Los romances sobre los infantes de Salas (o de Lara, en versiones posteriores) constituyen uno de los ciclos épicos más importantes del romancero. Su argumento es el siguiente: Durante las bodas de doña Lambra y don Ruy Velázquez surge una disputa entre aquella y doña Sancha, mujer de Gonzalo Gustioz, preso de Almanzor en Córdoba, y madre de los infantes de Lara. Los hijos de doña Sancha injurian a Doña Lambra y esta pide venganza a su marido.
Don Ruy, que era tío de los infantes, traiciona a estos al hacerlos creer que Almanzor va a liberar a su padre. Al ir al encuentro de este se encuentran con una gran hueste musulmana y son muertos y decapitados. Sus cabezas son enviadas a Códoba y mostradas a Gonzalo Gustioz que reconoce a sus hijos.
El episodio donde Mudarra descubre su verdadera identidad es el siguiente:
Almanzor se apiada de Gonzalo Gustioz y le concede la mano de su hermana para que le consuele. De ese consuelo nació Mudarra González, el bastardo Mudarra, que con el tiempo iba a descubrir quién había sido su padre y a ejecutar la venganza en el asesino de sus hermanastros.
Sentados a un ajedrez
Despacio su juego entablan
Aliatar, rey de Segura,
Y el gran bastardo Mudarra,
Delante del rey Almanzor
Y en presencia de Axa,
Mora, que sirve Aliatar,
De mucho donaire y gracia.
Discurriendo van por lances,
Juegan con destreza y maña,
Que pierde mucho el que pierde
Y gana mucho el que gana.
El rey moro, que los ojos
Tiene puestos en quien ama,
Tocó una pieza por otra
Jugando una treta falsa;
Mudarra, que no conoce
Del rey la mano turbada,
Ni si por ver a su mora
Vino a jugar o jugaba,
A una parte echó la silla;
Las piezas todas baraja,
Y dando mano al tablero
En pie se pone y levanta,
Diciendo: -Tráteme bien
Quien a su juego me llama;
Que aunque no soy rey, la injuria
Con quien me injuria me iguala.-
Aliatar se espantó de esto,
Y de Mudarra se agravia:
Llámale bajo y espurio,
Hijo de ninguno, y nada.
A sus razones replica
Mudarra, no con palabras,
Mas levantó para el rey
Juntos ajedrez y tabla,
Con que sin reparo alguno
De muerte le descalabra
Una vez muerto Aliatar, Mudarra pregunta a su madre quién fue su padre para que nadie pueda llamarle hijo de nadie y descubre que es hijo de Gonzalo Gustioz. De este episodio podemos sacar como conclusión que el ajedrez era un juego noble en la corte de Córdoba ya en el siglo X y que el importe de las apuestas era importante. Quizá también podamos concluir que los tableros estaban trabajados en buena madera ya que con uno se podía matar a un hombre.
La ilustración que encabeza este artículo pertenece a "La historia de los 7 infantes de Lara" en 40 láminas dibujadas por Antonio Tempesta y grabadas por Otto Venius. En ella, durante las celebraciones que siguieron a las bodas, doña Lambra está retando a los caballeros a que superen a su sobrino en el juego de las tablas, los infantes de Lara están entretenidos, algunos de ellos jugando al ajedrez, pero el menor se dispone a aceptar el reto de doña Lambra, lo que desencadenará la tragedia.
La ilustración que encabeza este artículo pertenece a "La historia de los 7 infantes de Lara" en 40 láminas dibujadas por Antonio Tempesta y grabadas por Otto Venius. En ella, durante las celebraciones que siguieron a las bodas, doña Lambra está retando a los caballeros a que superen a su sobrino en el juego de las tablas, los infantes de Lara están entretenidos, algunos de ellos jugando al ajedrez, pero el menor se dispone a aceptar el reto de doña Lambra, lo que desencadenará la tragedia.
FICHA TÉCNICA
OTTO VAN VEEN
ROMANCERO GENERAL
COLECCIÓN DE ROMANCES CASTELLANOS ANTERIORES AL SIGLO XVIII RECOGIDOS, ORDENADOS, CLASIFICADOS Y ANOTADOS POR DON AGUSTÍN DURÁN.
M. RIVADENEYRA , EDITOR. MADRID, 1854
COLECCIÓN DE ROMANCES CASTELLANOS ANTERIORES AL SIGLO XVIII RECOGIDOS, ORDENADOS, CLASIFICADOS Y ANOTADOS POR DON AGUSTÍN DURÁN.
M. RIVADENEYRA , EDITOR. MADRID, 1854
HISTORIA GRÁFICA DE LOS 7 INFANTES DE LARA EN 40 LÁMINAS DIBUJADAS POR ANTONIO TEMPESTA Y GRABADAS POR OTTO VENIO
OTICE. MADRID, 1950
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