Milomir Kovačević (1961), llamado Strašni (El terrible) por el coraje demostrado en su trabajo, es un fotógrafo bosnio que documentó desde dentro el terrible sitio de Sarajevo (1992-1996). Durante lo peor del asedio, Kovačević salía a la calle para retratar la ciudad y su gente. Para documentar la enorme tragedia y el drama sufrido por sus habitantes.
En 1995 se traslada a París. Sin dinero ni trabajo, Kovačević deambulaba por las calles y se detenía con frecuencia a ver a los jugadores callejeros de ajedrez. Un día, uno de ellos llamado Pepito (su retrato es el que encabeza esta nota) le invita a jugar: como es costumbre, el que pierde se levanta y deja su sitio a otro jugador. Kovačević no lo hace mal y poco a poco va haciéndose amigo de estos jugadores callejeros y ganando su confianza.
Esta circunstancia personal está en la raíz de los que es Gens una sumus (somos una sola familia, el lema de la Federación Internacional de Ajedrez), la primera serie fotográfica realizada por Milomir en Francia. Durante un periodo de dos años, el fotógrafo bosnio retrató a unos ciento veinticinco jugadores callejeros de ajedrez de más de setenta nacionalidades distintas. Entre ellos hay de todo: emigrantes, legales y sin papeles; estudiantes; personas sin hogar...
Kovačević reflexiona amargamente sobre el hecho de que tanta gente de estatus sociales y procedencias tan distintas puedan convivir en paz, mientras que en Bosnia, mucho más parecidos unos a otros, se hubiera desatado el horror. Concluyó que podía tener algo que ver con el ajedrez. Donde lo único que importe es jugar.
GENS UNA SUMUS
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