lunes, 31 de marzo de 2025

sábado, 29 de marzo de 2025

MARÍA ESPÍN


La chef María Espín jugando una partida de ajedrez contra uno de sus hijos en una foto de Dani Ríos, para el diario Ara, publicada el 28 de mayo de 2024.

La cocinera es muy aficionada al ajedrez, hasta el punto de que lleva tatuado un alfil en su muñeca derecha.

jueves, 27 de marzo de 2025

EL ÚLTIMO ARTEFACTO SOCIALISTA

El último artefacto socialista es una serie de televisión de producción croata, rodada en 2021 y dirigida por Dalibor Matanic a partir de una novela de Robert Perišić.

En el primer capítulo hay una aparición incidental del ajedrez. Nos muestra a un grupo de parados jugando una partida en la calle.


En el capítulo segundo se muestra un torneo de ajedrez infantil que se disputa en el museo del pueblo en el que transcurre la serie. Šeila, una emigrante que ha trabajado en el mundo del arte pero ha regresado a su casa, se encarga de arbitrarlo y organizarlo.

El hecho de que sea mujer causa extrañeza entre los chicos. Ella contesta con humor a este machismo precoz: «mi padre quería un hijo, pero tuvo que conformarse conmigo».







domingo, 23 de marzo de 2025

AJEDREZ EN LA TUNDRA

Individuos de la etnia Chukchi jugando al ajedrez en alguna parte de la península de Kamchatka en 1972. La fotografía es de Lev Garkavy. 

sábado, 22 de marzo de 2025

EL AMOR EN LOS TIEMPOS DEL CÓLERA

En la novela de 1985 El amor en los tiempos del cólera, del premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez (1927-2014), encontramos varias referencias al ajedrez: 

El refugiado antillano Jeremiah de Saint-Amour, inválido de guerra, fotógrafo de niños y su adversario de ajedrez más compasivo, se había puesto a salvo de los tormentos de la memoria con un sahumerio de cianuro de oro.

(...)

En el escritorio, junto a un tarro con varias cachimbas de lobo de mar, estaba el tablero de ajedrez con una partida inconclusa. A pesar de su prisa y de su ánimo sombrío, el doctor Urbino no resistió la tentación de estudiarla. Sabía que era la partida de la noche anterior, pues Jeremiah de Saint-Amour jugaba todas las tardes de la semana y por lo menos con tres adversarios distintos, pero llegaba siempre hasta el final y guardaba después el tablero y las fichas en su caja, y guardaba la caja en una gaveta del escritorio. Sabía que jugaba con las piezas blancas, y aquella vez era evidente que iba a ser derrotado sin salvación en cuatro jugadas más. «Si hubiera sido un crimen, aquí habría una buena pista —se dijo—. Solo conozco un hombre capaz de componer esta emboscada maestra». No hubiera podido vivir sin averiguar más tarde por qué aquel soldado indómito, acostumbrado a batirse hasta la última sangre, había dejado sin terminar la guerra final de su vida.

 (...)

También avisaría a sus compinches de ajedrez, entre los cuales había desde profesionales insignes hasta menestrales sin nombre, y a otros amigos menos asiduos, pero que tal vez quisieran asistir al entierro.

 (...)

De joven se demoraba en el Café de la Parroquia antes de volver a casa, y así perfeccionó su ajedrez con los cómplices de su suegro y con algunos refugiados del Caribe. Pero desde los albores del nuevo siglo no volvió al Café de la Parroquia y trató de organizar torneos nacionales patrocinados por el Club Social. Fue esa la época en que vino Jeremiah de Saint-Amour, ya con sus rodillas muertas y todavía sin el oficio de fotógrafo de niños, y antes de tres meses era conocido de todo el que supiera mover un alfil en un tablero, porque nadie había logrado ganarle una partida. Para el doctor Juvenal Urbino fue un encuentro milagroso, en un momento en que el ajedrez se le había convertido en una pasión indomable y ya no le quedaban muchos adversarios para saciarla.
(...)
Todo fue por el ajedrez. Al principio jugaban a las siete de la noche, después de la cena, con justas ventajas para el médico por la superioridad notable del adversario, pero con menos ventajas cada vez, hasta que estuvieron parejos. Más tarde, cuando don Galileo Daconte abrió el primer patio de cine, Jeremiah de Saint Amour fue uno de sus clientes más puntuales, y las partidas de ajedrez quedaron reducidas a las noches que sobraban de las películas de estreno.
(...)
El doctor Urbino no la reconoció, aunque la había visto varias veces entre las nebulosas de las partidas de ajedrez en la oficina del fotógrafo, y en laguna ocasión le había recetado unas papeletas de quinina para las fiebres tercianas.

 (...)

Tratando de distraerlo lo invitó a jugar al ajedrez, y él había aceptado por complacerla, pero jugaba sin atención, con las piezas blancas, por supuesto, hasta que descubrió antes que ella que iba a ser derrotado en cuatro jugadas más, y se rindió sin honor. El médico comprendió entonces que el contenedor de la partida final había sido ella y no el general Jerónimo Argote, como él lo había supuesto. Murmuró asombrado:

—¡Era una partida maestra!

Ella insistió en que el mérito no era suyo, sino que Jeremiah de Saint-Amour, extraviado ya por las brumas de la muerte, movía las piezas sin amor. Cuando interrumpió la partida, como a las once y cuarto, pues ya se había acabado la música de los bailes públicos, él el pidió que le dejara solo. Quería escribir una carta al doctor Juvenal Urbino, al que consideraba el hombre más respetable que había conocido, y además un amigo del alma, como le gustaba decir, a pesar de que la única afinidad de ambos era el vicio del ajedrez entendido como un diálogo de la razón y no como una ciencia.
(...)
Sabía apenas que Jeremiah de Saint-Amour era un inválido de muletas a quien nunca había visto, que había escapado a un pelotón de fusilamiento en alguna de las tantas insurrecciones de alguna de las tantas islas de las Antillas, que se había hecho fotógrafo de niños por necesidad y llegó a ser el más solicitado de la provincia, y que le había ganado una partida de ajedrez a alguien que ella recordaba como Torremolinos pero que en realidad se llamaba Capablanca.

 (...)

Si poder de concentración disminuía año tras año, hasta el punto que debía anotar en un papel cada jugada de ajedrez para saber por dónde iba.
(...)
Fue allí donde Lorenzo Daza le enseñó a Juvenal Urbino las lecciones primarias del ajedrez, y él fue un alumno tan aplicado que el ajedrez se convirtió en una adicción incurable que lo atormentó hasta el día de su muerte.

jueves, 20 de marzo de 2025

ESTRATEGIA


Sir Basil Henry Liddell Hart (1895-1970) fue un militar, historiador y teórico de la ciencia bélica. Su libro sobre estrategia militar se ha convertido en un clásico.

La edición en castellano de Arzalia Ediciones ha utilizado el ajedrez para su cubierta.
 

miércoles, 19 de marzo de 2025

SEAGUY

—Jaque mate

Seaguy es un superhéroe creado por el guionista escocés Grant Morrison (1960) y el dibujante canadiense Cameron Stewart (1975). Protagoniza la serie homónima, que fue publicada por DC Comics en tres volúmenes a partir de 2004. 

Seaguy es un superhéroe que se ha quedado sin cometido en un mundo sin crímenes y que pasa sus días en la playa, jugando al ajedrez con La muerte, en compañía de Chubby da Choona, un atún de rostro humano, fumador de puros.

Aprovechando que La muerte no distingue entre el blanco y el negro, y se lleva tanto a buenos como malos a su reino, Seaguy le hace trampas moviendo como propias las piezas de su oponente.

Seaguy es un cómic extraño, surrealista, lleno de insinuaciones y oscuras metáforas que pretende alejarse totalmente de las convenciones aceptadas generalmente en el cómic de superhéroes.

Cuando ríes, cuando lloras, aquí viene Mickey Eye.
—¡Sácame de aquí!
—¿Qué tal una partidita por los viejos tiempos. Siéntate,
amigo.
—Este tipo me da escalofríos.
—Ya hemos jugado antes, gondolero. Nunca ganas y me 
aburro. No me das miedo.
—Tal vez deberías tenerlo, listillo. Un día vendré a por ti,
y a por tu amigo Chubby da Choona. O, mejor dicho,
mi amigo.
—Claro. ¿Y si es tu amigo, dónde está?
—Chubby siempre está por ahí. Precisamente, Seaguy,
ahora mismo está detrás de ti.
—Creo que caerá por aquí. En cualquier caso, ¿por qué
está La muerte jugando al ajedrez en la calle? ¿No
deberías ocuparte de algo más importante?

—Bueno, Chubby. ¿Tú qué opinas?
—No tengo cerebro para eso. Solo querría que
no estuvieran nuestras vidas en juego en cada
ocasión.
—¿Qué te parece enfermera por ejecutor: jaque
mate?

—No voy a ganar nunca, ¿verdad?
—¡Venga ya! No te lo tomes así. Es solo un juego.
—Pero tan absurdo, con reglas tan arbitrarias...
—Bueno, así son las cosas y no merece la pena quejarse.

lunes, 17 de marzo de 2025

RICHARD SALA

Richard Sala (1954-2020) fue un dibujante e ilustrador que frecuentó el género de terror. Buena muestra de ello es la ilustración que publicamos. Se realizó para A Game of Chess, uno de los cinco relatos de fantasmas contenidos en The Mincer and Other Stories, de James Humphreys.

El tablero está mal colocado.


viernes, 14 de marzo de 2025

NELLY BURGUETTE

Nelly Burguette (1997) es una cantante, presentadora de televisión y actriz de doblaje mexicana.

En junio de 2024, lanzó el sencillo Jaque mate.

Tanto el material promocional como el video oficial de la canción están llenos de referencias al ajedrez.



El video oficial:

jueves, 13 de marzo de 2025

DEFENSA SICILIANA, UN ÁLBUM DE THE ALAN PARSONS PROJECT

Sicilian Defence (La defensa siciliana) fue el undécimo —y último— álbum de estudio del grupo de rock progresivo The Alan Parsons Project, formado por el propio Alan Parsons (1948) y Eric Woolfson (1945-2009). Este álbum fue una obligación contractual del grupo, que estaba en trance de disolución, con el sello Arista. 

Como se explica en la contraportada, el álbum se grabó en apenas tres días, en medio de problemas entre los músicos y con la casa discográfica. La idea del título ajedrecístico se debe a Eric Woolfson, que era aficionado, y se entiende como un mensaje al sello Arista de que el grupo estaba dispuesto a «defender» su postura en el «juego» que estaban disputando. Algo que consiguieron porque el contrato fue actualizado, aunque el grupo se separó poco después.

La discográfica rechazó el disco que no se editó hasta 2014, treinta y cinco años después de que fuera grabado.

Fiel a su título, los diferentes cortes llevan como nombre las cinco primeras jugadas de la variante clásica de la defensa siciliana en la notación descriptiva inglesa. En la contraportada se dice erróneamente que es la variante Sveshnikov, pero esta se caracteriza por el movimiento e5 en la quinta jugada: 1 e4 c5 2 Cf3 Cc6 3 d4 cd4 4 Cd4 Cf6 5 Cc3 e5. En cambio, los temas del disco, traducidos a algebraico, son:

1 e4
2 c5
3 Cf3
4 ...Cc6
5 d4
6 cd4
7 Cd4
8 Cf6
9 Cc3
10 d6

martes, 11 de marzo de 2025

MATE JAQUE, UNA NOVELA DE JAVIER PASTOR


Con gran pena me he enterado por la prensa del fallecimiento del escritor Javier Pastor (1962) el pasado 27 de febrero de 2025.

Gran amigo de un gran amigo, nuestra relación no pasó de ser superficial. Coincidimos en algunos bares, asistimos juntos al recital de otro amigo, y una noche estuve tomando algo en su casa. Sin embargo, me gustaba mucho lo que escribía. Y es, a mi parecer, poco conocido para sus méritos. Quizá porque su literatura no es convencional, porque le gustaba experimentar con el lenguaje y las fórmulas narrativas. Probablemente, tampoco aspiraba a tener muchos lectores.

En general, hablábamos de libros y de ajedrez. Y sobre todo de libros que hablaban de ajedrez. En uno de esos encuentros me preguntó si podía ayudarle componiendo unos diagramas con determinadas posiciones de ajedrez para un libro que estaba escribiendo. Se trataba de Mate Jaque.

Mate Jaque es una voz. Una voz que nos habla desde un balneario/hotel/sanatorio. Nos habla un escritor, un escritor que se puede permitir libertad creativa porque dispone de unas pequeñas rentas y, además, su mujer tiene altos ingresos. Sin embargo, su relación, que es la tercera para ambos, ha fracasado por su negativa a tener hijos.

La voz no solo es crítica con su mujer sino en general con todo. Con el mundo del arte, con el de la literatura, con los periodistas que se interesan por su obra. En el balneario/hotel/sanatorio hace dos sorprendentes contactos: el primero es un maître del establecimiento que dice haber reconocido en él a un alma gemela. Le propone jugar una partida de ajedrez. La partida que juegan reproduce de forma casual «una famosa partida inexistente», la que supuestamente disputaron Napoleón I Bonaparte y Madame de Rémusat en París en 1802. «Jaque mate» le dice el maître a nuestro escritor al término de la misma.

El segundo contacto es una joven atractiva, pelirroja, que despierta en él un impulso galante que creía perdido. Pero la muchacha se despide de él llamándole papá. Intuimos que algo va mal. ¿Es posible que todo lo que hemos leído sea el delirio de una mente enferma que ha perdido el sentido de la realidad? ¿Los recuerdos confusos de un anciano que mezcla el deseo de lo que no fue con la tristeza de lo que fue? Estamos justo en la mitad del libro.

Y justo a la mitad del libro la voz cambia, aunque no el paisaje ni el tono. Una segunda partida de ajedrez se disputa: «Mate jaque» dice el maître. La partida ha seguido el curso de la segunda versión existente de la partida jugada por Napoleón y la Rémusat, en este caso con los colores cambiados. Esta partida se habría jugado en 1804 en el Château de Malmaison.

Estamos en el mismo balneario/hotel/sanatorio, pero la voz es ahora la de una mujer. En el acto reconocemos la historia. La misma que ha contado el hombre, pero narrada ahora por su mujer, con los colores cambiados, como se diría en ajedrez. Desfilan los mismo hechos, las mismas críticas, los mismos rencores, como si la historia en común solo tuviera una cara.

Un joven pelirrojo va a visitar a la mujer. Ella siente una mezcla de emociones y experimenta el resurgir de un deseo que creía extinguido. Pero el muchacho la llama mamá. El ciclo se ha cerrado. No sabemos si él se ha convertido en ella o ella en él. O si ambos se han metamorfoseado en uno. Los hijos, el hijo/a pelirrojo/a, se los llevan del balneario/hotel/sanatorio. No sabemos dónde.

Hemos dicho que el libro es una voz. Es el lenguaje y no la anécdota lo que prima en las páginas de la novela. Libro arriesgado, de léxico cuidado y preciso, con un uso original de los signos de puntuación, sobre todo de los paréntesis. Un lenguaje de relojería que abre numerosas puertas que luego va cerrando una a una.

Javier Pastor ha aprovechado la existencia de dos partidas de ajedrez iguales, que sitúa justo en la mitad del libro, pero con los colores cambiados (repetimos), para que sean el eje sobre el que pivota la acción, la bisagra a partir de la cual se enrosca el relato, el punto en el que él pasa a ser ella en una historia que tiene algo de especular, algo de palindrómico. El odio/amor, la decadencia, la alienación, la soledad son, realmente, los elementos que puntean la acción. Sin embargo, el ajedrez es, en la estructura de la novela, lo que Hitchcock llamaba un MacGuffin: una excusa argumental que carece de relevancia por sí misma.

Veamos a continuación la primera partida:


Y la segunda... con los colores cambiados:


Como he comentado, Javier me pidió que compusiera diagramas de las dos partidas. Expresamente me pidió que hiciera una diagrama cada dos jugadas. Los hice con ChessBase 12, utilizando la tipografía Crystal. Se publicaron en un apéndice al final del libro.

Estas son las posiciones finales de las dos partidas tal y como aparecen en el volumen:



Hablando con el amigo que nos presentó, para mi desgracia también fallecido, me lamentaba de no haber escrito nada en ARTEDREZ sobre este libro después de tanto tiempo. Le contaba que me cuesta mucho hablar sobre personas que conozco, sobre todo cuando las admiro. Me parece que no voy a estar a la altura. Él me pidió que lo hiciera. Así que, con una punzada de dolor por el retraso, por haber llegado tarde en ambos casos, quiero que esta entrada sirva al menos de homenaje para ambos. 

Para Fernando Castro y Javier Pastor.

FICHA TÉCNICA
JAVIER PASTOR
MATE JAQUE
MONDADORI. BARCELONA, 2009

La ilustración que encabeza esta nota se publicó en el diario El País el 7 de febrero de 2009. Es obra de Fernando Vicente y acompañaba a la crítica que Juan Goytisolo hizo sobre la novela que comentamos, titulada El tablero de ajedrez.

lunes, 10 de marzo de 2025

BILLIE EILISH


Fotografía promocional de la cantante norteamericana Billie Eilish (2001) para su álbum de 2021 Happier than Ever

Como tantas veces, el tablero está mal colocado.



domingo, 9 de marzo de 2025

EL PROCESO PARADINE

Joan Tetzel (1921-1977)  y  Charles Coburn (1877-1961) jugando al ajedrez en una escena de The Paradine Case (estrenada en España como El proceso Paradine), una producción de David O. Selznick, dirigida por Alfred Hitchcock, de 1947.

Padre e hija, están discutiendo el caso al que alude el título de la película mientras juegan una partida. Los diálogos referentes al ajedrez son los siguientes:

JUDY

—Me aburre esta partida, luego la continuaremos.

SIR SIMON

—Si no quieres jugar al ajedrez, vete a la cama. Me alegro de que no sigamos jugando. Ibas a ganarme. 

Están jugando con unos originales trebejos de cristal de los que no sabido encontrar ninguna referencia. 


sábado, 8 de marzo de 2025

AJEDREZTURA

El 23 de julio de 2022, Tatsuya Tanaka dedicó la entrada de sus calendarios miniatura a la Archichessture, palabro que nosotros hemos traducido sin pudor como Ajedreztura.





 

viernes, 7 de marzo de 2025

EL MAESTRO DE AJEDREZ Y EL COMPUTADOR


Ilustración de Fernando Vicente para el artículo de Gary Kasparov El maestro de ajedrez y el computador publicado, en traducción de Patricia Torres, en El malpensante el 27 de enero de 2021.

jueves, 6 de marzo de 2025

GÉZA FÓNYI

Géza Fónyi (1899-1971) fue un pintor húngaro figurativo que encontraba sus temas en la vida cotidiana de su entorno más inmediato.

FICHA TÉCNICA
GÉZA FÓNYI
SAKKOZÓK (LOS JUGADORES DE AJEDREZ), 1953
ÓLEO SOBRE LIENZO. 70 × 90 cm
GALERÍA NACIONAL DE HUNGRÍA


miércoles, 5 de marzo de 2025

LA BIBLIOTECA DE LA MEDIANOCHE

La biblioteca de la medianoche es una novela del inglés Matt Haig, publicada en 2020, que ha conocido desde entonces múltiples ediciones y un gran éxito de público.

El argumento es el siguiente:

Nora, una mujer de 35 años que parecía destinada a hacer grandes cosas —superdotada, excelente deportista—, se halla sumida en la desesperación. Considera que todo le ha salido mal en la vida y no ve futuro. Sus padres han muerto, ha partido peras con su hermano, no tiene pareja ni trabajo. Cansada, deprimida y sin ataduras, decide morir. Para ello se atiborra de pastillas.

Pero la muerte no llega, lo que llega es una bibliotecaria que va a guiar sus pasos por una biblioteca que contiene una serie infinita de volúmenes que relatan todas y cada una las bifurcaciones que pudo haber tomado su vida si sus decisiones hubieran sido otras. Cada libro cuenta las peripecias de una posible Nora. Lo que hubiera pasado si sus deseos frustrados se hubieran cumplido. 

La bibliotecaria le da la posibilidad de elegir cualquiera entre todas esas posibilidades que le parezca buena. Una especie de ¡Qué bello es vivir! literario, pero más cercano a los libros de autoayuda o a la literatura juvenil que a una novela destinada a un público adulto.

Viene esta novela a ARTEDREZ porque el ajedrez es una parte importante de su trama. De hecho, la bibliotecaria es un personaje de la vida real de Nora con quien esta solía jugar al ajedrez de niña. Después de cada viaje a una de sus potenciales vidas, Nora suele encontrar a la bibliotecaria delante de un tablero de ajedrez, jugando contra sí misma. En ocasiones, esta emplea el juego para ofrecer enseñanzas a su pupila:

La bibliotecaria, apretado el entrecejo, mantenía la mirada fija en el tablero de ajedrez, tratando de dar con su propia jugada ideal.

—Mi pieza favorita es la torre —informó—. Es la típica pieza a la que uno cree que no hay que vigilar. Tiene un cometido aparentemente sencillo: vigila a la reina, a los caballos y a los alfiles, porque estos son los astutos. Pero muchas veces es la torre la que te coge desprevenido. Lo sencillo nunca es lo que parece.

Nora supuso que la señora Elm no hablaba solo de ajedrez.

Y unos capítulos más allá:

—Para triunfar en el ajedrez, tienes que darte cuenta de una cosa —explicó como si Nora no tuviese otra cosa en la que pensar—. Esa cosa es la siguiente: la partida no termina hasta que ha terminado. Y no ha terminado mientras haya un único peón sobre el tablero acompañando al rey. Si un jugador tiene un peón y un rey, y el otro tiene todas las piezas sigue habiendo partida...

Baste como muestra, aunque hay alguna «perla» más. Profundo desconocimiento del juego, pese a lo cual el autor no ha creído oportuno asesorarse, leer algo sobre el tema o simplemente preguntar a alguien. Mal Virgilio para esta comedia.

Sin embargo, pese a la poca comprensión del juego, queda clara la intención del autor al introducir el ajedrez en su novela. El ajedrez simboliza las diferentes alternativas que la vida ofrece (que algunas vidas tengan alternativas es muy discutible) y será uno de los medios que la señora Elm emplee para convencer a Nora de que su vida, de que cualquier vida, merece la pena. Aunque el muy humano «mientras hay vida, hay esperanza» no funcione siempre en ajedrez.

Las mercaderías inspiradas en la novela han destacado una de las frases de la misma, aunque lo que se lee en la versión original es A pawn is a queen-in-waiting (traducida en la edición española como El peón es una reina en potencia) y no A queen ia a pawn-in-waiting, como vemos en la pegatina diseñada por About Not So Dull Design.


FICHA TÉCNICA
MATT HAIG
LA BIBLIOTECA DE LA MEDIANOCHE
ALIANZA EDITORIAL. MADRID, 2024
TRADUCCIÓN DE MIGUEL MARQUÉS MUÑOZ



martes, 4 de marzo de 2025

EVA VÁZQUEZ


Ilustración de Eva Vázquez para el artículo de Timothy Garton Ash «Lo que está en juego en Ucrania», publicado en el diario El País el 22 de febrero de 2014, sobre las protestas prorrusas en Ucrania, febrero a mayo de ese mismo año, dentro de la interminable crisis que viven los dos países desde la desintegración de la URSS y que ha desembocado en una larguísima guerra.