EL METAVERSO

El 28 de octubre del año pasado, Mark Zuckerberg anunció urbi et orbe la decidida apuesta de su compañía por el metaverso, hasta el punto de cambiar el nombre de la misma, Facebook, por el de Meta. 

Lo del metaverso es, como ya saben, un entorno de realidad virtual en el que después de ponerse uno unas gafas especiales podrá acceder a un universo paralelo donde interactuar mediante un avatar con otros usuarios y en el que se abrirá un abanico casi ilimitado de posibilidades (casi todas de pago).

En el video de presentación, Zuckerberg anuncia que los creadores del metaverso diseñarán objetos que parecerán reales, objetos en 3D que reaccionarán de forma realista y que, además, se insertarán ubicaciones de lugares también reales donde los avatares podrán pasear a sus anchas.

También explica cómo serán los juegos en el metaverso. Junto a experiencias inmersivas en mundos imaginarios, existirá la posibilidad de practicar juegos tradicionales a través de hologramas. Añade Zuckerberg —o su avatar, a estas alturas ya no estamos seguros—: «quizá juguéis a juegos antiguos de otra manera». 

En ese momento vemos a dos hombres de edad, uno de ellos a cuerpo limpio y el otro a cuerpo virtual, jugando una partida de ajedrez. ¡Qué manía de poner siempre a hombres, y sobre todo a hombres mayores, jugando al ajedrez! El nuevo metaverso empieza a pareciéndose demasiado al antiguo universo. La cosa tiene su gracia, pero pronto se abre una inquietante perspectiva cuando uno de los dos jugadores dice: «voy a ponerme mi cara de ganador para vencerte». 

Y, dicho y hecho, su cabeza se transforma en la de un león que ni la del Rey Ídem. La inquietud se convirtió en terror pánico cuando caí en la cuenta de que en medio de una partida mi rival podía decidir presentarse ante mí con la cara del payaso Pennywise, la de Homer Simpson o incluso la del mismísimo ministro de Hacienda (aquí cada uno que ponga su miedo más escondido). Decididamente, mejor la sobriedad de interfaz que garantizan Lichess, Chess.com o cualquier otra plataforma de juego. 

Como también pasaba en el antiguo universo, en el nuevo metaverso el tratamiento ajedrecístico de la escena es manifiestamente mejorable. En un primer plano del tablero vemos que las tres primeras jugadas de las blancas han sido g4, e3 y a3. ¡Sin comentarios! Luego se ve al jugador de las blancas hacer de forma consecutiva dos veces la misma jugada. Claro que el de las negras no se queda atrás: también repite dos veces la misma jugada. Como los desarrolladores no corrijan esto rápido, va a haber más de una pelea.

En fin, si tienen interés en ver la escena entera este es el enlace al video. El ajedrez comienza en el minuto 16:40.