tiempos. Desde entonces, The Phantom es una dignidad que se transmite de padres a hijos. Es digno de admiración el hecho de que después de veinte generaciones no haya habido en la dinastía ni una sola primogénita.


En Suecia, el personaje adoptó el nombre de Fantomen y la editorial Egmont, radicada en Estocolmo, se quedó con la franquicia para los países escandinavos, que se ha publicado de forma ininterrumpida desde los años sesenta del siglo XX hasta la actualidad. Para esta editorial trabajaron numerosos dibujantes españoles.

Tal es el caso del número 173, correspondiente a 1979, que con guión de Donne Avenell fue dibujado por Jaime Vallvé. Su título fue «El jugador de ajedrez ruso».

Cuenta una historia típica de la Guerra Fría, un ruso, incidentalmente gran jugador de ajedrez, desea abandonar la Unión Soviética ante la oposición de las autoridades. 


Para lograr el visado que le permita salir del país, debe «comprar» su libertad entregando un antiguo tesoro que solo él sabe dónde está escondido. El hombre enmascarado viajará a Moscú para ayudarlo en sus planes. 

En el parque Gorky, los  aficionados al ajedrez  disputan sus partidas. Entre ellos recabará la información que necesita para ayudar al ajedrecista ruso.


Y la pista definitiva para recuperar el tesoro se encuentra en un valioso juego de ajedrez que había pertenecido a Pedro I el Grande.


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