La entrada de hoy quiere rendir homenaje al cineasta español Luis García Berlanga, fallecido esta madrugada en Madrid a los 89 años.
Para ello hemos elegido un par de secuencias de una de sus películas más célebres, Calabuch, con la que obtuvo el premio de la OCIC a la mejor película en la Mostra de Venecia de 1956.
Cuenta Calabuch la historia de un físico nuclear que, espantado por el alcance de sus investigaciones sobre cohetes y bombas atómicas, decide huir y refugiarse en un pequeño pueblo mediterráneo. Allí, mezclado con gentes humildes y sencillas, intenta pasar desapercibido.
La partida telefónica que juegan don Félix, el cura, y don Ramón, el farero, interpretados por los grandes actores Félix Fernández y Pepe Isbert, y en la cual ambos se hacen trampas, es uno de los grandes momentos de la película.
A pesar de su extensión, transcribo completos los diálogos de las dos secuencias de la partida. No tienen desperdicio.
EL FARERO
Escuche, don Félix. Yo muevo la torre de la reina a tres alfil rey. Escuche. ¿No me oye...? Central. ¿Central? ¡Carmen!
CARMEN
Hable.
EL FARERO
Pronto, Carmen. Póngame con don Félix. Se cortó la comunicación.
CARMEN
¿Don Félix? ¿Qué número es?
EL FARERO
El cuatro.
CARMEN
Uno, dos, tres... ¡cuatro! Abonado número cuatro, le llaman del número dos.
EL CURA
Sí, don Ramón. Entendí perfectamente. Torre de reina a tres alfil rey. Ahora déjeme pensar.
En este momento, don Félix coge un libro de ajedrez y se pone a examinar uno de los diagramas. Es evidente que se está ayudando del libro en la partida.
EL CURA
Ahora yo juego peón cuatro reina.
EL FARERO
De modo que usted juega peón cuatro reina. Bueno, bueno, voy a pensarlo.
EL CURA
De acuerdo.
La partida queda interrumpida por la aparición en el faro de Jorge, el científico huido, acompañado de uno de los niños del pueblo. El inocente farero se pone a explicar al físico nuclear las maravillas del cosmos. El teléfono los trae de vuelta a la realidad
EL FARERO
¡Atiza, la partida! Me había olvidado. Perdonen. Entonces yo juego... yo juego reina por torre.
JORGE
Oiga, perdone. ¿Y por qué no reina a siete alfil rey?
EL FARERO
¡Magnífico, ahora sí que lo liquido! ¡Gracias, Jorge!
JORGE
De nada.
EL FARERO
Oiga, oiga, don Félix. Rectifico. Quise decir reina a siete alfil rey. ¡Jaque mate!
EL CURA
¡Merluzo! ¡Tramposo! ¡Claro, juegas con los libros en la mano! Sabes que pieza jugada no se puede volver atrás. Habías dicho reina por torre. Espera, tramposo, que me vas a oír.
EL CURA
¡Don Ramón, don Ramón, don Ramón! ¡Asómate hombre, no te de vergüenza! Tu jugada fue reina por torre. ¡Tramposo!
EL FARERO
¿Qué? ¿Qué dice? No oigo nada.
EL CURA
Sabes que pieza telefoneada pieza jugada. Lo demás son trampas.
EL FARERO
Si usted no sabe jugar por teléfono, ¿para qué se lo ha instalado?
Varias secuencias después descubrimos que el cura todavía guarda rencor al farero. El cura invita a Jorge a asistir a la iglesia a lo que éste contesta que no puede por ser protestante. El cura resta importancia a este hecho y afirma: "los únicos que no entran en mi iglesia son los usureros... ¡Y esos herejes que hacen trampa jugando al ajedrez".
FICHA TÉCNICA
CALABUCH (CIFESA, 1956)
DIRECTOR: LUIS GARCÍA BERLANGA
GUIÓN: LUIS GARCÍA BERLANGA, LEONARDO MARTÍN, FLORENTINO SORIA Y ENNIO FLAIANO
4 comentarios:
Grande, Berlanga.
El hecho de que ambos jugadores utilicen un juego de piezas y tablero idéntico, me hace pensar que quizá fuera el mismo. Me he fijado enseguida porque yo tengo el mismo (solo los trebejos, no el tablero).
Pues es verdad. No me había dado cuenta. Es probable que usaran los mismos trebejos. Por cierto, yo también tengo un juego igual que heredé de mi padre.
Buen artículo. Y oportuno.
¡Yo lo heredé de mi tío!
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