La viñeta de la derecha, obra de Heini Scheffer, del que lamentablemente no sé ofrecerles ningún dato, es una buena muestra de ello.
-¡Al ladrón!- gritan los dos pintores, émulos sin duda de Vasarely, mientras persiguen a un personaje que ha cortado el lienzo que estaban pintando para obtener un tablero de ajedrez.
La verdad es que espero que no le alcanzaran, o que de hacerlo le trataran con benevolencia. Alguien que roba un tablero de ajedrez difícilmente puede ser un ladrón. Seguramente no es sino un ajedrecista desesperado.
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