Si sigue Ud. siendo jugador de torneos, amable lector, y está harto de malgastar tiempo estudiando aperturas con poquísimo aprovechamiento, pero aún así desea tener un arma infalible contra sus rivales, estudie el gambito Von Goom. Quizá no haya oído hablar de él. No se preocupe, su potencia es tal que ha sido el secreto mejor guardado por los grandes jugadores, quizá no sea exagerado decir los grandes cerebros, de los siglos pasados. Ahora bien, su práctica puede entrañar serios peligros. No diga que no se lo advertí. Si aún así desea seguir adelante, los rudimentos de esta demoledora apertura puede encontrarlos, intrépido lector, aquí.
Como aperitivo, le dejo una breve semblanza de los primeros años de Von Goom:
Von Goom era un individuo poco conspicuo, como suelen ser muchos descubridores; probablemente efectuó su descubrimiento por casualidad, como usualmente se hacen casi todos los descubrimientos. Era hijo ilegitimo de una famosa actriz y un político eminente. El escándalo de su nacimiento entristeció sus primeros años, y tan pronto como le fue posible adoptó legalmente el apellido Von Goom. Se negó a tomar un nombre cristiano porque afirmaba no serlo, hecho que parecía trivial entonces, pero que explica muchas cosas de ese hombre. Creció muy joven y llegó a medir un metro sesenta centímetros a los diez años. Por lo visto, creyó que dicha estatura le bastaba, ya que dejó de crecer. Cuando midieron su cadáver después de su súbita defunción, demostró que su estatura era exactamente de un metro sesenta centímetros. Poco después de dejar de crecer, también dejó de hablar. Jamás dejó de trabajar, porque tampoco empezó. La fortuna heredada de sus padres fue suficiente para todas sus necesidades. A la primera oportunidad abandonó la universidad y pasó los veinte años siguientes de su vida leyendo ciencia—ficción y dejándose crecer un bigote a un lado de su cara. Por lo que parece, durante este periodo aprendió a jugar al ajedrez.
VICTOR CONTOSKY
EL GAMBITO VON GOOM
CIENCIA FICCIÓN. SELECCIÓN 16
BRUGUERA. BARCELONA, 1975
Como aperitivo, le dejo una breve semblanza de los primeros años de Von Goom:
Von Goom era un individuo poco conspicuo, como suelen ser muchos descubridores; probablemente efectuó su descubrimiento por casualidad, como usualmente se hacen casi todos los descubrimientos. Era hijo ilegitimo de una famosa actriz y un político eminente. El escándalo de su nacimiento entristeció sus primeros años, y tan pronto como le fue posible adoptó legalmente el apellido Von Goom. Se negó a tomar un nombre cristiano porque afirmaba no serlo, hecho que parecía trivial entonces, pero que explica muchas cosas de ese hombre. Creció muy joven y llegó a medir un metro sesenta centímetros a los diez años. Por lo visto, creyó que dicha estatura le bastaba, ya que dejó de crecer. Cuando midieron su cadáver después de su súbita defunción, demostró que su estatura era exactamente de un metro sesenta centímetros. Poco después de dejar de crecer, también dejó de hablar. Jamás dejó de trabajar, porque tampoco empezó. La fortuna heredada de sus padres fue suficiente para todas sus necesidades. A la primera oportunidad abandonó la universidad y pasó los veinte años siguientes de su vida leyendo ciencia—ficción y dejándose crecer un bigote a un lado de su cara. Por lo que parece, durante este periodo aprendió a jugar al ajedrez.
FICHA TÉCNICA
VICTOR CONTOSKY
EL GAMBITO VON GOOM
CIENCIA FICCIÓN. SELECCIÓN 16
BRUGUERA. BARCELONA, 1975
4 comentarios:
Hace unos años un conocido me contó esta historia pero no quise creerle. Recientemente ha sido hallado en los mismos términos que los desdichados del relato. Quizá halló el gambito...
Sé que corro un gran peligro desvelando estos secretos... Pero la investigación histórica exige ciertos sacrificios.
Los que conocemos el Gambito con goom tenemos prohibido hablar de el
¡¡Silencio, Ricardo, no corra riesgos!!
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