Hombre frente a un tablero de ajedrez es una obra de 1827 del alemán Friedrich «Fritz» Moosbrugger (1804-1830). Nacido en una familia de artistas, Fritz recibió las primeras lecciones de pintura en el seno familiar. Como era costumbre de la época, después de completar su primera formación, se trasladó a Roma, donde se interesó en la pintura de paisajes y el retrato, precisamente la obra que mostramos es de esa época. En 1930, emprendió viaje a Rusia, con idea de entrar a trabajar al servicio del zar Nicolás I. En un viaje por mar muy desafortunado, enfermó y falleció en San Petersburgo unas pocas semanas después, con solo veintiséis años.
Aunque se ve claramente como están dispuestas las piezas sobre en el tablero, la posición no es fácil de desentrañar. Moosbrugger es un artista de época romántica y su técnica es realista. Sin embargo, pese a que la figura está dibujada con detalle, tanto la mesa como el tablero aparecen abocetados. Una ampliación de las piezas nos muestra unos reyes y damas francamente divertidos, con caritas, como si hubieran sido dibujados por un niño:
La posición más probable es la que reproducimos en el diagrama siguiente (recordamos que hemos seguido la convención de situar las piezas en el diagrama desde el punto de vista de las blancas, al contrario que en el dibujo que está visto desde el lado de las negras):
Tenemos dudas con la pieza negra de h5, que tiene un remate extraño que nos hace pensar que pudiera ser también un caballo. También, el caballo de f3 parece negro en el dibujo. Hemos optado por hacerlo blanco porque de ser negro la posición sería imposible, al estar el rey blanco en jaque por dos piezas distintas a la vez.
El hombre ha logrado ganar la partida, ya que hay una posición de jaque mate en el tablero. Un homenaje sin duda al retratado.
Este dibujo estaba incluido en un album perteneciente a Marie Auguste Emilie Freiin von Günderrode. A principios del siglo XIX se puso de moda que las damas de las familias «de bienes», y los von Günderrode lo eran, coleccionaran textos, partituras, fotografías, etc. en lujosos álbumes. Eran objetos suntuarios, bellamente encuadernados, cuyo valor era mayor según las firmas que atesorasen. Los más importantes, eran los de las reinas u otras damas de la aristocracia, pero el efecto imitación se extendió por todas las capas de la sociedad que podían permitirse cuidar de su imagen social. Hoy en día, pueden tener gran importancia si albergan obras no catalogadas de autores destacados. Los modernos álbumes de fotografías, son la popularización a gran escala de esta moda, que probablemente desaparecerá con los álbumes digitales.
Más información sobre el tema de los álbumes del siglo XIX se puede encontrar en el artículo de Leonardo Romero Tobar Dibujos y pinturas en álbumes del siglo XIX: una variedad del «Ut pictura poesis».
FICHA TÉCNICA
FRIEDRICH MOOSBRUGGER
HERR AM SCHACHBRETT (1827)
LÁPIZ SOBRE PAPEL VITELA. 20 x 16 cm
STÄDEL MUSEUM. FRÁNCFORT DEL MENO
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